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La vigilia electoral de Bullrich, entre la intriga final por Milei, un dato alentador y el relax junto a sus nietos

Habían pasado pocas horas desde el arranque de la veda electoral cuando Patricia Bullrich irrumpió en su búnker de campaña ubicado en la calle Hipólito Yrigoyen, a metros de la Casa Rosada. Al...

Habían pasado pocas horas desde el arranque de la veda electoral cuando Patricia Bullrich irrumpió en su búnker de campaña ubicado en la calle Hipólito Yrigoyen, a metros de la Casa Rosada. Allí, la esperaban sus colaboradores más estrechos para analizar el mapa electoral y repasar el estado de situación en cada uno de los 24 distritos. Los reportes que llegaron en las últimas horas de provincias estratégicas para mantener en pie las chances de la postulante de Juntos por el Cambio de ingresar al ballottage, como Buenos Aires, Córdoba, la Capital, Santa Fe, Chaco o Entre Ríos, les despertaron un optimismo moderado.

“Hay un clima diferente”, se ilusionan cerca de la exministra, sin perder la mesura. Es que desde hace semanas hacen cálculos y pronósticos conservadores dado el alto grado de incertidumbre con el que los argentinos irán a las urnas para una votación decisiva. Los datos de las encuestas que manejan abren enormes interrogantes y solo generan confusión: ¿Javier Milei encontró su techo y empezó a caer o podría ser el más votado? ¿Sergio Massa resistirá el desgaste de la corrida cambiaria y el “yategate”? ¿A Bullrich le alcanzará con contener los votos de JxC para forzar una segunda vuelta?

“Los argentinos tienen un voto estable, previsible. No se tiran al vacío”, analizó la exministra ante su círculo de confianza. La escuchaban el consultor Derek Hampton, Juan Pablo Arenaza, su mano derecha, Sebastián García de Luca, coordinador nacional de la campaña de JxC, Damián Arabia, aspirante a diputado y fiel ladero de la exministra, Hernán Lombardi, uno de sus armadores, Alberto Fohrig, a cargo de los equipos técnicos, y Laura Alonso, extitular de la Oficina Anticorrupción, entre otros. En paralelo, el escuadrón que se encargará de la fiscalización, que lidera Paula Bertol, exdiputada y exembajadora ante la OEA, se focalizaba en ultimar detalles del operativo del domingo, un factor clave frente a una elección que se vislumbra reñida.

Pese a que el jueves terminó agotada por el trajín del final de la campaña -encabezó el acto en Lomas de Zamora, donde se mostró escoltada por Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, e hizo un raid mediático hasta la madrugada para pescar los últimos votos antes de que comience la veda-, Bullrich se activó temprano ayer a la mañana para trasladarse a sus oficinas porteñas. En el encuentro con sus asesores no solo hizo un balance de los esfuerzos proselitistas para reconquistar apoyos en distritos clave para JxC, sino que también se dedicó a esbozar los ejes centrales de su discurso para el domingo.

Dada la intriga y la falta de certezas en los sondeos sobre el eventual veredicto de las urnas, la exministra y sus asesores prepararon proclamas para los tres o cuatro escenarios posibles: un ballottage con Milei o con Massa, un triunfo de JxC o una derrota frente a La Libertad Avanza y Unión por la Patria. ¿Será un mensaje de concordia y cooperación o una arenga para salir a cazar sufragios para una eventual segunda vuelta?

En el entorno de Bullrich prefieren ni vislumbrar la posibilidad de que JxC sufra un revés y se quede fuera del ballotage. Al contrario, ya diseñaron la agenda de campaña para la semana próxima. Si bien son cautos por la atipicidad del proceso electoral y el terremoto político que provoca la consolidación de un actor nuevo en el tablero como Milei, confían en que Bullrich seguirá en carrera y protagonizará la disputa presidencial en la segunda vuelta.

Bullrich y sus leales se entusiasman con que JxC se beneficie con un eventual aumento de la participación y con la chance de arrebatarle votos a Milei, sobre todo, en el segmento de mayores de 35 años, ante el supuesto temor que generaron las propuestas más polémicas del libertario, como el enfrentamiento con el Papa Francisco, la venta de órganos o la renuncia a la paternidad.

Con ese trasfondo, en las últimas horas Bullrich intensificó sus críticas a Milei y su modelo ultraliberal: “Sus ideas me preocupan, son malas y peligrosas”, enfatizó en Lomas de Zamora, epicentro del escándalo por el “yategate”, el lugar que eligió para cerrar su campaña. Allí estuvo arropada por Macri y Larreta, después de haber cerrado las heridas de la interna. El expresidente hizo una carta y un video para pedir el voto por Bullrich para despejar una posible confusión en el núcleo duro por sus dichos sobre Milei. “Mauricio puso todo lo que había que poner”, se jacta un alfil macrista paladar negro.

En la recta final de la pelea presidencial, Bullrich apostó por exhibir la marca de JxC y enviar señales de unidad. “Patricia terminó la campaña parada al lado de Mauricio y Horacio”, celebra una espada histórica de Pro.

Sorteada la interna, Bullrich confía en que pesará el músculo político de JxC y la idea de “equipo” que intentó transmitir al electorado, sobre todo, para garantizar gobernabilidad frente a la profunda crisis. “Llegamos con un envión favorable, pero Milei es una incógnita. Ya entregamos el examen, ahora hay que esperan”, sostiene un integrante de la mesa chica de la exministra.

Tras la cumbre con sus asesores, Bullrich avisó que tenía previsto visitar a sus nietos para descansar y recargar energía después de una semana de campaña extenuante, que incluyó una gira por el centro del país y excursiones al conurbano bonaerense, sede de la pelea más caliente por el poder. A la tarde planeaba ver el partido de Los Pumas y los All Blacks. Y no descartaba cenar en la casa de Eduardo Amadeo, quien convocó a varios referentes de Pro para amenizar la tensa espera en la vigilia electoral. Esperan con ansiedad el recuento. “Patricia estaba tranquila y contenta por la campaña. Confiada para el domingo y bien de salud”, dicen quienes la visitaron durante las últimas horas. Hasta se mostró de buen humor cuando repasó con sus leales anécdotas de sus últimas campañas.

El domingo, el día decisivo, Bullrich tendrá una rutina similar a la jornada de las PASO. A las 13, votará en el predio de Palermo de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y luego se recluirá en su departamento, donde aguardará los primeros datos de la elección junto a sus colaboradores más cercanos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/politica/la-vigilia-electoral-de-bullrich-entre-la-intriga-final-por-milei-un-dato-alentador-y-el-relax-junto-nid21102023/

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