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Boca y River rumbo al Superclásico: dudas y certezas de cada uno

Jorge Almirón, entrenador de Boca, ya está en modo superclásico. La hinchada xeneize le recordó al equipo la importancia del partido con River: “El domingo, cueste lo que cueste...el domingo ...

Jorge Almirón, entrenador de Boca, ya está en modo superclásico. La hinchada xeneize le recordó al equipo la importancia del partido con River: “El domingo, cueste lo que cueste...el domingo tenemos que ganar”, cantaron anoche en las tribunas de la Bombonera. Con la semifinal de ida ante Palmeiras recién concluida, el DT evocó la última edición del partido contra River con una frase polémica: “El partido que me tocó jugar en cancha de River todos sabemos que fue un robo. Por eso el domingo hay que ganar, porque allá nos robaron”, sentenció el DT xeneize.

Almirón agregó: “Esa jugada ni siquiera fue revisada en el VAR, una situación bastante difícil de aceptar, si bien fue hace un tiempo, aún lo tenemos presente y esperemos ganar el domingo”. El partido se disputó el 7 de mayo y los millonarios -luego campeones del torneo- se impusieron por 1-0 gracias al penal posterior convertido por el colombiano Miguel Borja, en el Monumental

"LO IMPORTANTE ES EL DOMINGO, TENEMOS QUE GANAR... TODOS SABEMOS QUE EN RIVER FUE UN ROBO" Almirón, muy picante en la previa del Superclásico. 😱

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— SportsCenter (@SC_ESPN) September 29, 2023

En la previa del encuentro, que se disputará el domingo desde las 14 en la Bombonera, su colega de River parece tener todo más claro que el propio Almirón. Los de Núñez, después de todo, no tienen doble (o triple) competencia como Boca y sólo se enfocan en la Copa de la Liga Profesional. El entrenador xeneize, en cambio, tiene que dosificar las piernas y la energía de sus futbolistas. El jueves, Boca se juega el pase a la final continental frente a Palmeiras, en Brasil.

River, después de todo, pudo darse algunos lujos como haber guardado en la última fecha -empate 1 a 1 ante Banfield, de visitante- a tres históricos como Milton Casco, Enzo Pérez y Nicolás De la Cruz para tenerlos frescos para el superclásico. Boca, en cambio, tiene que rotar porque la exigencia es máxima: el calendario lo obliga a jugar jueves-domingo-jueves. En todo caso, River necesita mejorar mucho sus prestaciones fuera del Monumental: solo pudo ganar uno de los últimos 14 juegos al salir de Núñez con seis empates, siete caídas, 18 goles a favor y 26 en contra, con apenas una valla invicta (0-0 con San Lorenzo).

Lo curioso es que en los primeros 10 juegos del ciclo Demichelis había ganado ocho y perdido dos al salir de Núñez con 18 goles a favor, siete goles en contra y siete vallas invictas. Desde aquel 1-1 con un equipo alternativo ante Atlético Tucumán del 28 de abril, todo se desdibujó. Y aunque corre con la ventaja de haber ganado el único duelo con Boca del año por 1-0 en el Monumental y estar invicto en los cuatro clásicos que disputó, el Millonario llega alicaído y con un claro contraste con su efectividad en casa: lleva 18 triunfos consecutivos en una racha histórica y ganó 19 de los 20 del año. En caso de lograr un éxito en el superclásico, volverá a sumar tres puntos en la Bombonera después de cinco años y seis juegos (dos caídas y cuatro empates): la última vez fue 2-0 el 23 de septiembre de 2018 por la Superliga, con goles de Pity Martínez y Nacho Scocco.

Sin tantos kilómetros recorridos ni minutos disputados, Demichelis tiene todo más claro. También sabe que irá a la Bombonera con más presión: la Copa de la Liga es su único torneo del semestre y pudo regular las energías de su futbolistas. El entrenador millonario ensayó este viernes con un equipo tentativo, que tiene un par de modificaciones respecto al de hace algunos días. Sin otras exigencias que lo distraigan del foco principal, que para los suyos es el Superclásico: Franco Armani; Andrés Herrrera (aquí podría jugar Milton Casco), Leandro González Pirez (su último partido fue el 9 de agosto, contra Inter de Porto Alegre en Brasil), Paulo Díaz y Enzo Díaz; Enzo Pérez y Nicolás De la Cruz; Ignacio Fernández, Manuel Lanzini y Esequiel Barco; Miguel Borja. Ésa sería la base de River para jugar con Boca.

