Locales Escuchar artículo

Se abre hoy la negociación salarial estatal en Neuquén.

La ronda, en su etapa de aproximación, comienza con el sindicato de los maestros, ATEN.

La fecha está marcada en rojo en el calendario desde hace unos días: este miércoles 21 de febrero comenzará una negociación salarial entre los gremios estatales y el gobierno de Rolando Figueroa. Es la primera paritaria general de una nueva gestión de gobierno, la primera que no tiene (al menos formalmente) al MPN en la "fortaleza" de las calles La Rioja y General Roca. Y está marcada por la casi certeza de que el régimen salarial rubricado por el anterior gobierno, de Omar Gutiérrez, y los sindicatos, la "actualización automática por IPC" de los sueldos, ha terminado, sin posibilidades de ser renovada.

Los sindicatos que acudirán a la convocatoria, ATEN, ATE, UPCN y Viales, tienen, en distinto nivel de rigurosidad, la posición de plantear la continuidad de la actualización por inflación. El gobierno, que será representado en la negociación por el ministro Jorge Tobares, planteará inicialmente que los recursos disponibles no permiten esa continuidad, y, además, que en el actual contexto de ajustes y recortes nacionales impulsados por el gobierno de Javier Milei, no hay a la vista posibilidades de seguir haciendo crecer el gasto en masa salarial del Estado neuquino.

Pero, es posible que la negociación no sea estrictamente de números. Es una paritaria en la que jugará mucho la política, pues los sindicatos ven en Milei un enemigo en común, que advierte sobre un riesgo mayor, un peligro superior. Por eso, y aunque parezca una excentricidad curiosa, las reuniones de la mesa salarial tienen abierta de antemano una válvula para descomprimir tensiones apresuradas. 

Los sindicatos no resignarán su reclamo de incrementar los salarios, frente al escenario de inflación y deterioro del poder adquisitivo; pero, al mismo tiempo, ese reclamo podría encontrar cauces comunes con el propio gobierno, con la "patronal" con la que deben negociar y pujar.

En función de este contexto, no hay que apresurar un diagnóstico de fracaso inexorable para la negociación con los sindicatos; ni tampoco arriesgar un acuerdo al que tal vez no se llegue. Lo que sí se sugiere, de lo conversado por este periodista con distintos referentes de uno y otro lado de la mesa, es que no hay ánimo de incendiar la provincia, justo cuando hay una intención de defender el distrito ante una amenaza nacional a la que, como mínimo, se le podrá asignar culpas y responsabilidades.

Fuente: Mejor Informado

Comentarios
Volver arriba