Un hombre sacó una foto mientras disfrutaba del bello paisaje en Irlanda del Norte. Sin embargo, nunca imaginó con lo que se encontraría en una simple captura de una colina con el sol de fondo.

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El hombre en cuestión se llama Gavin Best, quien un día normal disfrutaba de un relajado paseo por Cavehill, una colina rocosa ubicada en Belfast y que tiene unos 369 metros de altura. En un momento de la tarde, el sol se posó detrás de la colina, oculta entre algunas nubes, lo que generó el escenario ideal para capturar el paisaje con una fotografía. La luz del sol iluminaba todo el acantilado del lugar que muchos turistas y mismos lugareños visitan, porque de fondo se aprecia la ciudad con una vista privilegiada.

Días después de sacar la foto, el hombre le hizo zoom y se encontró con un pequeño detalle que le dio más color a esta bello retrato. Como cualquier turista, compartió la imagen ante sus seguidores y advirtió lo que lo sorprendió. En la ampliación, se ve un hombre en la punta de la colina, saltando con los brazos y las manos extendidas. “Tomé esta foto hace unos días. Acabo de ver algo en la distancia y la acerqué. ¿Cómo fue esa coincidencia?”, consultó sorprendido en una publicación de Twitter.

La captura generó preocupación entre los usuarios de Twitter que se toparon con la imagen, pero Gavin Best explicó el contexto de su imagen. “¿Estaba tratando de saltar del acantilado?”, “¿Saltaron o fueron empujados?”, “¿Esa persona aterriza o despega?”, fueron algunas de las preguntas.

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No obstante, Best llevó tranquilidad antes de que comenzaran las especulaciones. “En respuesta al puñado de sugerencias de que la persona podría haber estado saltando desde el acantilado, puedo asegurarles que las siguientes fotos tomadas momentos después mostraban a 2 o 3 personas allí”, señaló.

A pesar de que en la foto pareciera que el hombre se arroja al acantilado, lo más probable es que Gavin Best haya capturado el momento justo en el que salta, parecida a la pose que hacen los turistas cada vez que visitan un lugar, aunque es una toma difícil de capturar por la velocidad del salto. En este caso, el fotógrafo tuvo el timing ideal para capturar una imagen que se da “una en un millón”.

Salió a pasear, sacó una foto y generó algo que jamás imaginó: “No fue planeado”

Andrés Ardila Larrota es colombiano -puntualmente de la localidad de Santander- tiene 35 años y comenzó a tomar fotos a paisajes por diversión. Y justamente es una fotografía la que lo llevó a ganarse más de mil dólares estadounidenses y el reconocimiento de media Europa... todo por casualidad.

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Desde hace más de cuatro años, Andrés cambió el calor de su ciudad natal, Barrancabermeja, por el frío invierno de Kiruna, una ciudad de Suecia. Justamente, un frío día de octubre de 2020, Andrés decidió irse de paseo a las montañas y llevó la cámara. El plan era capturar las montañas llenas de nieve, pero un giro de 180 grados y varios disparos después lo llevaron a lograr una foto que despertaría la nostalgia de decenas de ciudadanos de Kiruna.

“Moví la cámara e hice unos disparos y al otro lado estaba la ciudad y compuse la foto con la iglesia y las casas que están ubicadas en el centro; pero fue algo no planeado”, comentó Andrés. Esta foto, donde se aprecia la iglesia y varias coloridas casas del centro de Kiruna bañadas por la nieve del primer invierno del año, hizo sonar el nombre de un colombiano entre los habitantes de esta población.

Ese mismo mes de octubre, Andrés publicó la foto en su Instagram donde suele poner las fotos que más le gustan y tuvo cierto alcance... pero el mayor auge fue en febrero de este 2021 cuando ganó el festival de fotografía de Kiruna con esta captura. “Pero fue cuando una persona la compartió en un grupo de Facebook de Kiruna que se volvió viral”, dice. En este grupo, decenas de personas comenzaron a indagar quién era el autor porque estaban interesadas en tener un recuerdo de la ciudad.

“Ahí aparecí yo y dije que era el fotógrafo y entonces hice contacto con una página que vende estas fotografías en cuadros, rompecabezas y varias cosas, se llama Printler. Ellos me dan el 20 por ciento de lo que se venda”, cuenta el santandereano.

Otra plataforma de América se interesó en vender esta foto y se vendió tan bien que en casi tres meses recibió más de 45 millones de pesos colombianos en comisiones por la venta de esta fotografía.