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Volvieron los Rolling Stones: cómo es “Angry”, el primer tema y video de su nuevo disco, Hackney Diamonds

Tras una espera de cuatro minutos que se hicieron tan eternos como los ...

Tras una espera de cuatro minutos que se hicieron tan eternos como los Rolling Stones, la pantalla dejó atrás una suerte de collage alfanumérico con música tecno lounge para darnos los tres minutos y cuarenta y seis segundos de “Angry”, el primer corte de Hackney Diamonds, álbum de estudio número 24 y el primero con canciones nuevas desde 2005, que se publicará el 20 de octubre.

En el principio es, como al principio, Mick Jagger marcando cuatro siguiendo el beat de Steve Jordan, el reemplazante que él mismo Charlie Watts sugirió como reemplazo meses antes de su muerte, el 24 de agosto de 2021. En la segunda vuelta aparecen las manos mágicas de Keith Richards y Ron Wood con un riff abierto y poderoso que parece salido de Tatoo You. Y ya luego, en una marca indeleble, se suma el bajo de Darryl Jones, lo que hace que los Rolling Stones, después de 60 años, tengan una base rítmica negra, acaso el reconocimiento final a que sin los blues de Muddy Waters, Willie Dixon y Otis Rush acaso ni siquiera hubieran existido.

“No te enojes conmigo, nunca te he causado daño”, arranca Jagger, la voz cada vez más nasal pero tan vital como en A Bigger Bang, el último disco de estudio (Blue & Lonesome, 2016, era una colección de los blues que tocaban entre 1962 y 1964). Difícil saber a quien está dirigido, pero podrían ser todos quienes pasaron por el círculo de fuego de los Glimmer Twins (el seudónimo de Jagger y Richards como productores), desde Brian Jones a Marianne Faithfull (que en su paso por Buenos Aires, en 2011, definió al grupo como “una corporación”) en adelante. Hasta cuando dice: “No te enojes conmigo, no me escupas en la cara”, Jagger pareciera estar en un no-tiempo stone en el que ajusta cuentas con los punks que los daban por acabados en 1977. ¿Y qué decir de Sonic Youth, que en los 80 proponía reemplazarlos por robots? Bueno, aquí están de nuevo. Tal como en aquel pub de Denmark Street donde le dieron su primer álbum a dos periodistas de las revistas Melody Maker y New Musical Express para tener la primera review de sus vidas. Sesenta años después. Hasta suena absurdo de solo pensarlo.

Como viene sucediendo desde los 90, los Stones no solo trabajan por mantener la marca “La banda de rock & roll más grande del mundo”, sino que se han convertido en maestros Shaolin de la expectativa. No cuelgan una nueva canción en las plataformas sin más, sino que convocan a un evento global y plantan en el ciberespacio un video donde, una vez más, el hedonismo despiadado que los volvió una amenaza pública en los 60 es encarnado en una joven femme fatal. En 2023 le toca a Sydney Sweeney, que pasea su cuerpo sexy en cuero negro sobre el capó de un Mercedes rojo a través de Sunset Boulevard, Los Ángeles. Nada crepuscular, ninguna reflexión sobre la muerte o el calentamiento global y el fin del mundo tal como lo conocimos. Los Stones transfieren la libido de ayer a una actriz rubia, joven y hermosa y se dedican a ser los mejores intérpretes de ellos mismos. Así, en lo que podría ser un deep fake de autor aparecen en las marquesinas de Los Ángeles en distintas épocas pero como si “Angry” hubiera existido más o menos desde hace cincuenta años, 1973, cuando editaron el álbum Goat’s Head Soup, cuyo corte no era otro que la indeleble balada “Angie”. De “Angie” a “Angry”, podría resumirse.

El mecanismo es prodigioso y el concepto es que “Angry” se integre al canon memorable de Jagger y Richards. Desde lo visual resulta una suerte de historia de la promoción de los Stones donde se reconocen en relámpagos escenas que ya son parte del inconsciente (de sus fans) de los videos de “It’s Only Rock and Roll”, “She’s So Cold”, “Miss You”, “Love is Strong” o capturas de giras de los 70 y 80 donde alternan entre el look glam superstar y el estilo new wave de Studio 54. Un pase de tambores de Steve Jordan coincide así con la imagen de Charlie Watts circa 1973, mientras que el arranque del solo de Richards es doblado en una postal de su estilo junkie de mitad de los 70. En este pequeño museo on the road de los Stones hay, incluso, lugar para que se dejen ver Mick Taylor y Bill Wyman, pero las escenas no van más atrás de 1972, con lo que el desgraciado Brian Jones, quien le dio nombre al grupo, permanece, aún, en el fondo de la pileta. Se trata de una afirmación muy precisa: los Rolling Stones tal como llegaron hasta 2023 empezaron en los 70 y no en los años del Swinging London. Y eso es lo que también quieren decir con el sonido de “Angry”.

¿Merece “Angry” un lugar en ese canon junto a “Brown Sugar”, “It’s Only Rock & Roll”, “Start Me Up” o, incluso, “Mixed Emotions”? La vara es demasiado alta y el estreno es casi una excusa para celebrar que estén vivos y todavía representen la pulsión primaria del rock & roll, el fenómeno más duradero de la música popular en la posguerra. ¿Posguerra? ¿Siglo XX? ¿Rolling Stones? Las mismas afirmaciones se disuelven como arena entre los dedos. Desde el minuto dos con catorce segundos, cuando la canción se deja ir en un coro que repite “Angry” en contrapunto con los clásicos regaños de Jagger y arranca el solo de Richards, todo es pura gloria. Esa palabra “Angry” (podría traducirse como en los tiempos del LP como “Iracundo”) que definió a la contracultura inglesa de los 50 (“Angry Young Men”) queda flotando junto a las guitarras que cortan en seco, el sonido espaciado en un eco arrojado al infinito.

En 1974, una andrógina Patti Smith que buscaba parecerse a Keith Richards le pedía a Dios que le dejara vivir para escuchar el próximo álbum de los Rolling Stones. Todo indica, una vez más, que podrá hacerlo. Da gusto imaginarla cantar “Angry”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/musica/volvieron-los-rolling-stones-como-es-angry-el-primer-tema-y-video-de-su-nuevo-disco-hackney-diamonds-nid06092023/

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