La hora de la rotación

Los jugadores de Boca desayunaron este viernes en el hotel de concentración y se dirigieron al predio de Ezeiza. Allí, el cuerpo técnico comenzó a evaluarlos para ver cómo están de cara al partido ante el rival de toda la vida. La formación para el domingo no depende de la voluntad que tenga cada futbolista de jugar, ni de la energía que muestren, sino de la administración de fuerzas que haga Almirón. El entrenador sabe que River es importante, por supuesto. Pero mucho más es la séptima Copa Libertadores, que está a tan solo 180 minutos: 90 en San Pablo y, si pasa a la final, otros 90 en el mítico Maracaná, el 4 de noviembre.

De todas formas, quienes el jueves terminaron tocados ante los brasileños no estarán disponibles para el superclásico. El primer descartado es, entonces, Marcos Rojo. El capitán xeneize pidió el cambio al sentir una molestia muscular en su pierna izquierda y fue reemplazado por Nicolás Valentini. Todo apunta a que el juvenil zaguero central ocupe su lugar desde el arranque frente a River. “Sentí algo en el gemelo. Espero que no sea nada”, dijo Rojo después del empate sin goles ante Palmeiras. Este viernes se hizo estudios, por precaución, pero en el búnker xeneize hay optimismo de cara a su presencia ya no en el clásico, pero sí en la vuelta contra Palmeiras. Las imágenes demostraron que existe una “sobrecarga muscular”. Pero no hay desgarro, para alegría de todos los hinchas xeneizes que quieren ver al líder de la defensa en San Pablo.

La defensa para el Superclásico, entonces, podría armarse con Sergio Romero; Marcelo Weigandt o Lucas Blondel, Nicolás Figal o Bruno Valdez, Nicolás Valentini y Marcelo Saracchi. El mediocampo es aún más difícil. Cristian Medina, por caso, terminó el partido contra Palmeiras con un golpe en la nariz que recibió en el primer tiempo. Es el jugador más regular de Boca en el año, pero también podría ser preservado para estar al 100% en Brasil. En su lugar podría jugar Ezequiel Bullaude. Los dos Fernández (Equi y Pol) también hicieron un gran desgaste y podrían integrar la rotación en la mitad de la cancha. El colombiano Jorman Campuzano y Juan Ramírez son dos candidatos para esos puestos.

Valentín Barco es un caso aparte. El juvenil de 19 años está en la sala de máquinas de todos los ataques de Boca. Es el amague, la gambeta, el quiebre de cintura; el vértigo. Jamás se esconde y el equipo xeneize lo necesita al 100%. “Hizo un gran desgaste”, dijo Almirón para justificar su salida de la Bombonera al minuto 71. El estadio criticó al entrenador por ese cambio. La pregunta es qué hará de cara al superclásico. El sentido común indica que Barco será preservado, y que en su lugar estará Lucas Janson.

¿Y adelante? Sabido es que Edinson Cavani querrá jugar para sacarse la bronca por los goles perdidos ante Palmeiras. Pero, también, Darío Benedetto pide pista con buenos ingresos desde el banco de suplentes. Los 36 años del goleador uruguayo serían motivo suficiente para que comience desde el banco. Y que el 9 sea el ex Arsenal y Olympique de Marsella (Francia). Sus laderos en ataque también están en discusión. De un lado, Exequiel “Changuito” Zeballos podría tener su chance desde el arranque, en el lugar de Miguel Merentiel. Y del otro, Lucas Janson por Barco. Así, Boca mutaría de un 4-4-2 contra Palmeiras a su más tradicional versión de 4-3-3.

En resumen, el equipo que podría presentar Almirón para jugar en su cancha con River sería: Sergio Romero; Weigandt o Blondel, Valdez o Figal, Valentini, Saracchi; Bullaude, Campuzano, Ramírez; Zeballos, Benedetto y Janson.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/boca-y-river-rumbo-al-superclasico-dudas-y-certezas-de-cada-uno-nid29092023/

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