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Nehuén Pérez, el defensor central al que todo le pasó muy rápido: “Marcar a Messi es imposible”

El 18 de diciembre de 2022, Nehuén Pérez era un argentino más en las tribunas del estadio de Lusail (Qatar). Durante la final del Mundial, que disputaron la selección albiceleste y Francia, el ...

El 18 de diciembre de 2022, Nehuén Pérez era un argentino más en las tribunas del estadio de Lusail (Qatar). Durante la final del Mundial, que disputaron la selección albiceleste y Francia, el joven futbolista (23 años) formado en Argentinos Juniors, que pasó por Atlético de Madrid y Granada, en España, y Famalicao (Portugal) y hoy juega en Udinese se mimetizó con otros miles de hinchas. Cantó junto a su amigo y compañero Roberto Pereyra (ex River), saludó a los campeones y se tomó el primer avión que pudo para regresar a Italia. Celebró durante un puñado de horas y parte del éxito fue también suyo, ya que jugó 25 minutos en el amistoso previo al Mundial contra Honduras, en Estados Unidos (3-0), y estuvo cinco veces en el banco de suplentes durante las eliminatorias sudamericanas. Pérez habla con LA NACION tras un entrenamiento con Udinese y recuerda aquellas horas en Qatar, cuenta cómo lo cambió la liga italiana y elogia a un tal Lionel Messi, con quien comparte día de cumpleaños (24 de junio): “Marcarlo es imposible”.

—¿Qué sentiste cuando Argentina se consagró campéon del mundo en Qatar, habiendo formado parte del ciclo de Scaloni?

—Una alegría enorme: lo viví como hincha porque estuve ahí en el estadio.

—¿Cómo fue?

—El día del partido con el Tucu (Pereyra) terminamos de entrenarnos y nos tomamos un vuelo que llegaba a las 4 de la tarde y el partido era a las 6. Un día antes había ido mi novia a buscar las entradas. Entonces, cuando yo llegaba, ya tenía que ir directo a la cancha porque estábamos justos. Cuando estaba llegando, me estaba quedando sin batería. Llego y era un mundo de gente: no encontraba a mi novia. Y más tarde ella se había quedado sin batería también. A todo esto, ya había arrancado el partido. Justo pasó uno revendiendo entradas y tuve que comprarla en reventa, pero me perdí todo el primer tiempo. Argentina iba ganando 2 a 0. Cuando entro, 2 a 2. Soy un mufa. ¿Para qué entré?... Y bueno, después por suerte terminamos saliendo campeones.

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—¿Qué te acordás de ese festejo como campeón del mundo?

—Sí lo había visto jugar finales, pero nunca lo había visto salir campeón y fue una alegría enorme. Pero después no tuvimos tampoco tanto tiempo para festejar porque con el Tucu teníamos que volver ya que al otro día nos entrenábamos. Entonces terminó el partido y nos fuimos rápido.

—O sea que en ese día libre fueron un poco campeones del mundo...

—Sí, ni siquiera tuvimos tiempo de festejar. Terminó el partido, estuvimos media hora y nos volvimos. Pero bueno, valió la pena porque podemos decir que estuvimos en la final del Mundial. Excelente.

—Te llevo a Hurlingham, a tus comienzos. Tenés a tu mamá, Claudia, tatuada en el pecho y alguna vez hablaste de tu papá como tu ídolo. ¿Qué significa tu familia?

—Todo. Hago todo por ellos. Fueron los que siempre me ayudaron, los que me bancaron, los que estuvieron ahí. Soy un chico muy familiero. Me gusta estar mucho con mi familia, con mis amigos. Siempre que vuelvo estoy mucho tiempo con ellos y sí, significan todo para mí.

—¿Y Argentinos Juniors?

—También, porque fue el club que me formó como jugador. Gracias a Argentinos soy lo que soy como jugador. Estoy agradecido eternamente y siempre les deseo lo mejor.

—“Este es el semillero del mundo”, dice el eslogan de Argentinos. ¿Qué significa para vos formar parte de ese semillero?

—Un orgullo. Nosotros, la 2000 de Argentinos, también teníamos una muy buena categoría, que habíamos salido campeones tres años seguidos. Y la verdad que se trabaja muy bien en las inferiores de Argentinos. También hay que darle mucho mérito a los técnicos que están ahí.

