Mi otra madre, de Andy Anderson (Buenos Aires, 1970), es una celebración del amor del narrador por su madre, madre que lo maltrató toda la vida. Ese amor solo nace cuando ella entra en la caverna oscura del Alzheimer, y se aliena.

Anderson expresa su dolor desde el comienzo, con la dedicatoria a su “otra madre”, esté donde esté ahora. Con pluma natural, delicada y contundente, logra un relato que fluye desde la primera página hasta el final, porque, como dice el autor, lo escribió de memoria. Es un libro que conmoverá a muchas personas que han vivido de cerca experiencias semejantes.

Mi otra madre reúne los sentimientos, encuentros y desencuentros de una familia defectuosa como muchas otras, pero penetrada además por el maltrato de palabra y la obra de una madre que ignoraba al autor, y también, según sus palabras, lo aterraba.

El protagonista se va quedando solo en el cuidado de ella, a medida que la mujer avanza por el camino sin retorno de la enfermedad. Anderson descubre a su “otra madre” cuando, al describir un encuentro en el hogar donde fue indispensable internarla, dice: “Es la primera vez que mi madre me hace una caricia”. De allí en más, el hijo maltratado va construyendo un amor nuevo con su madre, que ya no es quien era porque tampoco él es quien había sido.

A falta de recuerdos agradables de su progenitora, con estilo sobrio y poético, el autor aprovecha la oportunidad para construir, con la otra madre en que aquella ha mutado, un nuevo presente que en el futuro será el mejor de los recuerdos.

Mi otra madre

Por Andy Anderson

Metrópolis

198 páginas, $ 3800