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Con pileta infinita: Recorremos una alucinante casa patagónica que se abre a la inmensidad del cerro

Por si acaso las vistas increíbles al cerro Chapelco no hubieran bastado por sí solas, los dueños de casa estuvieron acompañados por un arcoíris durante su primera recorrida por el lote. ...

Por si acaso las vistas increíbles al cerro Chapelco no hubieran bastado por sí solas, los dueños de casa estuvieron acompañados por un arcoíris durante su primera recorrida por el lote. No fue necesario agendar una segunda cita: el terreno tenía que ser ese. Además de la mágica compañía del fenómeno natural, ella, que se dedica a la terapia de artes expresivas, se sintió completamente interpelada, en tanto aquella imagen y sus colores aparecen de modo recurrente en las pinturas de esta disciplina de sanación.

El arquitecto Tulio Rossini –presente aquel día– prometió que desde todo el contrafrente se verían el cielo y la montaña, sin interrupciones, a la espera de otro regalo colorido, y también como respuesta al fanatismo de la familia por las actividades en la nieve y los paisajes blancos.

Fuego, agua y aire fueron los tres elementos que los clientes pidieron vivenciar. Aparecen en la chimenea central, en la pileta sobre la terraza y en el juego de alturas y ventanas cenitales.

Arq. Tulio Rossini, a cargo del proyecto y dirección de la obra

Gracias a una vasta experiencia de más de una década construyendo en San Martín de los Andes, Rossini supo que debía usar la propia casa como contención de la montaña, dada la pendiente pronunciada del lugar. Por eso, la vivienda tiene un frente compacto y se abre hacia el vacío por detrás, donde, como broche de oro, el paisaje se imprime en la superficie de una pileta de borde infinito.

Cálidos interiores

“Colgada de los tirantes del techo y con circulación libre a su alrededor, la chimenea de chapa se impone como protagonista, pero lo hace con cierta liviandad”

Del mismo tono y con la misma dirección de veta, las mesas se camuflan con el piso.

Las lámparas colgantes le aportan movimiento y un juego de escalas al living, sin embargo, por estar engamadas y caladas, no obstruyen las visuales

“En San Martín rige una ordenanza que exige que todas las cubiertas tengan al menos 20° de inclinación, y eso hace que los techos a un agua queden altos. Sacando provecho de eso, hicimos grandes ventanales para que nunca se corte la imagen de la montaña”

Cocina integrada

La cocina se integró al comedor para maximizar la luz y compartir sus amplias vistas. De ese modo, puede permitirse ventanas de menor tamaño que aseguran privacidad respecto de la calle

Las aberturas entre tirantes ayudan a maximizar la luz para compensar la caída del techo.

Dormitorios con el mismo lenguaje

Además de aportar calidez, el revestimiento de madera sobre las paredes de yeso colabora con la acústica.

El cielo raso de listones de eucalipto baja por una de las paredes del dormitorio principal para dar marco al respaldo de la cama, que, en contraste, se tapizó con un género color crudo.

Al igual que el eucalipto vertical de las paredes, la proporción alargada de los espejos acompaña la altura de este espacio.

“El ventanal del baño llega hasta el ras del jacuzzi para que, quien se acueste, vea más paisaje que pared”.

El remate eterno

Para todo el deck de la terraza se usaron tablas de lapacho obtenidas en el norte del país. “Acá, en el sur, las maderas son más blandas y no sirven para esto. Necesitábamos algo duro, que resistiera la intemperie”, explica el arquitecto

“La pileta tiene un tramo que vuela y un borde infinito, que acentúa la ilusión de estar en contacto directo con la naturaleza. Además, por su fondo oscuro, refleja la montaña y la acerca aún más a la casa”

Agradecemos a Juan Pablo Roveda, de JPR Experience, su colaboración en la producción de esta nota.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/revista-living/con-pileta-infinita-recorremos-una-alucinante-casa-patagonica-que-se-abre-a-la-inmensidad-del-cerro-nid13082023/

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