La buena nutrición es fundamental para propiciar y mantener el óptimo funcionamiento del cuerpo. Es bien sabido que una dieta balanceada y saludable es necesaria para ayudar a prevenir y reducir el riesgo de problemas de obesidad y enfermedades cardiovasculares, así como otras posibles afecciones.

No obstante, mantener y crear el hábito de consumir las porciones y comida correcta es todo un reto, pese a que se conoce qué proteínas, frutas, fibra y vegetales deben estar incluidas en la ingesta diaria, desconocer como agregarlas en su plato puede ser un arduo trabajo.

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De acuerdo con el portal de la Escuela de Salud Pública de Harvard, para entender cómo distribuir los alimentos en su consumo diario, existe un método que puede ser muy efectivo para cualquier comida del día.

El plato saludable consiste en dividir de forma equitativa los elementos principales e idóneos en un solo lugar y conforme a los nutrientes esenciales que su cuerpo necesita. Eso implica tener presente todos los elementos que forman una alimentación balanceada que siempre esté compuesta de proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas, minerales y agua, según el instructivo de alimentación saludable de la Organización Mundial de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Según, el portal de la facultad de salud de la universidad estadounidense, para organizar su plato con los ingredientes que requiere su nutrición, solo hace falta racionarlo por porcentajes y secciones.

Allí se debe concentrar un alto número de verdes que representen la fibra que su cuerpo necesita para facilitar el buen funcionamiento de su sistema digestivo e intestinal, así como la presencia de proteínas y ciertos carbohidratos.

”Los vegetales y hortalizas deben representar un 50 % del plato, mientras que la otra mitad debe estar dividida en partes iguales con un 25 % de cereales y otro 25 % de proteínas. La clave está en combinar las tres porciones y calcular sus raciones”, afirma la institución en su portal.

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Vale recordar que la existencia de proteína en las comidas es fundamental, debido a que le ayuda al cuerpo a reparar y producir células nuevas, además de contribuir a la etapa de crecimiento en los niños, adolescentes y mujeres embarazadas, de acuerdo con MedlinePlus.

Por otro lado, la presencia de carbohidratos como los cereales y sus derivados aportan fibra y minerales. De hecho, estos pueden ofrecer un mejor resultado si son integrales, ya que “ayudan a controlar los niveles de colesterol, masa corporal y presión arterial, además de disminuir el riesgo de diabetes y enfermedades cardiacas u otras afecciones”, de acuerdo con Mayo Clinic.

Finalmente, no olvides que ningún alimento puede reemplazar o sustituir un tratamiento o dieta y que antes de añadir un cambio a su nutrición siempre es necesario acudir en primera instancia a un especialista de cabecera que te otorgue la asesoría adecuada, con el fin de evitar cualquier efecto adverso que pueda afectar tu salud.