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—Vamos a tu presente en Italia: ¿te imaginaste alguna vez ganando con la camiseta de Udinese en la cancha de Milán?

—Uno siempre siempre sueña con llegar a primera división y después jugar en Europa. A mí se me dio todo muy rápido porque desde muy chico ya me vine para Europa y no tuve la suerte de jugar tanto en el fútbol argentino, pero sí: yo siempre soñaba con jugar acá en Europa.

—¿Italia o España te daban lo mismo?

—Sí: uno primero sueña con jugar en estas ligas, España, Italia, la Premier, que es el sueño de todos y a mí se me dio desde muy chico. Al principio, cuando llegué acá, como era tan chico, me costó un poco la adaptación, pero bueno, ahora creo que en ese sentido crecí bastante.

—¿La liga italiana favorece más a tu estilo agresivo que la española?

—Sí, son dos ligas distintas, porque acá se mira mucho lo táctico, cada detalle, hacen mucho hincapié en lo táctico y tácticamente el equipo trata de estar bien parado siempre. En cambio en la liga española te dejan jugar un poco más y hay más espacios para los delanteros. Entonces creo que en ese sentido, sí, como defensor me favorece más la liga italiana.

—¿Y los árbitros son menos estrictos además que los españoles?

—Sí, cuidan mucho al delantero en España, entonces era un poco más difícil ser agresivo en la liga española.

—Siempre dijiste que tu referente en el puesto era Sergio Ramos y te lo facturaron, entre comillas, cuando fuiste al Atlético, porque Sergio es ídolo del Real Madrid. ¿Lo sigue siendo? Por el otro, ¿cuán espejo es para vos el Cuti Romero? Porque hizo una carrera parecida: se terminó de formar en Italia y ahora pasó a Inglaterra siendo campeón del mundo.

—Lo de Sergio Ramos me acuerdo porque fue una de las primeras preguntas que me hicieron cuando llegué. Me lo hicieron a propósito, pero sí, siempre fue un referente. Por la mentalidad que tiene y todo lo que ganó está entre los mejores defensores de la historia. El Cuti también, sí es un espejo para todos los jóvenes. Nunca la tuvo fácil, siempre la luchó. Ahora se ve en la selección, en el club, todo lo monstruo que es, así que sí, es un gran referente para todos nosotros.

—¿De chico tenías póster de Maradona, de Messi o de Sergio Ramos?

—Nunca tuve póster de ningún jugador, pero sí, mi ídolo siempre es de chico es Sergio Ramos. Como todo argentino, siempre fue Messi porque yo crecí viéndolo a él. Como mi papá creció viéndolo a Maradona, yo crecí viéndolo a Messi, así que siempre nuestro ídolo, como creo que el de casi todos los chicos de Argentina, nuestro ídolo siempre fue Messi.

—En tus redes sociales, en algún momento apuntaste a disfrutar de los dos, ¿no? De Maradona y de Messi.

—Sí, porque cuando hacían la comparación, yo decía que no había que compararlos: son los dos argentinos y qué mejor que los dos mejores sean nuestros. Era una comparación que no hacía falta y era mejor disfrutarlos que compararlos.

—¿Te gusta más marcar a los delanteros grandes que a los chiquitos? Un Benzema antes que un Messi, por ejemplo.

—Sí. Creo que para todo defensor es más cómodo, porque los chiquititos se te mueven por todos lados y son un poco más cargosos.

—Marcaste a Messi jugando para Granada, ¿cómo fue?

—Leo estaba tres segundos adelante de todo. Es imposible marcarlo.

—¿Es imposible?

—Es imposible. Porque él siempre ve la jugada tres segundos antes que todos los demás. Así que para mí es el mejor de todos. Es impredecible. No sé dónde tiene los ojos, pero ve todo.

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—Como capitán de Argentina levantaste una copa como Messi, la del Preolímpico.

—Bueno, sí, no hay comparación.

—¿Cómo es la sensación de levantar una copa como capitán argentino?

—Por cómo somos nosotros los argentinos, cómo lo vivimos, creo que no hay nada más lindo que salir campeón con la camiseta de la selección. Va a ser un recuerdo que me va a quedar para siempre. Fue algo hermoso.

—¿Te imaginás en el Mundial 2026?

