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Qué trae y cómo anda una de las versiones de entrada del Fiat Pulse

Cuando se lanzó a mediados de abril del año último, el Pulse significó la apuesta de Fiat al segmento de mayor crecimiento en los últimos tiempos en nuestro país, el de los SUV B. Y no le fue...

Cuando se lanzó a mediados de abril del año último, el Pulse significó la apuesta de Fiat al segmento de mayor crecimiento en los últimos tiempos en nuestro país, el de los SUV B. Y no le fue nada mal, ya que tuvo muy buenos resultados en las ventas y de no ser por problemas los conocidos problemas de stock que enfrenta el mercado argentino sin duda hoy tendría números mucho mayores.

Buen diseño, prestaciones, equipamiento y demás son los pilares que apuntalan a este modelo regional producido en Brasil, que fue elegido como “SUV Regional del Año 2022″ por la prensa especializada (premios PIA, Periodistas de la Industria Automotriz) a nivel local.

Para esta versión MY23 Fiat rearmó la cartera del modelo y ahora son cuatro las variantes que ofrece: Drive, con opciones de caja manual de 5 marchas o automática tipo CVT, que fue la que probamos; y las Advance (intermedia) e Impetus (tope de gama), que cuentan con otra mecánica.

Largo: 4,099 mAncho: 1,774/1,989 mAlto: 1,547 mDistancia entre ejes: 2,532 mDespeje: 190 mmCapacidad del tanque: 47 LCapacidad del baúl: 370 LPeso en orden de marcha: 1234 kgNeumáticos: 195/60 R16″

El diseño del Pulse es, sin duda, uno de los más atractivos del segmento: se lo ve moderno, estilizado, con cierto aire deportivo que seduce a los públicos más variados. De hecho, es un perfil muy proporcionado, con medidas interesantes para su segmento y con buenos números en lo que hace a alturas del piso: 190 mm de despeje, mientras que el ángulo de ataque es de 20.5 grados y el de salida de 31.4 grados.

Esta opción Drive no tiene grandes detalles estéticos de lujo como sí tiene la Impetus, pero sí muestra abundancia de plásticos negros (la parte baja del frente y de las puertas, los paragolpes, guardabarros, etcétera) que buscan darle un toque aventurero. La parrilla no tiene cromados y no cuenta con antinieblas, pero las ópticas cuentan con LED.

En el interior, de una correcta calidad de materiales y terminaciones, hay espacio para cuatro adultos cómodos y la posición de manejo es fácil de encontrar. En lugar del tablero digital de 7″ encontramos uno monocromo de 3,5″ y el resto de los indicadores son análogos. El equipamiento incluye espejos con regulación eléctrica, climatizador automático, control de velocidad crucero, cámara de retroceso, sensores de estacionamiento, volante multifunción, monitor de presión de neumáticos y sistema multimedia con pantalla táctil de 10,1″ pulgadas compatibles con Android Auto y Apple CarPlay mediante Bluetooth.

En seguridad encontramos prácticamente el mismo paquete con el que cuenta toda la gama: frenos con ABS y EBD, controles de estabilidad y tracción avanzado, asistente de arranque en pendiente, 4 airbags y anclaje Isofix. Pero no incluye las asistencias a la conducción (ADAS) que sí tienen las tope como el frenado autónomo de emergencia o el sistema de mantenimiento de carril.

Urbano y rendidor

En este caso, debajo del capot encontramos una mecánica muy conocida de la marca: cuenta con el impulsor a nafta cadenero de 4 cilindros en línea y 8 válvulas Firefly 1.3 L con inyección electrónica multipunto, que genera 99 CV a 6000 rpm y un par de 13 kgm a 4000 rpm, asociado a una transmisión automática del tipo CVT con 7 marchas simuladas y tracción delantera.

Habíamos dicho que esta versión tiene un perfil más urbano y familiar, que apunta a una conducción tranquila, estable, económica y sin sobresaltos tanto en ciudad como en ruta. Y eso queda claro en la propuesta del conjunto motor-caja, donde los 99 CV y los 13 kgm alcanzan para cumplir sobradamente con ese objetivo. Pero, claro, cuando se lo exige se nota la falta de punch y de reacción (algo propio de las cajas con variador continuo, que necesitan de mucho torque para no patinar o quedarse enroscadas). Esas particularidades mejoran un poco cuando se activa el modo Sport, que actúa electrónicamente sobre ciertos parámetros del propulsor y la transmisión para mejorar el rendimiento.

Por eso, las prestaciones son más bien conservadoras antes que briosas: acelera de 0 a 100 km/h en 12,5 segundos, recupera de 80 a 120 km/h en 9,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 172 km/h.

Motor: nafteroCilindrada: 1332 ccCilindros: 4 en líneaVálvulas: 8Potencia: 99 CV a 6000 rpmPar motor: 13 kgm a 4000 rpmCaja: automática CVT de 7 marchas preprogramadasTracción: delantera

Por otra parte, el consumo es realmente austero: demanda unos 8 L/100 km en ciudad y 6 L/100 km/h en ruta a 120 km/. Nada mal realmente.

No hay nada que reprocharle al comportamiento dinámico, aspecto en el que se nota un gran equilibrio en el conjunto carrocería-suspensión-dirección, sin movimientos bruscos cuando se toman curvas rápidas y con mucha estabilidad en las rectas. Además, en el tránsito tiene una ligereza y agilidad notables.

Otro punto en el que sobresale es en el confort de marcha, donde no solo es silencioso sino mullido y suave.

Esta variante Drive CVT tiene un precio sugerido al público de $8.229.100.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/autos/test-drive/que-trae-y-como-anda-una-de-las-versiones-de-entrada-del-fiat-pulse-nid07082023/

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