Fue un domingo de muchísima alegría, abrazos y emoción. En las canchas del club Polo de París, a diez minutos de la Ciudad Luz y en pleno Bois de Boulogne, el polista Clemente Zavaleta (37) se consagró campeón del Abierto de París, la etapa final de la Triple Corona parisina, defendiendo los colores de Sainte Mesme (el equipo de su familia política que tiene sesenta años de historia) al vencer a Kazak por 11-8.

“Corchito”, como le dicen sus íntimos, subió al podio con una enorme sonrisa para levantar la copa junto con sus compañeros de team: su cuñado Robert Strom, Elouan Badarello y Sawai Padmanabh Singh. Y se entregó con ganas a los besos y abrazos de su mujer, Isabelle Strom, y sus hijas, Olympia (6) y Assia (4), que vibraron cada instancia de esta final desde los palenques y fueron el premio más tierno y reconfortante.

Esta fue, sin dudas, una victoria muy especial. En marzo del año pasado Clemente, que es hijo de la Trilliza de Oro María Emilia Fernández Rousse y del ex polista Clemente Zavaleta, tuvo un gravísimo accidente que puso en riesgo su vida mientras jugaba al polo en Palm Beach. Sin embargo, no sólo se recuperó, sino que en cuanto pudo volvió a montar y a jugar prácticas en Pilar y ahora, en su primer torneo, se consagró campeón.

“Esta es una victoria primero del polo, por el esfuerzo de todo un equipo y el talento que volvió a tener Corchito en la cancha, pero también es una victoria de la vida. Clemente nos demostró de la mejor forma que donde hay voluntad hay un camino. No hay un antes ni un después, la vida siguió, es lo que nos tocó. Y el amor en todas sus facetas, de pareja, de sus hijas, sus padres y amigos, el amor por la vida y tanto amor en general que nos rodeó, fue más fuerte. Se siente que hay una energía muy especial alrededor de su historia, de nuestra historia, que es la historia de todos porque fue muy compartida, así que esta es la victoria de cada uno que acompañó en pensamiento, en palabras o físicamente. Una bendición, un milagro y hay mucho que agradecer, le dice Isabelle a ¡HOLA! Argentina.

Casada desde hace casi nueve años con Zavaleta, la amazona francesa, reconocida por su alto desempeño en los torneos hípicos más importantes del mundo, agrega: “Siento una admiración infinita por mi marido, la tenía desde antes, y esto fortalece nuestro amor y nuestra vida juntos. Agradezco de corazón a mi familia, a mamá, que se ocupó tan bien de sus nietas, a mi hermana por su amor incondicional, y a mi hermano Robert. Me siento afortunada porque siempre fuimos una familia muy unida. Mi hermano, como compañero de equipo de Clemente, lo anotó en el torneo en febrero cuando aún estaba en rehabilitación, demostrando que tenían fe en él y creían en sus sueños. Y él cumplió con mucho esfuerzo. Después de un año de rehabilitación, que le permitió volver a caminar, logró ganar uno de los torneos más prestigiosos del mundo. Ni la ciencia puede explicar del todo lo que pasó. Así que, chapeau, mon amour! Sos una lección de vida y un ejemplo”, cerró, encantada.