Generales Escuchar artículo

¿Quién desbanca a Donald Trump? La interna republicana toma forma, pero todos corren desde atrás

WASHINGTON.- Mike Pence, el exvicepresidente de Donald Trump que debió buscar refugio en las entrañas del Congreso...

WASHINGTON.- Mike Pence, el exvicepresidente de Donald Trump que debió buscar refugio en las entrañas del Congreso durante el ataque trumpista del 6 de enero de 2021, anunciará en los próximos días que competirá por la candidatura presidencial en 2024, sumándose al tren de republicanos que intentan arrebatarle a Trump del liderazgo de la oposición. La presencia de Pence en las primarias, sin embargo, podría terminar contribuyendo a lograr exactamente el resultado opuesto.

Al igual que en 2016, la amplitud de candidatos republicanos que se han lanzado o que planean lanzarse para competir con Trump en la lucha por la nominación presidencial del Partido Republicano –y la conducción del partido– puede darle una invalorable mano a Trump, al fracturar el voto tradicional del Grand Old Party y el apoyo y los recursos del establishment, que preferiría tener un estandarte menos contaminado para ir a pelear por la Casa Blanca.

Trump continúa liderando cómodo en las encuestas en el prólogo de la interna, en lo que popularmente se conoce como la “primaria invisible”, el período en el que los candidatos arman sus equipos, recaudan dinero y tejen los apoyos políticos y las operaciones logísticas en los primeros estados en los que se vota para quedar bien posicionados en la maratón de comicios hasta la nominación, que se definirá a mediados del año próximo.

Trump muestra un respaldo superior al 53% en el promedio de las encuestas de RealClearPolitics, seguido en soledad por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que tiene un apoyo del 22%. El resto de los candidatos aparece apretado al fondo, con números que no superan el dígito. En ese pelotón está Pence.

La fractura entre los candidatos tradicionales y el hecho de que ninguno haya despegado hasta ahora bien puede terminar en una coronación de Trump, más si se tiene en cuenta que las primarias republicanas le dan una clara ventaja al ganador de cada votación en los estados, al asignar todos o la mayoría de los delegados que eligen al candidato presidencial en la convención partidaria al candidato más votado, más allá de la diferencia que le saque al segundo.

Los analistas políticos en Estados Unidos han comenzado a mirar a los dos ejemplos más recientes del pasado a la hora de trazar escenarios sobre las primarias republicanas: la propia interna del partido en 2016, y la interna demócrata de 2020.

En 2016, el establishment republicano se despertó tarde y Trump logró quedarse con la nominación presidencial debido, en gran parte, a que no hubo otro candidato que pudiera abroquelar el voto conservador moderado, o tradicional. En 2020, Joe Biden arrancó mal en la primaria demócrata, pero luego, ante la posibilidad de que Bernie Sanders se quedara con la candidatura, el partido se encolumnó detrás de su campaña, Biden ganó el “supermartes” y siguió hasta la Casa Blanca.

Mano a mano

Elaine Kamark, senior fellow de la Brookins Institution, escribió recientemente que si Trump se enfrenta “uno a uno” con otro candidato en esa misma etapa de la interna, luego de las primeras elecciones en Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur, que marcan un poco el tono de la competencia, Trump muy bien podría perder la carrera por los delegados.

“Esto requiere, sin embargo, que los candidatos que fallan en los primeros estados salgan de la carrera”, enfatizó. “En 2016, eso no sucedió. La sabiduría convencional actual que dice que un elenco amplio ayuda a Trump se basa en un escenario en el que todos los candidatos permanecen en la carrera, lo que permite que Trump sea un ganador por pluralidad. Sin embargo, algunos republicanos se remontan no a 2016 sino a la carrera demócrata de 2020 donde, en un fin de semana acelerado entre las primarias de Carolina del Sur y el supermartes, la mayoría de los oponentes de Biden se retiraron de la carrera, lo que le permitió un uno contra uno, una competencia con Bernie Sanders, que ganó cómodamente”, explicó.

Ese eventual escenario lleva a un segundo interrogante, que sobrevuela desde hace meses en Estados Unidos y que aún no tiene respuesta: ¿quién puede ser el candidato o la candidata capaz de llegar en pie al supermartes para desafiar a Trump?

Muchos creen que DeSantis será en definitiva quien cumpla ese papel, pero nada está dicho. A esta misma altura en 2015, Jeb Bush marchaba primero en las encuestas con un equipo aceitado y una chequera profunda y su campaña se esfumó en el viento en apenas un puñado de meses.

Dos extrumpistas, Mike Pence, y la exembajadora ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, intentarán desbancarlo en los próximos meses para intentar ser ellos quienes vayan frente a frente con Trump. Pero, más allá quién quede en pie cuando comience a definirse la nominación presidencial, y aun si logran aglutinar al establishment, Trump puede igual terminar imponiéndose, pese a todo.

“¿Está a la deriva la estridente resurrección política de Trump? En absoluto. DeSantis parece forcejear por mantenerse a flote y la larga lista de ‘aspirantes’ y ‘podrían ser’ apenas se mantiene a flote”, dijo el analista político de Quinnipiac University, Tim Malloy, al presentar la última encuesta de la universidad. El número de votantes que creen que Trump es honesto está en un piso desde que Quinnipiac hizo la pregunta por primera vez en 2016, pero Trump aparece como el gran favorito para quedarse, una vez más, con la candidatura presidencial.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/estados-unidos/quien-desbanca-a-donald-trump-la-interna-republicana-toma-forma-pero-todos-corren-desde-atras-nid03062023/

Comentarios
Volver arriba