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Una huella, una ceja y un tatuaje: las tres claves para identificar al hombre que abusó a una joven en Las Cañitas

La huella de un dedo meñique, extraída de una pequeña caja de jugo que dejó el delincuente en el lugar del ataque, fue la que comenzó a destrabar el enigma para identificar al abusador de una ...

La huella de un dedo meñique, extraída de una pequeña caja de jugo que dejó el delincuente en el lugar del ataque, fue la que comenzó a destrabar el enigma para identificar al abusador de una empleada de una panadería en la zona de Las Cañitas, en Palermo. También fueron claves un detalle particular en la ceja izquierda y un tatuaje tribal en el antebrazo derecho para ponerle un nombre y apellido al hombre que habría cometido el robo y la agresión sexual.

Un trabajo conjunto entre la Policía Federal Argentina (PFA), la Policía de la Ciudad, el fiscal Carlos Velarde, y la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (Ufecri), a cargo de José María Campagnoli, pudo identificar y detener al sospechoso, Paulo Antonio Díaz, a tres días del ataque sexual y el robo.

Ayer por la tarde, personal de la División Delitos contra la Integridad Sexual de la Policía de la Ciudad detuvo al sospechoso de la violación de la empleada de la panadería de Palermo en la zona de Maquinista Savio, en el partido bonaerense de Escobar.

“El detenido de 35 años fue identificado e individualizado gracias al trabajo del Laboratorio de Escena del Crimen de la Policía Científica, que logró obtener huellas dactilares de un envase de jugo que el detenido dejó en el lugar. Con esas huellas se logró una identificación indubitable, por lo que el Juzgado otorgo la orden de captura”, informó la Policía de la Ciudad tras la captura de Díaz, quien cuenta con antecedentes penales desde 2010 y que incluyen robos, amenazas y abusos.

El nuevo robo, seguido de abuso sexual, ocurrió solo 15 días después de que recuperara su libertad luego de tres meses detenido por un intento de robo cometido el 15 de julio pasado en Belgrano. Díaz ya había cumplido una condena de dos años y medio de cárcel por un “abuso sexual agravado por el uso de armas” hasta noviembre del 2022.

La primera pista

Por el caso, la Policía de la Ciudad conformó un “comité de crisis”, en el que intervienen distintas dependencias de esa fuerza de seguridad que trabajaron sobre dos posibles domicilios donde podía estar el sospechoso, uno en Capital Federal y otro en provincia de Buenos Aires.

Los peritos de Policía Científica trabajaron sobre un elemento clave con el que el propio delincuente llegó y dejó en el comercio de la calle Soldado de la Independencia al 700: un envase tipo tetrabrik de jugo de naranja.

Ese envase fue preservado y de allí se pudo extraer una huella dactilar de un dedo meñique que fue apta para un cotejo con la base de datos del Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Digitales (AFIS, por su sigla en inglés) y así se pudo obtener lo que se denomina “ADN de contacto”.

A su vez, al margen de las imágenes de las propias cámaras del local donde el delincuente quedó filmado -y algunas de las cuales se difundieron ya por redes sociales, chats vecinales y algunos medios de comunicación-, los investigadores analizaron otros videos con los que reconstruyeron la ruta de llegada y escape del abusador.

Con ese ADN de contacto saltó el primer indicio de que Díaz podría haber sido el responsable del ataque sexual y el robo. Las imágenes de las cámaras permitieron cotejar por el “sistema Simp Ibios” de la PFA donde estaba registrado el prontuario del hombre detenido.

Allí se contaba con una serie de fotos de las características particulares del hombre de 35 años. Una profunda cicatriz en la ceja izquierda y uno de los tres tatuajes que poseía, en el antebrazo derecho, fueron registrados en diferentes cámaras de seguridad.

Según información a la que accedió LA NACION, tras la comparación de imágenes, la División de Individualización Criminal de la PFA, expuso que había logrado las siguientes similitudes:

Contorno del rostro: De formato ovalado.Frente: alta, con línea de inserción del cabello con forma recta, en donde se aprecian arrugas frontales.Pelo: de color oscuro, con un peinado de raya lateral con caída hacia la izquierda del observador.Cejas: de forma recta, apreciándose falta de pilosidad en la ceja derecha, lo cual podría atribuirse a una “Cicatriz”Nariz: de raíz mediana, dorso de recorrido irregular, con la presencia de surcos nasogeneanos al costado de las fosas nasales.Boca: de dimensión mediana.Mentón: De forma cuadrado.Marcas dérmicas: se aprecian marcas dérmicas en brazo izquierdo de acuerdo al observador, lo cual podría atribuirse a “Tatuajes”, con similitud de ubicación, tonalidad y morfología.Una de las zonas más custodiadas

El ataque sexual ocurrió cerca de las 7.30 del domingo pasado en el café y panadería Craft Vegan Bakery. La empleada, de 20 años, había dejado aún la cortina baja, pero la puerta de esa persiana estaba abierta, ya que esperaba la llegada del proveedor que todas las mañanas le entrega el pan y el resto de los productos.

Esa situación fue aprovechada por el delincuente. El agresor vestía una remera blanca con un logo negro en el frente y un pantalón gris deportivo y, por lo que se ve en las imágenes, tiene entre 30 y algo más de 40 años.

El delincuente robó algo de dinero que había en la caja y llevó a la víctima a un cuarto ubicado en la parte posterior del local, donde la ató con los cordones de las zapatillas y abusó sexualmente de ella.

Fuentes de la investigación habían revelado que el abusador estuvo aproximadamente media hora dentro del negocio y que en ese lapso, el proveedor de la panadería llegó al local y dejó los productos, sin advertir lo que estaba pasando.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/seguridad/una-huella-una-ceja-y-un-tatuaje-las-tres-claves-para-identificar-al-hombre-que-abuso-a-una-joven-en-nid02112023/

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