El principado europeo no sólo es sinónimo de glamour y lujo. Mónaco es, además, sede del circuito más emblemático del automovilismo. El pasado fin semana, no fueron los automóviles de la Fórmula 1 los que corrieron por el circuito de 3,3 kilómetros, sino los monoplaza de la Fórmula E. Por sexta vez desde la creación de esta categoría, el Campeonato Mundial de Fórmula E se llevó a cabo en Mónaco y allí estuvo Pierre Casiraghi (35), en representación de la familia Grimaldi, para quienes las carreras son lugar de reunión familiar. El tercer hijo de la princesa Carolina de Mónaco y sobrino del príncipe Alberto II asistió con su mujer, la glamorosa Beatrice Borromeo (37), y sus dos hijos, Stefano (6) y Francesco (4). En boxes y mientras veían de cerca los automóviles eléctricos, la familia de Pierre se encontró con Raphaël (9), el hijo que Charlotte Casiraghi tuvo con el actor Gad Elmaleh. Y, más tarde, cuando ya estaban instalados en el palco, se sumó otro Grimaldi más: Louis Ducruet (30), el hijo de la princesa Estefanía.