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Rugby francés y cocaína: la droga afecta a ese deporte profesional y, conscientes del problema, los organismos todavía no pueden controlarla

En Francia, el rugby es más que uno de los deportes más masivos del país. Simboliza un estilo de vida, una añeja tradición social, una pieza sumamente valiosa de un engranaje deportivo que con...

En Francia, el rugby es más que uno de los deportes más masivos del país. Simboliza un estilo de vida, una añeja tradición social, una pieza sumamente valiosa de un engranaje deportivo que contagia a toda una nación. Hoy, ese mismo rugby se conmocionó cuando las noticias indicaron que una de sus grandes promesas, Oscar Jegou, de 20 años y tercera línea de Stade Rochelais, había dado positivo en un control antidopaje. La sustancia prohibida que se le halló fue benzoilecgonina, un metabolito de la cocaína.

La prueba positiva del joven rugbier se habría realizado el 20 de agosto, tras una derrota en el Top 14 ante Montpellier (16-15), en el estadio GGL. Según el diario L’Equipe, el jugador nacido en 2003, diamante en bruto del rugby francés y hasta campeón del mundo en la categoría Sub 20, habría consumido cocaína durante una fiesta de inauguración del certamen, dos días antes de este primer partido de la temporada. La cocaína, que forma parte de los “estimulantes no especificados” de la Agencia Francesa Antidopaje (AFLD), está prohibida en la competición.

La noticia sobre Jegou fue un verdadero shock, pero..., con el paso de los días, muchas personas del mundo del rugby parecieron no estar tan sorprendidas. Según un informe de L’Equipe, “el mundo del rugby profesional parece consciente del problema y totalmente impotente para hacerle frente”. El prestigioso diario francés publicó que “la cocaína en el rugby es una lacra, aunque las personas que entrevistamos sobre el tema insistieron en que no era un problema exclusivo del rugby”.

Pierre Venayre es el director general del Stade Rochelais. Fue quien se ocupó del positivo por cocaína de Oscar Jegou. “Tenemos que ser prudentes cuando hablamos de este problema, y no dar la impresión de que sólo afecta a nuestro deporte. Como club que se ocupa de los jóvenes, realmente tenemos un papel que desempeñar en términos de prevención, tenemos que estar atentos, pero no estamos abordando un problema que afecta a un deporte, estamos abordando un problema en la sociedad, y cuando abordamos un problema en la sociedad, tenemos que ser humildes porque es un tema que va más allá de los actores políticos. Es un tema complejo de entender”, sostuvo.

“¿Por qué un joven jugador que lo tiene todo para triunfar consume cocaína? No es sólo un jugador joven, es un hombre joven. Puede ser una mujer joven. Tienen una vida social, relaciones e influencias. Un jugador de rugby no está por encima de la tierra. Son seres humanos con conexiones con la sociedad. Algunos jugadores tienen la tentación de desviarse. Y creo -es una opinión personal- que el período Covid tuvo un impacto psicológico en nuestros jóvenes, que estuvieron encerrados durante mucho tiempo, creando un terreno fértil para comportamientos adictivos”, manifestó Venayre a L’Equipe.

“Droga democratizada”

Thomas Lombard, director general del Stade Français, admitió: “Nos afectan muchas cosas. Durante demasiado tiempo, en nuestro pequeño microcosmos, pensamos que estábamos a salvo, o que sólo nos afectaban marginalmente estos males sociales. Pero tenemos que enfrentarnos a la realidad, y nos quedan muchas cosas por hacer. Empezando por abrir los ojos y no intentar sistemáticamente callar u ocultar un asunto relacionado con el comportamiento desviado de un jugador”.

“Es una droga que se ha democratizado”, resumió Jean-Baptiste Lartigot, responsable del centro de formación Aviron Bayonnais (en la ciudad de Bayona), que en otro momento fue consejero en adicciones. “Esta droga solía ser elitista, cara... Ya no es así -dijo-. Su consumo afecta a todos los estratos de la sociedad y al rugby le choca porque está en los medios de comunicación. No creo que los jugadores de rugby la usen más que los demás, la usan como todo el mundo, pero tienen controles. Es una cuestión de moda. Antes fumábamos cigarrillos y bebíamos Ricard (bebida en base de anís)”.

Sin embargo, L’Equipe ya abordó el tema de la droga y el rugby, en particular en mayo de 2022, con una mirada al mundo amateur, “donde el producto se utiliza para celebrar un éxito, pero también en el vestuario, justo antes de un partido, para darse un pequeño impulso y valor”.

La cocaína circula en el campeonato francés Top 14. El consumo afecta a muchos jugadores, a los jóvenes y a los no tan jóvenes, a los muy buenos, a los internacionales y a los demás. “Por la noche, para entretenerse, pero también en la práctica, durante los entrenamientos, este psicoestimulante puede ayudar a los deportistas a superar sus límites. Como recordatorio, la cocaína desaparece bastante rápidamente del organismo, entre 36 y 48 horas”, añadió L’Equipe.

El problema de la prevención, según los responsables de los controles antidoping, es que el producto no se analiza en las evaluaciones realizadas fuera de competencia, por lo que su consumo no es sancionable deportivamente si los análisis luego resultan negativos durante los campeonatos.

La duración de la sanción de Jegou (tres meses de suspensión reducidos a un mes) también generó dudas. En las redes sociales, el exjugador Greg Lamboley publicó el siguiente mensaje irónico: “Sanciones más duras por contacto con la cabeza que por tomar cocaína. Buen mensaje para la nueva generación”. Ugo Mola, director general de Toulouse, estuvo de acuerdo: “Cuando te caen cinco partidos por un empate y cuatro semanas por una raya de cocaína, las proporciones son discutibles”.

Para Max Lafargue, médico de la Liga Nacional (francesa) de Rugby, es urgente “dar la voz de alarma. Hay que tomarse el problema en serio, como se hizo con la conmoción cerebral, cuyos efectos sobre las neuronas son bien conocidos. Quienes lo toman regularmente no tienen ni idea de las consecuencias que puede tener para su salud”. La Liga está aumentando el número de mesas redondas con especialistas. También se les exige a los clubes que organicen reuniones sobre las adicciones y se le pidió a la gendarmería que explique cuáles son los riesgos de consumir estos productos prohibidos.

“Hay que sensibilizar”, añadió Lartigot en L’Equipe, “y explicar los riesgos y las reglas. Y los padres tienen que hacer lo mismo. No podemos ser un centro terapéutico, seguimos siendo un club deportivo”. En el Stade Français, Lombard reúne a exjugadores y cree que sus palabras tienen más impacto que las que “pueda pronunciar un policía”. Pero el tema sigue siendo tabú. Y mientras siga siéndolo, será difícil erradicarlo, dicen en Francia. “El problema”, concluyó Lartigot, “es por qué acabas así, por qué consumes en exceso, por qué no puedes parar. Si el producto arraiga durante mucho tiempo, es porque llena un vacío y eso es lo que hay que trabajar”. La preocupación aumenta.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/rugby/rugby-frances-y-cocaina-la-droga-afecta-a-ese-deporte-profesional-y-conscientes-del-problema-los-nid14122023/

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