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Qué debe hacer Boca para clasificarse a la Copa Libertadores 2024, tras perder la final de 2023 contra Fluminense

Boca se había abrazado por completo a la ilusión de la séptima. Tuvo ojos sólo para la Copa Libertadores. Mientras firmaba resultados preocupantes en la Copa de la Liga Profesional, el equipo d...

Boca se había abrazado por completo a la ilusión de la séptima. Tuvo ojos sólo para la Copa Libertadores. Mientras firmaba resultados preocupantes en la Copa de la Liga Profesional, el equipo dirigido por Jorge Almirón encontraba siempre la manera de sorprender y avanzar de etapa en la máxima competición subcontinental. Pero la final contra Fluminense representó un obstáculo demasiado difícil, y tras la dolorosa caída por 2-1 en el tiempo extra, el cuadro xeneize debe jugar cuatro o cinco partidos por los cuales que, si no obtiene los resultados que necesita, puede pasar un año alejado del torneo con el el que soñó con tantas ansias. En otras palabras, no disputar la Libertadores en 2024.

Lo primordial es que, aun ante la necesidad de reponerse de semejante cimbronazo, el acceso al certamen depende de Boca. Hoy el club marcha 7º con 55 puntos en la tabla anual que otorga lugares para las copas, a tres unidades de Defensa y Justicia, el 4º, por ahora el último clasificado por esa vía.

En la Copa de la Liga a Boca le quedan tres fechas puntuables, y en dos de ellas se enfrentará con equipos mejor posicionados: San Lorenzo y Godoy Cruz. En caso de sacar los nueve puntos, habrá que ver si le alcanza para finalizar entre los primeros cuatro, los que se clasifican a los cuartos de final del torneo, cuyo campeón ganará una plaza a la Libertadores. Eso sí, la racha que lo llevó a este punto es preocupante: ganó apenas 2 de sus últimos 10 encuentros en la Copa de la Liga, producto de su enfoque singular. De hecho, marcha en la décima posición con 11 puntos, a seis unidades de Racing, el cuarto...

De no cumplir ese objetivo, el conjunto azul y otro tendrá que poner todas sus fichas en otra competencia, la Copa Argentina. En ella progresó hasta las semifinales, etapa en que lo espera un duelo de gran dificultad con Estudiantes de La Plata. Y en caso de avanzar jugará la final contra, coincidentemente, el ganador de San Lorenzo vs. Defensa y Justicia. El historial es feliz para Boca en este torneo, que ganó en 1969, 2012, 2015 y 2020 (la final de este último tuvo lugar en diciembre de 2021, por la cuarentena). El año pasado el equipo xeneize cayó sorpresivamente en la misma instancia a manos de Patronato. El sabor amargo de aquel traspié fue compensado con la obtención de la Liga Profesional (de manera dramática). Ahora Boca no puede repetir eso.

Por esto, no puede relajarse, para no cometer errores de hace unos años. En el primer semestre de 2016, tuvo un comienzo de temporada tan agitado como el actual: el entrenador Rodolfo Arruabarrena se había consagrado campeón a fines de 2015 y su contrato fue renovado. Pero una impensada goleada en febrero ante San Lorenzo (0-4) sacudió los cimientos del Vasco y en marzo hubo cambio de DT. El arribo de Guillermo Barros Schelotto fue similar al de Jorge Almirón (sucesor de Hugo Ibarra, DT campeón de la Liga en 2022): con los campeonatos lanzados y sin espacio para respirar, elegir los refuerzos ni hacer la pretemporada con sus nuevos dirigidos.

Pese a esos condicionantes, el Boca del mellizo llegó a las semifinales de la Libertadores, en las que cayó contra Independiente del Valle, de Ecuador. Pero la otra cara de la moneda se sintió al año siguiente: por haber descuidado el torneo local y haber perdido en los cuartos de final de la Copa Argentina contra Rosario Central, miró por televisión la Copa Libertadores en 2017.

La jugada opuesta, la del éxito en esa apuesta, sonrió a River ese último año. El equipo al que dirigía Marcelo Gallardo finalizó subcampeón de una Superliga que consagró a Boca, y a ese mal trago sumó una eliminación en una semifinal de Libertadores, en una serie cargada de controversia ante Lanús. Frente a la amenaza de terminar sin trofeos el año, la Copa Argentina fue su última bala, y un 2-1 sobre Atlético Tucumán en Mendoza comenzó un envión que terminó con el conjunto millonario como campeón de Sudmérica al año siguiente, en la mítica final de Madrid.

Después de una caída tan dolorosa como la de la final en el Maracaná, en particular después de que la séptima placa estuviera tan cerca de ser colocada en la base de la copa, queda la sensación de que Boca dejó pasar una oportunidad como pocas. Tendrá muy poco tiempo para bajar a tierra; la primera de las pruebas cruciales por afrontar será este miércoles en el Nuevo Gasómetro. Se vuelve urgente la carrera para cerrar el año con la clasificación para la Libertadores; de lo contrario, las consecuencias deportivas y económicas, en un año electoral en el club, serán inquietantes.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/que-debe-hacer-boca-para-disputar-la-copa-libertadores-2024-tras-perder-la-final-de-2023-contra-nid05112023/

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