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La pasión federal por las ferias

Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires. El dicho sirvió por años para marcar la distancia entre la capital y el interior, pero también confirmó la inexistencia de un mercado co...

Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires. El dicho sirvió por años para marcar la distancia entre la capital y el interior, pero también confirmó la inexistencia de un mercado consistente más allá de la General Paz, dado que la legitimación pasaba por una exposición en la capital, tanto en un museo como en una galería. Salvo contadas excepciones de artistas que vivieron y triunfaron en su lugar de origen, como Malanca y Cerrito en Córdoba, por ejemplo.

En los últimos tiempos cambió la tendencia y fue creciendo un furor por el interior traducido en la pasión por las ferias, hecho que confirma el espíritu federal, algo políticamente correcto tanto en las fórmulas presidenciales como en el interés de coleccionistas, artistas, críticos y curadores por viajar al interior e intercambiar “figuritas” con sus pares provincianos, también por conocer artistas que nacieron y crecieron lejos del epicentro capitalino. Algunos lograron con su estilo un éxito fenomenal e internacional. Tal vez el mejor ejemplo sea el de Gabriel Chaile, tucumano de pura cepa, a quien la curadora de la última Bienal de Venecia, Cecilia Alemani, consagró definitivamente al exhibir su obra en los Arsenales venecianos.

Este cambio de estrategia fue acelerado por la pandemia. Condenados al metro cuadrado propio, a quedarse en casa, no viajar y mirar lo que está más cerca. Se suma también la presencia de un puñado de coleccionistas que traccionan fuerte la tendencia, como son los cordobeses Maranzana, Bugliotti y Lorenzo. Profesionales en fusionar en sus colecciones modernas y contemporáneas el gusto por los artistas de su tierra con obras de argentinos consagrados calidad museo.

Este año la temporada de ferias fue inaugurada en Corrientes, con la quinta edición de ArteCO, impulsada por Gabriel Romero, arquitecto, custodio del patrimonio, coleccionista, presidente del Instituto de Cultura, con rango de ministro. La feria resultó un éxito de público y consolidó la posición del arte de la región que se “toca” con Paraguay, donde hay un potencial mercado que crece al ritmo de una economía boyante. Solo un dato: los vuelos, que salen de Córdoba y hacen escala en Asunción con destino Madrid, van llenos.

Corrientes es una sorpresa en todo sentido. Tiene sus mitos, costumbres y una gastronomía propia, que va del pacú a cinco variantes de chipá; más la maravilla del Paraná y “La Alondra”, un hotel, llamado por sus dueños casa de huéspedes, que está en el top five de la canónica revista Wallpaper.

Con una larga tradición de arte, originada en la influencia jesuítica y en la presencia de Fader como artista ícono, Córdoba tiene su feria que se llama casualmente Mercado de Arte. La ciudad mediterránea siempre fue destino de artistas, desde Spilimbergo a Carlos Alonso, Mantegani, Seguí, Dávila, Palamara, Raul Díaz, Hugo Aveta, Fraticelli, Cambre, Grisanti, Ocampo y tantos más. Lo interesante de esta última edición fue la fuerte presencia de galerías de Buenos Aires que encuentran el clima y la clientela propicia para expandir las fronteras de su radio de acción habitual. Dicho por los protagonistas: “El viaje vale la pena”.

En esta secuencia de ferias federales se destacan las nuevas ediciones de Santa Fe y Rosario. Ambas ciudades exhiben una larga tradición ligada al arte. Que Rosario siempre estuvo cerca es la mayor verdad. Cuna de grandes coleccionistas como Domingo Minetti. Su colección, rematada en Posadas SA el siglo pasado, tenía dos joyas museísticas: una terraza de Spilimbergo y El banco del jardín, de Ernesto De la Cárcova. Divinos cuadros. Queda claro que el turismo planetario se mueve hoy de feria en feria, de bienal en bienal y de museo en museo. No en vano, Rudolph Giuliani ,cuando era alcalde Nueva York, puso 600 millones de verdes en la ampliación del MoMA, porque el museo ampliado exige un día más de estadía en la Big Apple, con lo que esto representa en hoteles, comidas, shopping y tentaciones.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/la-pasion-federal-por-las-ferias-nid01072023/

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