—Primero tengo que seguir trabajando acá en el club, hacer las cosas bien acá y después, Dios quiera que se dé. Pero antes que nada, uno tiene que pensar en hacer bien las cosas en el club para poder estar en la selección.

—Sobre eso: estás en el Top 10 en la mayoría de las estadísticas de acciones defensivas. ¿Qué cambió en relación a la temporada pasada?

—Es un poco de todo. Creo que también es un poco más de experiencia. Este es mi tercer año acá. Uno también va agarrando experiencia, ya conoce mejor la liga. Y ya me voy conociendo más también como jugador, sé en qué soy fuerte, cuándo ir, cuándo no. Entonces creo que eso también se está viendo, como dijiste, por las estadísticas.

—Italia es la cuna de los defensores. Más allá del tema que hablabas antes de la agresividad, ¿qué más le dio Italia en estos casi tres años a tu juego?

—He aprendido mucho acá en el tema táctico. Como defensor me vino muy bien venir a esta liga, a un club como Udinese que te ayuda a crecer y te brinda todo. Pero como defensor creo que fue la mejor decisión que tomé: venir al fútbol italiano.

—Llegaste como defensor central en una línea de cuatro de Argentinos Juniors a Atlético y hoy jugás en cualquiera de las tres posiciones de una línea de tres y hasta lateral. ¿A ese avance te referís?

—Sí, porque al principio estaba cerrado en jugar solo por la derecha o en el medio, pero cuando llegué acá empecé a jugar por izquierda todo el año pasado. Y el anterior jugué todo por izquierda, los primeros partidos también jugué de lateral. Pensándolo bien en frío es una herramienta que también la puedo usar y al técnico le puede servir muchísimo porque me puede usar en cuatro posiciones: sea como lateral o central derecho en el medio o por izquierda.

—Y en un momento en que la versatilidad es muy bien vista en todos lados, en la selección, en Europa...

—Sí, porque después, como te decía, le puedo dar varias opciones al entrenador. A mí me sirvió muchísimo empezar a jugar por izquierda también. Aunque mi puesto, como digo siempre, es por derecha.

—¿Y en una línea de tres?

—Acá casi todos los equipos juegan con línea de tres. Yo arranqué jugando igual en línea de tres con (Sebastián) Beccacece en la Sub 20. Él siempre me ponía como central del medio. Bueno, después cuando vine para acá, siempre como jugaba central derecho en una línea de cuatro, quería jugar como central por derecha. Pero bueno, después me fueron tirando para la izquierda, así que también ahí le doy una opción al entrenador.

—A perfil cambiado, y sin embargo te adaptaste.

—Al principio me sentía un poco incómodo porque, como decís, era perfil cambiado y no estaba tan acostumbrado. Pero bueno, después con los partidos y todo, me fui acostumbrando. Así que me consideran por los dos lados.

—¿Sigue siendo Italia el país del catenaccio y de la defensa? ¿O considerás que hay mucho más ataque, más juego ofensivo?

—Dentro de la cancha parece que hay muchas transiciones, pero acá siempre se piensa primero en defender. Miro la Premier League y parece como que solo se ataca y se ven muchísimos más espacios.

—¿Con qué soñás en tu carrera?

—Ganar un título con la selección mayor sería lo máximo; el sueño máximo que tengo desde chico. Pero tengo que trabajar y trabajar acá, como te digo, día a día; seguir mejorándome. Después, poco a poco, se van a ir dando las cosas. Pero el sueño máximo que tengo es ganar un título con la selección argentina.

—Y en ese mejorar y trabajar, ¿qué sentís que le falta a tu juego?

—Por ahí, ser un defensor con más gol, eso le sumaría muchísimo a mi juego. Después, uno nunca termina de aprender, ¿no? Hasta que termina de jugar siempre aprende algo día a día. Pero me mejoraría muchísimo ser un defensor con más gol.

La sorpresiva victoria de Udinese ante Milan como visitante

—Si a este Nehuén Pérez de hoy le tocara marcar de nuevo a Messi, ¿la Pulga lo pasaría igual o le costaría más?

—No, me pasaría igual. (risas).

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/nehuen-perez-el-defensor-central-al-que-todo-le-paso-muy-rapido-marcar-a-messi-es-imposible-nid01122023/

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