Una pareja que hace años se mudó a Los Ángeles, Estados Unidos, atraída por las múltiples oportunidades de trabajar en la industria del cine, ahora se volvió protagonista de su propia historia de dilemas por el incremento en los costos de vida en la metrópoli californiana, que tiene a sus integrantes entre la inestabilidad de su profesión, la aspiración de poder crear un patrimonio y los planes de hacer crecer la familia y tener hijos.

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“Tenemos sueños, tenemos planes”, relató Emily Blake, una mujer originaria de Carolina del Norte que llegó hace años a la llamada Ciudad de las Estrellas, donde trabajó primero como maestra y luego se convirtió en supervisora independiente de guiones. Ahora, ella está casada con un agente de efectos visuales y en la actualidad juntos consiguen ingresos anuales por encima de los US$100 mil, una cifra que muchos envidiarían, pero que no es suficiente para ellos.

“Nos encantaría tener una casa, la deseamos tanto”, admitió Emily en su charla para la revista Fortune. Sin embargo, según sus cálculos, “no se puede”. “Tendríamos que ganar más de US$200 mil al año para comprar una casa ahora”, complementó. A pesar de que en conjunto logran un ingreso por arriba del promedio de los hogares en la ciudad (US$69.778) y de que pagan únicamente US$1750 por el alquiler de su departamento en el barrio de Echo Park, revelaron que se sienten financieramente atrapados.

La publicación detalló que detrás de las complicaciones de Blake y su esposo estarían el auge inmobiliario de la pandemia que elevó los precios de las propiedades a niveles nunca vistos, así como el aumento en las tasas hipotecarias que no se detiene. De acuerdo al portal inmobiliario Zilllow, el valor promedio de una vivienda en Los Ángeles asciende a US$923.739. Si se considera una tasa de interés del 7% para una hipoteca de 30 años, el pago mensual sería de aproximadamente US$4790, sin incluir impuestos ni seguros.

A este contexto, se le suma la inestabilidad en la industria cinematográfica. Ella no trabaja en su campo desde que las huelgas de los sindicatos de Hollywood paralizaron todas las producciones y su esposo se encuentra en una situación similar, por lo que estiman que este año ambos ganarán menos y tendrán aún más dificultades para ahorrar: “No gano suficiente dinero y él gana algo, pero aún no es suficiente para comprar una casa”.

El dilema de seguir con su carrera o comprar una casa fuera de Los Ángeles

La pareja se debate entre mantenerse con sus trabajos en la industria del entretenimiento y luchar por hacer realidad sus sueños de tener una casa propia para criar a sus hijos, para lo cual, probablemente, tendrían que buscar mudarse a otras ciudades. Emily Blake resumió sus preocupaciones: “A menos que cambiemos de carrera y nos vayamos de Los Ángeles, no veo cómo podremos permitirnos una casa, los precios siguen subiendo”.

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“Soy un poco mayor, pero hemos hablado de tener hijos, aún hay tiempo, pero el tiempo se nos va a acabar porque no tenemos dónde meterlos... lo que queremos es una casa. Ese es el sueño americano, ¿verdad? Conseguir una casa, formar una familia, tener una carrera próspera, y eso solía ser posible hace unas décadas”, reflexionó Emily en su charla para la revista de negocios.

A pesar de los retos, Emily y su esposo siguen en espera que el mercado inmobiliario de Los Ángeles les brinde una oportunidad para conseguir algo a buen precio, pero mientras observan que las propiedades disponibles en su vecindario rondan los US$600 mil, les atormenta una pregunta: “¿Esto es para siempre? ¿Viviremos en este departamento hasta que muramos?”.