LA BAULE-ESCOUBLAC (Francia).– No fue un triunfo costoso, mas sí exigente el que consiguió Sudáfrica en su última presentación en la fase de grupos. Tonga resultó un contrincante batallador y atrevido al mismo tiempo. No le alcanzó para acuciar al campeón del mundo, pero lo obligó a sacar lo mejor de sí en una victoria por 49-18. Con el regreso de Handré Pollard, los Springboks lograron el objetivo de imponerse con puntos bonus y abrochar la clasificación a cuartos de final, sin depender de lo que ocurra en el duelo entre Irlanda y Escocia.

Con una semana de descanso antes de esperar su duelo de cuartos de final, Sudáfrica tuvo un buen ensayo ante el equipo isleño, que con una combinación de fuerza y atrevimiento los puso durante buena parte del encuentro contra su in-goal. Les faltó poder de definición en los últimos metros para llevar esas virtudes a un duelo más equilibrado en el marcador. Porque cuando los Springboks atacaron, fueron implacables.

El partido en Marsella marcó el regreso de Handré Pollard al seleccionado luego de una lesión en la pantorrilla que lo había dejado afuera de la convocatoria inicial, pero la baja de Malcolm Marx le permitió volver. El apertura no se lució con la pelota en las manos, todavía evidentemente fuera de ritmo, pero cumplió con la tarea a la que lo llamaron: acertó sus cuatro envíos a los palos. De cualquier forma, cuando entró Mannie Libbok, el anterior titular (mucho más peligroso en ataque), también estuvo perfecto en tres intentos, como para poner en aprietos al entrenador Jacques Nienaber.

Tres tries le apoyó Tonga a Sudáfrica, aunque podría haber apoyado alguno más de haber tenido mayor convicción en los últimos metros. Así y todo, el triunfo sudafricano nunca estuvo en peligro. Lejos del nivel de intensidad que mostraron en el duelo anterior ante Irlanda, impuso condiciones con el pack de forwards y a partir de allí edificó la victoria.

Sudáfrica descansará el próximo fin de semana, a la espera de lo que ocurra el sábado con Irlanda y Escocia. Un punto de los irlandeses les alcanzará para ser primeros en el Grupo A y mandar a los Springboks a jugar, plausiblemente, contra Francia en cuartos de final. Para ser primeros necesitan que Escocia venza a Irlanda por más de siete puntos y que éstos no apoyen cuatro tries.

Sobre el final, los jugadores de los dos equipos, intercalados los de verde con los de blanco, se abrazaron en una ronda y agradecieron el hecho de haber compartido un encuentro en la cita mundialista. El espíritu del rugby, presente en Francia 2023.

En el primer partido de la jornada, Australia cerró su participación en el Grupo C con una victoria deslucida ante Portugal por 34-14. El punto bonus, conseguido merced a cinco tries, le da un resquicio de esperanza para llegar a cuartos de final, pero la suerte está echada, ya que a Fiji le alcanza con sumar un punto en su última presentación ante los portugueses para avanzar. De igual manera, los Wallabies deberán permanecer una semana más en Saint-Étienne, donde estableció su base, a la espera del partido de los fijianos el domingo a las 21, el último encuentro de la fase de grupos.

“Nos vamos a tomar tres días libres y luego volveremos para entrenarnos otros tres días”, dijo el cuestionado entrenador australiano Eddie Jones. “El objetivo es terminar siendo mejores de lo que somos ahora. Si tenemos la chance de seguir en carrera, sería fantástico”. Más allá del triunfo australiano, lógico por las diferencias de nivel entre ambos equipos, prevaleció la intensidad y permanentes ganas de jugar del equipo lusitano, que de los equipos del fondo es el que está dejando una mejor impresión por la vocación a largarse a jugar.