Casi en el final de un segundo día pasado por agua, Wimbledon le hizo lugar a un festejo argentino. En el cierre de la jornada, y luego de una modificación obligada por el clima, Tomás Martín Etcheverry completó una remontada enorme y doblegó al español Bernabé Zapata Miralles por 6-7 (5-7), 5-7, 6-3, 6-4 y 7-5. De este modo, el jugador surgido en La Plata se convirtió en el tercer jugador de nuestro país en la segunda ronda del torneo que se celebra en el All England, tras las victorias de Diego Schwartzman y Nadia Podoroska en la jornada inaugural.

Para Etcheverry, de 23 años y ubicado en el puesto 32° del ranking, fue su sexta victoria en torneos de Grand Slam, y la primera en Wimbledon, donde había debutado el año pasado con un tropiezo en la ronda inaugural. En la próxima etapa, se enfrentará con el suizo Stan Wawrinka, exnúmero 3 del mundo y actualmente en el puesto 88° de la clasificación del circuito, que en su primer partido superó al finlandés Emil Ruusuvuori por 7-5, 7-5 y 6-4.

El partido entre el argentino y el español había empezado el lunes en la cancha 11; lluvia mediante, se mudó al Court 1, el segundo escenario en importancia del All England, y el segundo con techo corredizo, junto con el Court Central. El resultado del primer día, con Zapata Miralles en ventaja de dos sets a uno, no le dejaba al jugador de La Plata más opción que ganar los dos parciales para seguir en carrera.

Más allá de ser el 53° del ranking, Zapata Miralles, que pasó por Argentina en la gira sudamericana de febrero pasado, ya había mostrado sus armas: buena devolución, capacidad de anticipo, y predispuesto a batallar cada punto, con pocos errores en el intercambio. Con esa premisa, siempre dentro de un duelo parejo, había tomado de los errores de Etcheverry en los dos primeros sets. Pero el argentino regresó renovado el martes, dispuesto a cambiar el curso del partido.

El arranque fue parejo, punto a punto. Etcheverry presionó en el tercer game y consiguió al fin el quiebre en el cuarto break-point para pasar al frente. De inmediato debió salvar su saque en dos ocasiones para mantener la diferencia. Cerró el sexto game con el mejor punto del partido, un intercambio que lo tuvo la mayor parte del tiempo en defensa, pero consiguió contraatacar y sentenciar en la red para ponerse 4-2.

Del otro lado, Zapata Miralles hacía lo suyo con varios passings paralelos, de derecha o de revés, para equilibrar el desarrollo. Tomaba más la iniciativa el argentino, pero el español lograba contrarrestarlo en varias ocasiones.

Nuevamente volvió a quebrar Etcheverry en el tercer game del quinto set, en el que ya empezó a hacer pesar su derecha invertida. Pero el saque empezó a decaer y Zapata Miralles generó chances para emparejar el duelo. No pudo el español en el sexto juego, pero sí en el octavo para dejar 4-4 y adelantarse después de un buen tramo con su servicio para el 5-4.

Sin margen de equivocación, el argentino reapareció con lo mejor de su juego: conservó con solvencia su servicio para el 5-5, y apuró con la devolución para sorprender al español, que falló una volea y cedió su servicio (5-6). Con su servicio, en el tercer match-point, Etcheverry conectó un saque ganador y sentenció un triunfo enorme. Primera victoria en Wimbledon y primer éxito después de ceder los parciales iniciales, en el imponente Court 1. Para no olvidarlo jamás.

Etcheverry terminó el duelo con 10 aces, 72 winners (el equivalente a 18 games ganados con tiros ganadores) y 66 errores no forzados, contra 44 aciertos y 46 fallos del español, todo dentro de un cotejo muy parejo. Generó más chances de quiebre Zapata Miralles (21), pero sólo capturó 4, mientras que el argentino quebró en 6 ocasiones sobre 15. En esos detalles estuvo la diferencia de un triunfo valioso para el jugador platense, en una temporada en pleno ascenso.

“Es mi primera victoria en Wimbledon, ha sido un partido increíble. Fue un honor jugar en esta cancha, y espero hacer las cosas bien en la próxima ronda. Ayer (tras la suspensión) me vino bien que se parara el partido. Hoy tuve la oportunidad de jugar y ganar”, destacó Etcheverry en la entrevista en plena cancha apenas concluyó el encuentro.

Lo que viene, casi de inmediato -se prevé que el cotejo debería empezar el miércoles por la tarde, en cancha a designar-, será un duelo ante el experimentado Wawrinka. Wimbledon no es un torneo en el que haya brillado el suizo, que a los 38 años es el jugador de mayor edad en el cuadro principal, pero sí llegó un par de veces a los cuartos de final, la última en 2015.

La de Etcheverry fue la única participación argentina en una jornada marcada por la lluvia, que restringió la actividad a los dos únicos escenarios con techo. Así, fueron cancelados los estrenos de Francisco Cerúndolo frente al portugués Nuno Borges, y el de Federico Coria ante el bielorruso Illya Ivashka. También quedó sin continuar el cotejo entre Guido Pella y el croata Borna Coric, que el zurdo de Bahía Blanca dominaba por 6-3 y 4-4. Estos cotejos están en el programa del miércoles, que además incluye el partido entre Diego Schwartzman y el italiano Jannik Sinner (8°) en el tercer juego del Court 1, y el duelo entre Nadia Podoroska y la bielorrusa Victoria Azarenka, a jugarse en el quinto turno de la cancha 2; estos dos, ya correspondientes a la segunda rueda.