Un nuevo caso de inseguridad sacudió a la localidad de Villa Elmira en el partido de La Plata cuando un grupo de asaltantes entró a robar a una panadería que era atendida por una mujer y a punta de pistola la amenazaron para que les diera el dinero de la caja registradora. “Dame todo o te doy un tiro”, le gritaron. El tenebroso asalto quedó registrado a través de las cámaras de seguridad del local.

El violento hecho ocurrió el lunes en alrededor de las 17.30 en una panadería ubicada entre las calles 7 y 89 de la mencionada localidad platense. Allí, dos delincuentes entraron armados, encapuchados y de forma impetuosa a la tienda para llevarse la recaudación del día.

En el interior del comercio estaba una mujer detrás del mostrador con su bebé en brazos, tal y como se ve en la grabación de seguridad. De inmediato, los hombres se abalanzaron sobre la vendedora y la amenazaron para que abra la caja registradora.

Con el botín en su poder no se vieron satisfechos y le quitaron a la mujer su teléfono celular y otros objetos de valor. Luego, se dieron a la fuga a pie.

Según consignó el medio local 0221, Los dueños del negocio comentaron a los agentes de la Policía que se acercaron tras el llamado de emergencia que era la segunda vez que les robaban en un lapso de ocho meses.

De la misma forma, los vecinos del barrio aseguraron que se trata de una zona liberada y que la garita que se instaló a pocas calles del lugar, entre la 7 y 94, “no sirve para nada”, porque “cada vez hay más robos”.

Otro robo de similares características ocurrió hace unos meses también en Villa Elvira, en La Plata, cuando un hombre vestido con el uniforme de la Policía de la provincia de Buenos Aires entró a robar a un negocio y amenazó de muerte a las personas que compraban y atendían en el lugar. El asaltante apuntó con un arma para que le dieran el dinero de la caja registradora.

El robo sucedió por la tarde a plena luz del día en un kiosco ubicado entre las calles 13 y 85. Allí, un hombre vestido con el uniforme de la Policía local, ingresó al negocio y tomó por sorpresa, al grito de “al suelo” a dos clientes y a la empleada que estaba del otro lado del mostrador.

De manera intempestiva, el ladrón sacó un arma del pantalón y le apuntó directo a la cabeza a los clientes para que se hicieran a un lado y pudiera acceder con mayor facilidad a la caja registradora. Asimismo, le ordenó a la mujer que atendía el local que le diera enseguida toda la plata recaudada, según consignó TN.

En medio de la confusión, por tratarse de una persona caracterizada como un agente de la ley, la mujer le suplicó que no le sacara el dinero y le dijo: “No, por favor, tengo una hija”, ante la posibilidad de que le pudiera disparar. Segundos más tarde, el delincuente se retiró por la puerta de entrada sin dejar rastros y sin ser detenido por la Policía.