La suerte rara vez estuvo del lado de Neymar. A pesar de que los logros que consiguió a lo largo de su carrera lo dejan ubicado en un lugar ilustre en el fútbol, a partir de su pase a PSG comenzó a sufrir una serie de lesiones que fueron reduciendo gravemente su tiempo de juego. Su declive se notó en el último mercado de pases, cuando dejó el fútbol europeo para recalar en Arabia Saudita. Y en la selección brasileña, suele ser cuestionado por no alcanzar la altura de otras glorias del pasado.

Este martes, ante Uruguay en el Centenario, volvió a ser noticia por una lesión. Sobre el final del primer tiempo, un cruce de Nicolás de la Cruz generó que pisara mal e inmediatamente terminara en el piso, temblando del dolor que sentía en su rodilla izquierda. Sus compañeros advirtieron de inmediato la gravedad, y el técnico Fernando Diniz envió a Richarlison en su lugar. El jugador de Al Hilal fue retirado en camilla y no pudo contener las lágrimas, mientras los asistentes hacían señas desesperadas por la supuesta gravedad de lo que había ocurrido.

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Rodrigo Paiva, director de comunicación de la CBF, dijo sobre la lesión de Neymar: “Se puede decir que sufrió una torcedura grave en la rodilla. Hay preocupación, estamos a la espera de estudios”. Además, no se descarta que se haya roto los ligamentos cruzados. El gesto del futbolista que juega en Al-Hilal, de Arabia Saudita, hace suponer lo peor.

En caso de confirmarse la lesión ligamentaria, Neymar tendría varios meses fuera de las canchas y se perdería, entre otras cosas, la próxima fecha FIFA de eliminatorias, en la que Brasil visitará a Colombia y recibirá a la selección argentina el 21 de noviembre en el Maracaná.

Los antecedentes de Neymar en las lesiones de gravedad comenzaron con aquella fractura del quinto metatarsiano del 26 de febrero de 2018, cuando jugaba por Paris Saint-Germain. El club francés lo tuvo 90 días inactivo, con lo cual el brasileño llegó con lo justo al Mundial Rusia 2018. En enero de 2019 volvió a lesionarse el quinto metatarsiano y los 85 días sin jugar lo hicieron perder la Copa América que se disputó en Brasil, en la que la selección verde-amarela salió campeona.

En junio del mismo año, una lesión ligamentaria en un tobillo, sufrida en otro partido de PSG, lo dejó 63 días fuera de las canchas. Otro percance en un tobillo, padecido a fines de 2021, lo dejó sin fútbol durante 73 días. Más tarde, una vez más un tobillo fue un drama para Neymar; requirió una operación y lo alejó de las canchas durante 130 días. De suceder el peor caso posible, la sufrida este martes ante Uruguay sería la lesión que más tiempo lo alejaría del fútbol.