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El cambio de paradigma en el Mundial de rugby Francia 2023: el dominio de los europeos rumbo a cuartos de final

LA BAULE-ESCOUBLAC, Francia.- La Copa del Mundo de 2015 fue la gloria del Rugby Championship. En suelo europeo, en la casa de los inventores del rugby, los cuatro seleccionados de la Sanzaar llegar...

LA BAULE-ESCOUBLAC, Francia.- La Copa del Mundo de 2015 fue la gloria del Rugby Championship. En suelo europeo, en la casa de los inventores del rugby, los cuatro seleccionados de la Sanzaar llegaron a las semifinales. Cuatro años más tarde, el dominio del Hemisferio Sur se extendió con el título logrado por los Springboks, mientras que los All Blacks se subieron al podio. En esta edición de 2023, la balanza se está inclinando para el Norte. Los cuatro grupos tienen al frente a europeos: Francia, Irlanda, Gales e Inglaterra, todos casi adentro de los cuartos de final.

Su suponía que en Francia podía resurgir el rugby de Europa. Lo venían pronosticando los resultados después del Mundial de Japón y, ahora sí, se advierte cómo la pandemia golpeó con más dureza al Sur que al Norte. Mientras que en el dominio de la Sanzaar se terminó su joya, el Super Rugby, y cada país se fue por su lado, Europa nunca se detuvo, conservó todas sus competencias y ni siquiera postergó la gira de los Lions por Sudáfrica, en partidos que se disputaron sin público.

El primer impacto fuerte que provocó la pandemia acaba de comprobarse con el colapso de los Wallabies, al borde de quedar eliminados por primera vez en la primera ronda de un Mundial. A la crisis económica que ya traía antes del Covid, la Unión australiana se quedó sin una competencia de fuste para sus franquicias, doblegadas con amplitud por los neozelandeses en ese mini-torneo que armaron entre vecinos. A eso se le agregó una seguidilla de decisiones erráticas que llevaron a la peor versión que se recuerde de su seleccionado, dos veces campeón del mundo.

Hasta aquí, Francia venció a los All Blacks, Irlanda a los Springboks, Gales a los Wallabies e Inglaterra a los Pumas. 4-0 para el 6 Naciones sobre el Rugby Championship. Nunca, por ejemplo, los All Blacks habían perdido un partido en la primera rueda de un Mundial.

Sean cual fuesen los resultados de aquí al final de la primera ronda, los cuartos de final tendrán seguramente cuatro enfrentamientos Norte-Sur. Tendría que haber un milagro de Escocia para sacar de carrera a Sudáfrica o uno de Georgia para que no entre Fiji. Sería el mismo escenario que en 2015, cuando se encontraron All Blacks-Francia, Springboks-Gales, Pumas-Irlanda y Wallabies-Escocia, todos con triunfos de la Sanzaar. Hoy, esa situación podría darse a la inversa, aunque nunca hay que descartar a los dos grandes del Sur, Boks y ABs, que tienen suficientes armas para volver a ser campeones.

Sudáfrica es otra explicación al corrimiento del poder en el juego del rugby. En la pandemia, cuando ya Nueva Zelanda se había marchado solo para armar su propio Super Rugby, los campeones del mundo decidieron enviar sus franquicias a participar con los irlandeses, galeses, escoceses e italianos en el United Rugby Championship (URC), un torneo en el cual el dinero brota con mayor caudal que en la Sanzaar. La idea de salirse del Super Rugby también tuvo que ver con los largos viajes que debían realizar sus equipos en un mundo en el cual las rutas áreas también se modificaron.

Los Springboks, hoy los grandes candidatos del Sur para pelearle el título a los europeos, se beneficiaron con esa movida, ya que sus equipos fueron protagonistas principales del URC: Stormers y Bulls jugaron la final 2021-2022 y Stormers cayó con Munster en la definición de 2022-2023. La llegada de los sudafricanos a Europa también fortificó la competencia, y el poderío actual de Irlanda, que se nutre de sus dos equipos-base, Leinster y Munster, tiene una dosis de explicación allí.

La Argentina sintió el impacto que hoy sufre Australia, pero en otro contexto. El esquema “win-win” desde lo deportivo y lo comercial con el Super Rugby se le derrumbó de un día para el otro. Se disolvió Jaguares, se fue Gonzalo Quesada, los jugadores se marcharon a Europa y los patrocinadores o se retiraron o redujeron sus presupuestos. Entonces, ante este panorama, se buscó fortalecerse dentro de la región. En burbujas, con sinnúmeros de hisopados y análisis, y sorteando diversas dificultades, se apostó a la competencia de franquicias, con la SLAR, hoy la SAR, y eso explica en buena parte que Uruguay y Chile se hayan clasificado para el Mundial, que por primera vez tuvo tres países sudamericanos.

Pero así como ayudó a Uruguay y a Chile y seguramente lo hará en el futuro con otros países, a los Pumas la salida del Super Rugby les jugó en contra porque se volvió al viejo esquema de tener a todos los jugadores lejos y en distintos clubes. Aun así, la clase del rugby argentino logró post pandemia triunfos sobre los All Blacks, los Wallabies e Inglaterra, todos de visitantes.

Europa se está haciendo fuerte en Francia 2023. Con los que eran candidatos naturales, como Francia (¿habrá un milagro de la ciencia para tener a Dupont en cuartos de final?) e Irlanda, y con los que llegaban golpeados pero que aquí sacaron su chapa de históricos y coperos, como Inglaterra y Gales. La vieja dama, cargada de riquezas, de tesoros de historia y de arte, busca el trono del rugby.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/rugby/el-cambio-de-paradigma-en-el-mundial-de-rugby-francia-2023-el-dominio-de-los-europeos-rumbo-a-nid25092023/

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