El billete más grande en circulación no alcanza para un huevo de 150 gramos. La inflación no da tregua y los bolsillos lo sufren.

Tal como se temía, comprar un huevo de Pascua de primera marca y de tamaño medianamente respetable, será -este año- tan doloroso como cargar un litro de nafta súper, en la ciudad de Neuquén. De hecho, han superado la barrera de los mil pesos.

Tanta es la desproporción de estos tiempos inflacionarios que el Salario Mínimo Vital y Móvil (de misérrimos 21.600 pesos), apenas alcanza para 26 huevos de las marcas Rocklets y Kinder, que se venden a 1.099 y 1.089 pesos respectivamente, en una cadena de supermercados con eslabones en la provincia de Neuquén.

El Rocklets (inspirado este año en los dibujos de paw patrol) pesa 170 gramos y el Kinder (con las consabidas sorpresas) pesa 150 gramos; pero este último también tiene uno más pequeño (de 100 gramos) que se consigue a 789 pesos.

La diferencia con los precios de la Semana Santa de 2020 -que llegó prácticamente junto con la pandemia- es si se quiere considerable, pero no sorprende debido al alza constante de precios. Hace año, en el mismo local, los Kinder costaban 885 y 665 pesos respectivamente.

Hoy, para salir del comercio con un huevo de Pascua más modesto, acaso un Nugatón, hay que dejar 869 pesos en la caja. Pero también hay opciones más económicas o con menores pretensiones, como los productos de marca propia que cuestan 339 pesos; y un amplio abanico que incluye precios de 629, 428, 400, 329 y 269 pesos, según el peso y por supuesto la marca.

El Salario Mínimo Vital y Móvil lo fija el Consejo Nacional de Empleo, la Productividad y el Salario, integrado por representantes del sector sindical, del empresariado y del Poder Ejecutivo Nacional. Aquella estimación la hicieron en octubre con proyección para el mes en curso.