Generales Escuchar artículo

Prisión perpetua: El Carnicero, condenado a la pena máxima por el homicidio de un empresario español en Caballito

“Yo no soy un asesino”, dijo Pedro Ramón Fernández Torres, conocido como ...

“Yo no soy un asesino”, dijo Pedro Ramón Fernández Torres, conocido como El Carnicero, en el momento de decir sus últimas palabras. Tres horas después, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) porteño N°5 condenó a prisión perpetua al acusado, nacido hace 57 años en Paraguay, como coautor del homicidio del empresario español Roberto Fernández Montes, asesinado hace más de seis años en su departamento de Caballito y cuyo cuerpo apareció carbonizado en Cañuelas.

“Todo esto es algo de lo que estoy muy arrepentido”, sostuvo Fernández Torres, que en el inicio del debate había admitido su participación en el hecho, pero como encubridor y no como coautor del crimen ejecutado el 21 de enero de 2017 en el edificio Aranguren y Epuyén, cerca del Parque Centenario. En su alegato, antes de escuchar la sentencia, dijo haber estado “en el lugar equivocado” y sentirse arrepentido de haber conocido “a ese monstruo”; hablaba de Santiago Corona, de 41 años, yerno del empresario asesinado, ya condenado por el mismo hecho en un primer juicio. También se disculpó con las hijas de la víctima: “Me gustaría que estén acá las hijas porque yo ya les estoy pidiendo perdón desde 2017, desde ese año les estoy pidiendo perdón a mis hijas, a la madre de mis hijas, que todas la pasaron mal”, dijo.

Sin embargo, y en coincidencia con el planteo y pedido del fiscal de juicio Juan Manuel Fernández Buzzi, los jueces no creyeron en la versión del acusado. Por eso, le dieron la pena máxima por homicidio.

Fernández Torres y Corona quedaron filmados cuando bajan de un ascensor del edificio donde vivía la víctima con el cadáver envuelto en un cubrecama. Según los investigadores, el móvil del crimen, planeado por el yerno de la víctima, fue la codicia.

Al declarar en la primera audiencia del juicio, el 2 de este mes, Fernández Torres afirmó que él había aceptado participar de lo que supuestamente “solo iba a ser un robo”, porque necesitaba 50.000 pesos. Dijo que fue “engañado” y “amenazado” por Corona, a quien acusó de ser quien asesinó por la espalda y a puñaladas al empresario cuando estaban consumando el asalto.

Fernández Montes, nacido en España, era dueño de la empresa Mini Vial, dedicada a la venta y alquiler de maquinaria para la construcción. Fue visto con vida por última vez el 21 de enero de 2017, cuando salió de su casa, en Aranguren 36, Caballito, para ir a su trabajo.

Primero sus hijas denunciaron su desaparición como una búsqueda de paradero, pero, al revisar los videos de las cámaras del edificio se descubrió que Corona y un cómplice –Fernández Torres– lo habían asesinado en el departamento y habían llevado el cadáver en el ascensor, envuelto en sábanas, para cargarlo en el baúl del Suzuki Fun negro que usaba el empresario.

El auto apareció incendiado el 23 de enero de ese año en el partido de Esteban Echeverría, en la esquina de uno de los domicilios de El Carnicero, mientras que el cadáver, calcinado y seccionado en dos partes, fue hallado al día siguiente en un camino vecinal llamado “Los Pozos”, en Cañuelas.

Para los investigadores, Corona contrató a El Carnicero para que lo ayude a cometer el asesinato y el móvil del crimen fue económico, ya que cuando estuvo al frente de la empresa de su suegro, “Mini Vial”, lo estafó y provocó un perjuicio económico millonario, lo que llevó a que, a mediados de mayo de 2016, Fernández Montes lo separara de la compañía, lo echara del departamento donde después se produjo el crimen y analizara iniciarle una causa por la estafa.

Además, unos 20.000 dólares en efectivo que se cree el empresario español guardaba en el motor del jacuzzi de su bañadera, fueron hallados en una bolsa, ocultos en el compartimiento de la goma de auxilio del Citroën C4 de Corona.

Fernández Torres contó que, a tres días del hecho, y aprovechando que la policía había detenido por error a un mecánico –luego desvinculado de la causa–, se fugó hacia Paraguay; afirmó que pasó en remise por la frontera “como si nada”.

En su país, logró mantenerse prófugo durante cinco años, a pesar de que pesaba sobre él un pedido de captura internacional con alerta roja de Interpol. Finalmente fue detenido el 8 de febrero de 2022 en la ciudad de Concepción, unos 400 kilómetros al norte de Asunción, y luego fue extraditado a la Argentina.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/seguridad/yo-no-soy-un-asesino-el-carnicero-hablo-antes-del-veredicto-del-juicio-por-el-homicidio-de-un-nid17102023/

Comentarios
Volver arriba