El yoga facial es una técnica innovadora dentro del ámbito del cuidado del rostro, conocido popularmente como una forma natural que podría ayudar a tonificarlo.

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Al igual que el yoga tradicional para el cuerpo, esta vertiente utiliza una serie de ejercicios y técnicas específicas para trabajar los músculos faciales, mejorar la circulación y promover una apariencia en la piel más hidratada.

Según Laura Botero, autora del libro Yoga Facial: tus 15 minutos de well agingby creadora de Beauty Love Academy, esta es una “una técnica que favorece el rejuvenecimiento apoyada en masajes y herramientas minerales que ayudan a esculpir el rostro, potenciar el proceso de oxigenación y la nutrición de la piel”. Estos son algunos ejercicios que podés incorporar en tu rutina diaria para cuidar tu rostro y mantenerlo saludable:

1. Masaje de ojos y frente

Con la utilización de los dedos índice y medio, realizá movimientos circulares suaves alrededor de los ojos y la frente.

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Esto podría ayudar a reducir las arrugas y las líneas de expresión, además de aliviar la tensión y relajar los músculos faciales, según la autora.

2. Estiramiento de mejillas

Con los mismos dedos, ubicalos en las esquinas de la boca y tirá suavemente hacia las orejas. Mantené esta posición durante unos segundos y luego relajá.

3. Elevación de cejas

Ubicá los dedos índice debajo de las cejas y levántalos suavemente. Mientras lo hacés, intentá fruncir el ceño como si estuvieras sorprendido. De acuerdo con Botero, este ejercicio ayuda a tonificar la frente, brindando un aspecto más joven y despierto.

4. Beso al aire

Este ejercicio se debe hacer de pie. Para eso mantené una postura derecha y estirá el cuello hacia atrás, luego, proyectá los labios hacia adelante como si estuviera dando un beso al aire.

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Permanecé en esta posición durante cinco segundos y repetí varias veces, así podrás mejorar la apariencia de los pliegues nasolabiales, si realiza esta técnica diariamente.

5. Masaje de mandíbula

Con los dedos pulgares, masajee suavemente la mandíbula en movimientos circulares. Esta técnica ayuda a aliviar la tensión acumulada en la mandíbula y mejora la definición en la línea de la misma, según la autora. Se recomienda incluir paulatinamente estos ejercicios a su rutina y no exceder su duración, con el fin de evitar lesiones.