Generales Escuchar artículo

River hizo florecer su fútbol sobre un campo amarillento para alargar el récord y bajar a Independiente

Cambio de mando en la punta de la Zona A de la Copa de la Liga. La reconstrucción que Carlos Tevez venía haciendo de Independiente se desmoronó en un Monumental que terminó cantando “ole, ole...

Cambio de mando en la punta de la Zona A de la Copa de la Liga. La reconstrucción que Carlos Tevez venía haciendo de Independiente se desmoronó en un Monumental que terminó cantando “ole, ole” cuando la sucesión de toques adornaba una goleada que deposita a River en el primer puesto.

Después del recital de The Weeknd que dejó algo deteriorado el estado del campo, sonaron varios de los mejores acordes futbolísticos de River, equipo que viene teniendo altibajos, pero que cuando engrana es capaz de apabullar al rival de turno. Lo sufrió este Independiente al que Tevez mantenía invicto desde que asumió (nueve partidos) y que no había recibido goles en los últimos cuatro partidos. River le hizo tres y en el segundo tiempo la victoria pudo ser más amplia. La diferencia de calidad, talento y variantes en favor de River fue imposible de contrarrestar para el Rojo. Y todo eso sin tener al lesionado Nicolás de la Cruz, probablemente la mejor individualidad.

En la mitad del campo más seca y amarillenta, River se activó para que floreciera su fútbol. “Estaba algo complicado, fue como volver a jugar en la infancia”, dijo Miguel Borja, cuando recorría terrenos desparejos. Ahí donde quedaron las marcas de la estructura del recital de hace una semana, River instaló el armazón de su juego, sustentando pases, combinaciones y rotaciones. Un suspiro duró la intención de Independiente de llevar a su rival lejos de su área, de interrumpirle el circuito.

Lo más destacado de River 3 - Independiente 0

River recuperaba rápido la pelota y la movía con intensidad, ya sea con pases cortos o cambios de frente. Fueron largos minutos de posesión con los volantes y las proyecciones de Santiago Simón, pero con poca participación de Borja. Martín Demichelis sorprendió con el regreso en el lateral derecho de Simón, que después de varias pruebas poco convincentes salió de la formación para el superclásico en la Bombonera. Marcelo Herrera venía cumpliendo con una regularidad que no era habitual, pero Demichelis fue cabeza dura con su innovación. “Me alegró muchísimo por el partido de Santiago. Había salido contra Boca porque Herrera es más conocedor del puesto. Es bueno que esta noche todo haya salido bien, porque si no me iban a cuestionar que saqué a Marcelo”, explicó Demichelis.

Independiente pasó a defenderse cada vez más cerca de su área. Marcone no atinaba a frenar a nadie en el medio, Mancuello trajinaba tapando agujeros y “Chaco” Martínez y “Saltita” González quedaban aislados en las bandas.

Con la presión adelantada de los zagueros centrales, más la intuición de Enzo Pérez para interceptar pases rivales, River se desplegaba a gusto. Lanzini y Barco hacían valer la gambeta; “Nacho” Fernández se ofrecía como socios de todos y Aliendro, que volvía a la titularidad después de largo tiempo, cumplía con ese trabajo solidario que tanto agradecen los compañeros.

No era completo lo de River. Buen volumen de juego, poca profundidad. Algún centro cruzado peligroso, un intento de Barco a pura gambeta dentro del área, también un remate de media distancia que desvió Rey. Le faltaba punch a River.

De tanto internarse en campo rival, Paulo Díaz apareció en tres cuartos de campo para despachar un zurdazo que dio en un poste; Borja despertó con su olfato de goleador para poner el 1-0. Iban 36 minutos y el clásico se acomodaba desde el resultado a lo que era el desarrollo.

A Independiente se le ponía muy cuesta arriba el partido. Ya no le cabía la búsqueda de enfriar con tardanzas y pérdida de tiempo cuando debía reanudar el juego. No le sobra un gramo de riqueza técnica, pero Tevez le imprimió un espíritu batallador.

Lejos de resignarse, el DT del Rojo procuró una reacción en el segundo tiempo con una línea de tres zagueros (ingresó el colombiano Aguilar), los laterales convertidos en carrileros y Martínez más en posición de enganche. A River le llevó unos minutos interpretar el nuevo esquema. Más decidido y dinámico, el Rojo se le fue encima al local, algo distraído en defensa. Al ratito entró Toloza, el enganche que podía aportar una cuota de creatividad y reaparecía tras una lesión.

El paisaje del clásico había cambiado, porque ahora River disponía de espacios para el contraataque. Independiente asumía riesgos y lo pagó con el segundo gol. Simón, para completar una buena noche y validar la decisión de Demichelis de darle un lugar, armó una jugada por la derecha como si fuera un wing y Borja volvió a aparecer puntual para definir a un toque. Ahora sí Independiente acusaba el golpe. Hubo una seguidilla de ocasiones más para River, hasta que Pablo Solari, con un elegante enganche dentro del área, puso el 3-0.

Se sigue ampliando el récord en casa. “Hicimos uno de los mejores partidos, superamos de principio a un muy buen rival, al que Tevez había levantado”, expresó con rostro de satisfacción Demichelis. Fue el vigésimo triunfo consecutivo en un Monumental algo marchito en su césped, al que River regó con la potencia y el alcance de su fútbol.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/river-hizo-florecer-su-futbol-sobre-un-campo-amarillento-para-alargar-el-record-y-bajar-a-nid26102023/

Comentarios
Volver arriba