Las reposeras están esparcidas por Hyde Park. En el momento de la foto solo una persona está recostada disfrutando del sol londinense, un lujo para esta cuidad donde el astro rey no suele asomarse con frecuencia. Tampoco es habitual ni en esta ni en muchas otras ciudades ver gente ociosa. El hecho de que las reposeras sean de diseño tradicional, de madera y lona, remite a tiempos pretéritos y lleva a remontarse a épocas cuando el reposo era una práctica bien vista. En estos tiempos que corren, no hacer nada se ha convertido en un pecado capital casi más vilipendiado que la pereza. La improductividad tiene tanta mala prensa que se la oculta. Hay muchos que hasta sienten culpa por todo aquello que podrían o deberían estar haciendo. Eso tal vez explique por qué hay una sola reposera ocupada por alguien que tiene la desfachatez de ni siquiera estar mirando una pantalla para justificar su existencia.