La histórica casa ubicada en el corazón de West Village que inspiró la canción “Cornelia Street” de Taylor Swift está en venta. La icónica casa fue fuente de inspiración de varios temas de la cantante que agotó en tiempo récord todas las entradas de los recitales que realizará en River en noviembre en la Argentina.

La ganadora de 11 premios Grammy alquiló la propiedad en Nueva York en 2016 mientras renovaba su casa en Tribeca. Su canción “Cornelia Street”, del álbum Lover de 2019, detalla recuerdos del tiempo que pasó en ese edificio y los inicios de su relación con su ex pareja, el actor Joe Alwyn.

Sin embargo, a pesar de estar disponible para la venta, es improbable que Taylor opte por adquirirla debido a los recuerdos que evoca (y lo mismo aplica para Joe Alwyn). Sin embargo, es posible que algún “swiftie” con varios millones en su cuenta bancaria se sienta tentado.

Antes de destinarse al mercado de venta, la propiedad ubicada en el West Village de la Gran Manzana se ofreció en alquiler por US$45.000 al mes ( que ascendían a US$50.000 si el inquilino lo quería amueblado). Sin embargo, al no encontrar candidato, la inmobiliaria que gestiona el activo, Corcoran Group, decidió sacarlo al mercado de venta por US$17,9 millones.

La vivienda, que originalmente se utilizaba para albergar carruajes tirados por caballos, incluye cuatro dormitorios, siete baños y tres pisos. La estructura se remonta a 1870 y cuenta con aproximadamente 511m² de espacio habitable.

Como en sus orígenes esta propiedad solía cumplir con la función de cochera, una de sus características más llamativas incluye una puerta de garaje de madera arqueada con detalles de hierro, ubicada en el centro de la fachada de ladrillo marrón, flanqueada por dos puertas de entrada laterales. En abril, cuando se hizo publica la separación entre Swift y Alwyn, los fanáticos quedaron devastados e incluso dejaron flores frente a esta puerta.

La casa cuenta con techos de doble altura, tres chimeneas a gas y pisos de madera noble en todo el departamento, así como una pileta cubierta en el primer piso que mide aproximadamente 40m², ubicada al nivel del jardín y una sala de estar adyacente. Por si fuera poco, una terraza corona la azotea con una estructura de techo a dos aguas y vistas abiertas del centro de Manhattan.

En el segundo piso se encuentra una sala de estar con ventanas de vidrio emplomado y una chimenea de mármol gris, además de una cocina y un comedor de planta abierta revestidos con ventanas del piso al techo (como dice la canción, “Windows swung right open, autumn air”, (que se traduce como “Ventanas abiertas a la derecha, aire otoñal”). En el otro lado de la sala de estar hay una suite de invitados con vista al patio trasero de West Village que actualmente funciona como un espacio de oficina.

En el tercer nivel, dos suites de un dormitorio más grande disfrutan de vestidores y terrazas privadas, una de las cuales ofrece un espacio de salón al aire libre con otra chimenea. El dormitorio principal cuenta con techos altos, un vestidor y un espectacular baño de mármol con una ducha con mampara de vidrio y una claraboya.

La propiedad cambió de manos por última vez en 2019 por US$11.5 millones, según muestran los registros. Sin embargo, el hecho de que Taylor viviese allí es lo que hoy en día revalorizó la propiedad.