“Estamos ingresando a un periodo en el que la oferta vacuna va a ser la vedette del negocio; durante 2024, la disponibilidad de todas las categorías de hacienda gorda va a caer mes tras mes”, adelantó el consultor Víctor Tonelli en la reunión de fin de año de la firma consignataria Colombo y Magliano.

Justificó su pronóstico en los efectos negativos de la seca sobre el rodeo nacional, que sufrió liquidación de vientres y menor producción de terneros, a lo que se sumó una baja reposición de los corrales de engorde en las últimas semanas.

Particularmente, ubicó un periodo crítico entre febrero y marzo, con menor faena de hacienda gorda para consumo; luego pronosticó una escasez de oferta para los meses siguientes, que puede derrumbar el consumo interno entre 7 y 8 kilos por habitante y por año, para ubicarse en valores cercanos a 43-44 kilos per cápita.

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“Será una caída importante y dará oportunidad a que el consumo de carne porcina pase de los actuales 15-16 kilos por habitante y por año a 26-28 kilos en algunos años, que es el nivel que debería haber alcanzado si la carne vacuna no hubiera estado tan barata, forzada por políticas intervencionistas, proyectó.

La exportación también tiene por delante buenas perspectivas, porque una medida del nuevo gobierno dirá que no se podrán prohibir exportaciones ni establecer normas similares, con un claro propósito de desregulación y de apertura al mundo. Los precios FOB serán rentables. “Si bien en 2023 hubo una caída de los valores del orden del 25% respecto de 2022, no hay que olvidar que estaban muy por encima de lo que se podía pagar. Si continúa la recuperación de la economía mundial, dejando atrás el Covid y las guerras, los precios podrían afirmarse en 2024″, pronosticó Víctor.

China todavía tiene un panorama complicado, pero está superando los problemas sanitarios y la caída de precio de sus productos exportables. En el segundo semestre de 2024 será un cliente interesante.

Al analizar las distintos eslabones de la cadena productiva en 2024, Tonelli auguró el podio para la cría, por buenos valores del ternero y de la vaca de descarte; el segundo escalón será para la recría, favorecida por quienes busquen aumentar el peso final de faena con destino a la exportación. El peor desempeño puede ser el de feedlot, que se verá complicado, por lo menos hasta la nueva cosecha.