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Tenía familia pero la abandonaron; fue atacada y salió de la maleza para pedir ayuda: “Es un honor que elija confiar en mí”

Buscó seguridad. Estaba completamente aterrada. Y corrió por el vecindario con la esperanza de que quizás alguien pudiera ayudarla. Casi sin darse cuenta, acababa de dejar atrás una vida en la ...

Buscó seguridad. Estaba completamente aterrada. Y corrió por el vecindario con la esperanza de que quizás alguien pudiera ayudarla. Casi sin darse cuenta, acababa de dejar atrás una vida en la que había conocido el maltrato y el abandono.

Aunque había conocido lo que era una familia, una tarde, sus humanos decidieron abandonarla. De alguna forma logró sobrevivir por su cuenta, en soledad. Pero todo se complicó cuando un grupo de perros la atacó. Fue entonces que corrió desesperada por el barrio que alguna vez había sido su hogar. Los vecinos, preocupados, se hicieron cargo de la situación de la mejor forma que pudieron. Primero le rogaron a la persona que había sido responsable de Dolly que se hiciera algo, pero él se negó. Por su parte, la agencia de Control Animal dijo que lo único que podían hacer era dispararle. Entonces buscaron la ayuda que cambiaría su historia.

Después de dos semanas de intentos fallidos, pudo rescatarla pero temió no haber llegado a tiempo: “Se caía de lo débil que estaba”

Se animó a asomarse entre los arbustos

Pronto, todo un equipo de voluntarios, incluido el personal de Kanda Farm Sanctuary, salió a buscar a Dolly. El primer día de búsqueda, un voluntario quedó atónito al notar su rostro rosado cuando la cerda de animó a asomarse entre los arbustos. Pero todo duró escasos segundos. Aún desconfiada de los humanos, Dolly rápidamente se alejó y regresó a la maleza.

Durante los siguientes once días, los rescatistas buscaron incansablemente a Dolly. Instalaron un corral con la esperanza de que ella entrara. Finalmente, Dolly, cansada y curiosa, entró en el corral y un voluntario cerró rápidamente la puerta. Kate Yundt y su esposo, Andrew, cofundador de Kanda Farm Sanctuary, estaban aliviados al saber que Dolly ya estuviera a salvo. Sin embargo, todavía todos tenían un largo camino por recorrer.

“Fue un alivio que la atraparan”

“Fue increíblemente aliviador que la atraparan, pero también muy estresante ya que tuvimos que organizar su traslado sobre la marcha. Pasaron aproximadamente doce horas desde que recibí el mensaje que anunciaba que había sido atrapada hasta que llegó sana y salva al Purdue Large Animal Hospital”. Allí le darían los primeros cuidados y evaluarían cuál era su estado de salud.

Una semana después, finalmente Dolly pudo ser trasladada a Kanda Farm Sanctuary. Al comienzo se mostró nerviosa con los cambios. Pero al menos, conocía a Kate de las visitas que ella le hacía mientras estaba en el hospital. Al principio quería dormir en su caja de arena en lugar de hacerlo en su cama.

“Es la cerda más dulce del mundo”

“Dolly es absolutamente la cerda más dulce del mundo, especialmente después de todo lo que ha pasado. Fue la paciente perfecta cada vez que tuve que limpiarle el absceso con el que llegó una vez al día. También recibió una inyección de antibiótico cada cuatro días. Aunque estaba claramente molesta por esto, lo tomó con mucha tranquilidad. La mayoría de los cerdos hubiera respondido con una mordida a esos cuidados. Pero ella es muy dulce. Creo que sabe que estamos aquí para ayudarla, aunque tenga miedo. Me he encariñado mucho con ella y siento que se siente más cómoda cuando estoy cerca”.

Pasaron algunas semanas hasta que Dolly se animó a salir de su recinto. Al comienzo solo se animaba a quedarse parada en la puerta y asomaba su cabeza, pero no salía. Hasta que una noche dio el paso que la llevó a recorrer, con mucha cautela, parte de la casa donde está acomodada.

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“Es un honor que me haya elegido”

Cuando viven en un entorno natural, no en granjas industriales, los cerdos son animales muy sociables, juguetones y protectores que crean lazos unos con otros, hacen sus camas, se relajan en el suelo y se refrescan en el lodo. Según un informe de Anima Naturalis, los cerdos tienen sueños, reconocen sus nombres, son capaces de jugar a videojuegos y llevan vidas sociales de una complejidad previamente observada únicamente en primates.

Las personas que hacen voluntariados o trabajan en refugios con frecuencia describen a los cerdos con adjetivos que denotan características humanas debido a que han aprendido que, como los humanos, los cerdos disfrutan al escuchar música, jugando con balones de fútbol, o recibiendo masajes.

Los cerdos usan diferentes sonidos y tonos para comunicarse. Uno de los ejemplos más claro (y tierno) es el de madres lactantes que le cantan a sus crías mientras estos se están amamantando. Hay evidencia de que estos no son simplemente ruidos funcionales y se tratan más bien de sonidos para crear una conexión y construir un lazo emocional entre la madre y su cría. Los lechones también aprenden a identificar el sonido de la voz de su madre y así poder buscarla cuando ella los llame, diferenciando su voz de las otras cerdas.

“Dolly estaba nerviosa por estar fuera de su zona de confort literalmente, pero su cola se movía y caminaba. Después de un rato me acosté en el suelo y ella caminó hacia mí y se tumbó a mi lado. En el lapso de unos minutos Dolly se mantuvo acurrucada más y más cerca de mí, hasta que tuvo su preciosa barbilla en mi brazo y su mejilla presionada en mi cara. Dolly ha pasado por muchos traumas físicos y emocionales. Y aunque obviamente deseamos que nada de eso le hubiera pasado, estamos muy contentos de poder ser su lugar seguro. Es un honor que haya elegido confiar y amarme”.

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Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/tenia-familia-pero-la-abandonaron-fue-atacada-y-salio-de-la-maleza-para-pedir-ayuda-es-un-honor-que-nid02122023/

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