Boca Juniors está en la final de la Copa Libertadores 2023. El equipo dirigido por Jorge Almirón se metió en la definición del certamen continental más importante de Sudamérica a nivel clubes, luego de derrotar a Palmeiras en un apartado en el que, a esta altura del partido, parece invencible: los penales. Con una actuación memorable de Sergio Romero, al igual que en octavos de final ante Nacional de Uruguay y en cuartos frente a Racing, el xeneize ganó 4 a 2 en los remates desde los doce pasos luego del 1 a 1 en el tiempo reglamentario del cotejo disputado este jueves en el estadio Allianz Parque de San Pablo.

Jorge Almirón optó por utilizar los mismos 11 futbolistas que igualaron 0 a 0 ante el Verdao en el duelo de ida: un esquema táctico de 4-4-2 con los dos Fernández del plantel, Ezequiel ‘Equi’ y Guillermo ‘Pol’, en el eje de la mitad de la cancha, con Valentín Barco como volante o “falso extremo” izquierdo y con un doble 9 uruguayo conformado por Miguel Merentiel y Edinson Cavani, la dupla que generó una conexión perfecta cuando transcurrían 23′ para abrir el marcador a favor del xeneize.

Parece increíble, pero hay que viajar hasta el 25 de noviembre de 2020 para encontrar el tanto anterior a este del conjunto boquense de octavos en adelante. Fue aquel que marcó Carlos Tevez bajo la lluvia, para ganarle 1 a 0 a Internacional en Porto Alegre, por el partido de ida de aquella serie. En el festejo, el ‘Apache’ se quitó la camiseta y debajo tenía una muy especial: la que Diego Maradona había usado en el 3 a 0 sobre River, durante el Metropolitano de 1981. Fue su sentido homenaje al gran ídolo, que había fallecido pocas horas antes.

En el gol de este jueves, la ‘Bestia’, que justamente está a préstamo desde Palmeiras hasta diciembre de este año, le ganó con el cuerpo a Gustavo Gómez en el costado izquierdo y se metió al área rival con pelota dominada y a pura potencia, para servirle el gol al ex PSG y Manchester United, entre muchos otros equipos europeos. Cavani se desmarcó en el momento justo, picó al área chica y se tiró al piso cerca del segundo palo para el 1 a 0.

Sin embargo, la segunda etapa fue cuesta abajo para el xeneize. El ingreso de Endrick, la joya que ya fue presentada como flamante refuerzo de Real Madrid (se sumará al Merengue en julio del 2024), generó nerviosismo en la defensa de Boca a base de gambetas y velocidad. Y provocó la expulsión por doble tarjeta amarilla del capitán Marcos Rojo, quien se perderá la final ante Fluminense el próximo sábado 4 de noviembre en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro.

Almirón reaccionó inmediatamente con una modificación, cuanto menos, sorpresiva. Barco, uno de los mejores del partido, se retiró para el ingreso de Nicolás Valentini, sosteniendo la línea de cinco defensores conformada minutos antes cuando Bruno Valdez reemplazó a Merentiel. Sin embargo, pocos minutos después apareció Joaquín Piquerez, el lateral izquierdo uruguayo de Palmeiras, que remató desde media distancia y empató el partido ante una floja respuesta de Romero.

En los penales, ‘Pol’ Fernández le ganó el sorteo de capitanes a Gustavo Gómez y Boca comenzó pateando. La paradoja fue que Weverton, arquero del Verdao a quien le habían convertido los 24 penales anteriores que le ejecutaron, agigantó su figura y le atajó el primero nada menos que a Cavani. Pero la alegría para el local duró apenas unos segundos, porque inmediatamente después, Romero contuvo el remate de Raphael Veiga y luego, tras la anotación de Valdez, hizo lo propio con el del paraguayo Gómez. Luego convirtieron todos los que patearon: Kevin Macedo y Piqueréz para el conjunto brasileño, y Valentini, Nicolás Figal y ‘Pol’ Fernández para el equipo argentino, por lo que el xeneize ganó 4 a 2 y se metió en la final de la Libertadores luego de cinco ediciones.