Quizás se detuvieron a celebrar el éxito de su violento asalto. Pero la alegría les duró poco. Los cuatro ocupantes del auto en el que una banda de ladrones escapó tras haberle robado cientos de miles de pesos a una mujer en San Martín, fueron arrestados en una parrilla al paso del barrio porteño de Villa Soldati.

El sistema de monitoreo porteño fue crucial en la captura. Las cámaras del Anillo Digital captaron el paso del auto, cuya patente había sido reportada en relación con aquel asalto, y los operadores guiaron a las patrullas de la Policía de la Ciudad hasta el puesto callejero frente al cual el auto había estacionado, en la zona de las avenidas Roca y Escalada. Lo demás fue pura rutina.

Según informaron fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, “personal de Anillo Digital fue requerido por medio de los operadores, luego de detectarse en las lectoras de la avenida Escalada al 2700 el paso de un Peugeot 2008 de color blanco que tenía una alerta por registrarse un robo en una vivienda de San Martín”.

Se hizo un seguimiento en tiempo real del vehículo y los efectivos motorizados dieron con él en la intersección de Roca y Escalada, donde los ocupantes del coche habían bajado para comer en una parrilla al paso.

Los policías esperaron a que los sospechosos regresarán al Peugeot. Estoy, actuaron con rapidez y precisión, según se.observa en la filmación que registró el procedimiento.

La primera identificación arrojó que los sospechosos eran tres jóvenes de 19 años y una mujer de 40. En la requisa se les secuestraron 292.000 pesos, 545 dólares y 21.000 liras italianas, además de 4 teléfonos celulares y documentación del auto.

Pronto se supo más de los sospechosos. Fue cuando aparecieron en el lugar efectivos de la comisaría 8a. de San Martín.

Los oficiales les relataron a sus pares que en ese Peugeot blanco que había sido reportado como robado iban los cuatro delincuentes que, poco antes, habían asaltado a una mujer en la puerta de su casa, en la localidad de Villa Concepción.

La mujer había denunciado que una mujer había llamado a la puerta de su casa pidiendo ayuda porque, supuestamente, se le había escapado el gato. Pero era un truco. Abrió, y ya fue demasiado tarde para advertir que se trataba de una trampa.

Entraron en acción los jóvenes, que la golpearon en lavara e incluso le colocaron una bolsa de nylon en la cabeza -método de tortura conocido como submarino seco- para obligarla a entregar todo el dinero que tuviera en la casa.

Los asaltantes escaparon con un jugoso botín en dirección a la avenida General Paz, y, luego, fueron por la ruta de circunvalación porteña en dirección al Riachuelo. Pero su éxito fue efímero.

Según se informó, los cuatro detenidos quedaron a disposición de la Justicia, acusados de “robo en poblado y en banda, lesiones y privación ilegítima de la libertad”.