Con su impecable uniforme de cadete de pantalón verde, camisa beige y boina granate, la princesa Leonor formó junto a sus camaradas de la compañía 11, a la espera de su turno para invocar la protección de la Virgen del Pilar, en un acto tradicional para los estudiantes del primer curso de la Academia General Militar de Zaragoza. La hija de los reyes Felipe VI y Letizia de España realiza su formación castrense en el Ejército de Tierra desde el 17 de agosto pasado y en el evento de hoy volvió a demostrar que es una más entre los soldados, sin privilegios ni veleidades.

Claro que no fue una más para el público, que siguió cada movimiento de la heredera al trono español durante toda la ceremonia. Incluso, desde la multitud se escucharon aplausos y gritos de “¡Guapa!” dirigidos a ella.

La plaza frente a la Basílica del Pilar y los alrededores habían sido controlados previamente por equipos de seguridad, al igual que el interior del templo, para que nada opacara el gran momento de la Princesa de Asturias y sus camaradas. Todos llegaron puntuales a las 18:30 desde La General, como llaman en España a la Academia del Ejército cuyo director, Manuel Pérez López, fue el encargado de pasar revista a las formaciones.

Luego, los cadetes ingresaron a la basílica sin la boina, en señal de respeto, y accedieron a la Santa Capilla de Nuestra Señora del Pilar –un templete barroco del siglo XVIII-, para venerar la imagen y depositar un ramo de flores. A su turno, Leonor agachó la cabeza ante la Virgen, que es la patrona de la Hispanidad.

Al finalizar el acto, los cadetes se retiraron nuevamente a la Academia General Militar a la espera de otro gran acontecimiento: mañana jurarán la bandera española y allí estarán los Reyes, para presenciar uno de los momentos más importantes de la vida militar de su primogénita.