Un hombre cortó los árboles ubicados en los límites de su propiedad y la de su vecino, en una colina de Kinnelon, Nueva Jersey, para tener una mejor vista. Sin embargo, su compañero de barrio lo denunció ante las autoridades porque le pareció atroz que se “desperdiciaran” tantos árboles. Ahora, el infractor tendrá que pagar una multa y reemplazar las plantas cortadas, costos que podrían ascender a los 1,5 millones de dólares.

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Todo comenzó a principios de marzo de este año, cuando Grant Haber quería ver mejor el horizonte de Manhattan y creyó que era buena idea deshacerse del bosque que había a su alrededor. Contrató a un grupo de taladores para que hicieran el trabajo y, así, acabaron con los árboles antiguos de su vecino Samih Shinway. “Escuché múltiples motosierras en la distancia”, dijo el demandante a The New York Post al compartir su historia.

Cuando llegó a la línea que divide su propiedad y la de Haber, se encontró con coníferas cortadas con una motosierra: “Vi un camión de paisajismo, un camión estilo volquete, con una gran trituradora y cuatro contratistas de paisajismo en mi propiedad. Dijeron: ‘el dueño quería una vista de la ciudad y la cordillera’”. Enseguida, llamó a la policía para evitar más cortes, según relató: “Me rompe el corazón. Me enoja. Estos árboles tardan mucho en crecer”, sumó Shinway.

Cuando la policía llegó les pidió a los taladores que se detuvieran, para ese momento ya estaban sobre el suelo 32 árboles de Shinway, entre robles, abedules y arces, con antigüedad de 20 y 120 años. “Realmente me importan los bosques, por eso me enojé tanto. Cortar 40 árboles y dejar que se desperdicien sin razón, eso es una locura”, reclamó. “Solo quiero que se reemplace todo”.

Los encargados de hacer cumplir la ley le imputaron a Haber una multa inicial de US$1000 por árbol. Es decir, US$32.000 en total. No obstante, a pesar de que todavía continúa en juicio, se estima que pueda pagar hasta US$1,5 millones, de acuerdo con lo que dice una ordenanza de la ciudad, que estipula que cualquier persona que quite ilegalmente un árbol debe reemplazarlo “con otro de una especie similar o superior”.

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Eso significaría que el sujeto deberá volver a plantarlos y asegurarse de que crezcan, un proceso en el que gastará la mayor parte del dinero. Para la restauración de los árboles se requerirá construir una autopista para trasladarse hasta allí y regarlos durante dos años, estimó Shinway. Además, tendrá que cubrir los costos de agregar suelo, eliminar especies invasoras y limpiar el área.

Kim Kassar, fiscal de Kinnelon, aseguró que Haber enfrenta además al menos 32 cargos de remoción ilegal de árboles y uno de allanamiento. Por su parte, dos de los trabajadores del individuo también podrían recibir una multa adicional de US$400 mil. La próxima audiencia será el 18 de julio, pero por ahora los funcionarios municipales no han confirmado un precio total de indemnización y Kassar se negó a hablar al respecto porque es un caso activo.