Demonios rojos prolijamente ubicados como posando. Sus cuernos llaman la atención, en especial por donde los tienen ubicados. Pero en realidad ellos nos son los demonios, sino que conforman un grupo de protesta contra la crueldad hacia los animales. Y esta vez la vestimenta tiene que ver con las tradicionales Fiestas de San Fermín, que se celebran en Pamplona desde el 6 de julio y duran nueve días. Allí sueltan toros a lo largo de un recorrido de casi 900 metros en los que muchas veces son hostigados y maltratados por las multitudes. Esos son los verdaderos demonios de ropas blancas y pañuelos rojos que ejercen violencia sobre los animales. A veces es inentendible que en pleno siglo XXI se mantengan estas y muchas otras festividades en las que la diversión consiste en hacer sufrir seres vivos. En esta especialmente se suma la terrible ironía de que se realice en honor a un santo.