Si bien las adopciones de mascotas se incrementaron durante la pandemia, la crisis del Covid-19 también dejó una triste realidad: la muerte de miles de personas. Justamente, a raíz de la pandemia, la pequeña Mila quedó en un centro de rescate en Perú. “Durante la cuarentena, nos enteramos del caso de Mila: una tienda pet shop en Pueblo Libre la acogió temporalmente tras la muerte de sus dueños. Inmediatamente, fuimos a buscarla”, cuenta Fernanda Vásquez, una de las fundadoras de Ladras Madrinas.

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Junto a sus amigas y socias, Natalie y Allison Parodi, Vásquez fundó Ladras Madrinas hace más de tres años, una organización sin fines de lucro que promueve adopciones y hogares temporales de perros y gatos.

“Nosotras nos encargamos de que las mascotas encuentren un hogar seguro a través de las redes sociales, y de monitorear al 100% las adopciones. Hasta el momento, hemos logrado dar en adopción a más de 15 perritos. Incluso, hemos adoptado a algunos”, reveló.

A través de las redes sociales, Vásquez fue contactada para ayudar a Mila. “Actualmente, ella está vacunada, desparasitada y también entrenada, ya que un entrenador le brindó un hogar temporal y nos apoyó con su educación”, explicó.

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Lamentablemente, Vásquez no pudo adoptar a Mila, por el hecho de que tiene un perro con problemas de conducta, que no se lleva bien con otros canes porque es muy territorial. Por eso, hoy el animal está en casa de unos familiares hasta que se encuentre un hogar seguro para Mila.

“No entiendo por qué no hemos podido dar con un adoptante para ella. Quizás necesitamos un mayor alcance y difusión para dar con la familia ideal. Sí nos han escrito varias personas, pero jamás insistimos porque sabemos que, las personas que realmente quieren adoptar, demuestran interés en todo el proceso”, agrega.

Hace unos días, Mila estuvo muy cerca de encontrar un hogar y una familia. Y es que, una señora estuvo muy interesada en adoptarla y llevarla a Huaraz e, incluso, Ladras Madrinas realizó una colecta para poder costear su pasaje.

“Tuvimos varias reuniones con la señora, y nos aseguramos de que todos sus datos fueran correctos. Por eso, íbamos a viajar con Mila a Huaraz. Lamentablemente, un día antes del viaje, ella canceló la adopción”, señala.

Si bien se logró recaudar el dinero necesario para costear el viaje de Mila, Ladras Madrinas se puso en contacto con todos los donantes para informarles sobre lo sucedido, y devolverles el dinero. Hoy siguen en búsqueda de un hogar para la pequeña.

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“Mila sigue aquí. No hay forma de que la entregue por entregar. Dentro de todo el Perú, debe haber alguien que realmente la quiera adoptar con todo lo que eso involucra. Es una situación complicada, porque hoy mi perrito no puede estar en casa, pero jamás la dejaremos sola”, puntualizó Vásquez.