La vida de Lionel Messi en Miami ya es una realidad. A tono con la ciudad, La Pulga se muestra en familia, suelto de equipaje y, como a lo largo de su carrera, sin pruritos en sacarse fotos con sus fanáticos. Tras ir de compras con su familia en un supermercado de la ciudad -y ser filmado por un hincha que le “robó” un beso- ahora el capitán de la selección argentina bajó la ventanilla de su auto y se permitió una selfie con una fanática.

Beckham fue sorprendido por la prensa argentina, le preguntaron por Messi y respondió en español

Bronceado, sonriente y relajado, el siete veces ganador del Balón de Oro se prestó para una foto que se viralizó en las redes sociales, en el contexto de una creciente Messimanía en la ciudad de Florida, y que tendrá un importante capítulo por desarrollar el próximo domingo, en la presentación del futbolista argentino en el estadio Drive Pink, donde su equipo juega de local. En el evento, también serán de la partida Jordi Alba y Sergi Busquets, nuevos jugadores de la franquicia que es propiedad de los hermanos Mas y del exjugador David Beckham.

Messi, de 36 años, llega a un alicaído equipo, ubicado en la última posición de la Conferencia Este, de la Major League Soccer (MLS). El arribo del ex PSG viene apalancado con las incorporaciones de los ex barcelonistas, y del entrenador argentino, Gerardo Tata Martino.

Lejos de los puestos de clasificación a la zona de playoffs, la gran esperanza del Inter Miami es la U.S Open Cup, donde se encuentra en semifinales del torneo, y en dos semanas, disputará el partido frente a Cincinnati.

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En tanto, Messi dio por finalizada su relación online con el PSG. En un acto tan simbólico como contundente, dejó de seguir la cuenta de Instagram del equipo donde jugó por dos años; el último, lleno de incomodidades, especialmente, luego del Mundial Qatar 2022, porque allí, Lionel y su selección derrotaron a la selección de Francia.

A pesar del clima distendido, las autoridades del Inter Miami evitaron difundir cualquier imagen de su nuevo jugador con la indumentaria oficial, habida cuenta de que todavía no fue hecha la presentación ante el público, y el jugador todavía no firmó el contrato que lo unirá con la franquicia por tres años (con opción de salida en los primeros dos).

Tanto es así, que el co-propietario David Beckham, en contacto con la prensa argentina, evitó dar declaraciones, no obstante lo cual, exhibió su felicidad por el momento que vive la ciudad, a partir del arribo de su flamante incorporación.

En ojotas, bermudas y remera, Messi se dio el lujo de ir con su familia al supermercado, donde se tomó una foto con otra seguidora que lo reconoció. Al igual que con la aficionado que le pidió una imagen desde el auto, al dos veces ganador del Premio Laureus se lo vio sonriente, relajado y bien predispuesto, en el marco de una nueva etapa que, en principio, parece muy distinto a su agridulce paso por París.