En la recta final para la definición de las candidaturas y de una posible competencia interna en el Frente de Todos, Cristina Kirchner, Sergio Massa y Eduardo “Wado” de Pedro confluyeron este martes en el Senado. Allí, la vicepresidenta suele utilizar el despacho principal del palacio para sus reuniones protocolares y de carácter político. Y tanto el ministro de Economía como su par de la cartera de Interior son invitados frecuentes, aseguraron a LA NACION fuentes partidarias y de la Cámara alta.

El oficialismo negocia la letra chica de su alianza: las claves que podrían condicionar a Scioli

Cristina, Massa y De Pedro llegan a esta etapa crucial para el futuro de la coalición oficialista en condición de aliados. La jefa del kirchnerismo alentó la instalación de “Wado” como su delfín electoral para competir en las elecciones primarias del 13 de agosto, pero aún se mantiene abierta la posibilidad de que el tigrense encabece una fórmula para enfrentar al embajador en Brasil, Daniel Scioli, quien cuenta con el apoyo de los sectores alineados con el presidente Alberto Fernández.

El encuentro entre la vicepresidenta y los ministros de Economía e interior fue desmentido esta tarde a través de una vía inusual: el senador ultrakirchnerista Oscar Parrilli publicó un tuit para afirmar que Massa estuvo reunido con él -y por ende no con Cristina- para “hablar de las represas sobre el río Limay”, una explicación que no cerró en el Congreso porque a esa misma hora, entre las cuatro y las cinco de la tarde, el legislador neuquino recibió a una delegación de embajadores extranjeros.

Parrili: "Buena reunión con @SergioMassa en mi despacho del #Senado para hablar de las represas sobre el Río Limay y la importancia de convocar a representantes de Neuquén y Río Negro para que formen parte de la discusión del proyecto." pic.twitter.com/H1icmfRj4u

El tuit de Parrilli fue replicado por Massa, cuando las versiones sobre el encuentro tripartito en el Senado ya habían llegado a las redacciones y los implicados buscaban relativizarla. Pero lo cierto es que Cristina Kirchner entró en operaciones para definir el armado electoral de su espacio, en confluencia con sus aliados internos. Por caso, según pudo constatar LA NACION en el Senado, el líder del Frente Patria Grande, Juan Grabois, también fue visto este martes en la zona de presidencia de la Cámara alta.

Grabois es uno de los dirigentes oficialistas más críticos ante la posibilidad de que el kirchnerismo termine apoyando la candidatura presidencial de Massa y ya dijo que prefiere que el postulante del sector sea “Wado” de Pedro. Todo ocurre en la antesala de la inscripción de las alianzas electorales ante la Justicia y a diez días de la oficialización de las candidaturas. A juzgar por el desfile de referentes en el Senado, Cristina Kirchner se encarga personalmente el zurcido electoral de la coalición de gobierno.

De acuerdo a las fuentes consultadas, de la reunión entre Cristina, Massa y De Pedro también participó Máximo Kirchner, el doble jefe de La Cámpora y el PJ bonaerense, quien fue mencionado en una versión periodística el fin de semana como posible candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. En cambio, no fue de la partida el actual mandatario, Axel Kicillof, quien resiste la alternativa de competir por la Presidencia en lugar de intentar la reelección en el principal distrito del país.

Máximo Kirchner y Massa compartieron recientemente un viaje de una semana a China, en una delegación que también integró Juan Manuel Olmos, el vicejefe de Gabinete que es considerado un hombre clave para las negociaciones internas del Frente de Todos. En forma paralela, comenzaron los contactos para definir las reglas de juego de unas eventuales PASO en el oficialismo, con encuentros que encabeza el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, con dirigentes de los distintos espacios de la coalición peronista.