LA BAULE-ESCOUBLAC, Francia.– La Francia de Antoine Dupont es muy superior a la Francia de 2007, que también había llegado como uno de los candidatos principales, sobre todo por la localía. Este equipo que armó Fabien Galthié es verdaderamente favorito para ganar el título de campeón y dejar en Europa la segunda Copa del Mundo para el continente. Si bien las lesiones lo han golpeado muy duramente, dejándolo sin jugadores clave, especialmente Romain Ntamack, el socio ideal de Dupont, les Bleus tienen todo para, finalmente, cumplir el objetivo que se les frustró en las finales de 1987, 1999 y 2011.

El gran interrogante es si Dupont –aquí tiene una popularidad y una exposición tales como las de los mejores futbolistas franceses– y el equipo van a soportar la presión que implica ese favoritismo instalado por la prensa y todo el aparato publicitario, y hecho carne en los hinchas. La Francia de 2007 –se insiste: varios escalones debajo de ésta– no la resistió. Los Pumas se la hicieron pagar cara desde el debut.

Para medir el termómetro francés será ideal la primera parada, que puede ser una final anticipada. Los All Blacks, con todo lo que implican, darán sin dudas la medida de si Francia está para como dar la pelea por la corona.

Galthié, medio-scrum en aquel fabuloso triunfo sobre Nueva Zelanda en Twickenham en una semifinal del Mundial Gales 1999, edificó un equipo durísimo pero que, en buena parte, respeta las banderas del rugby champagne, la marca distintiva del rugby francés. Cuando les Bleus llevan la pelota afuera son capaces de destruir cualquier defensa, aunque habrá que ver si Matthieu Jalibert puede calzarse algunas prendas del traje que tuvo que dejar Ntamack.

La baja del apertura es la más ruidosa del Mundial. Los afiches con su rostro siguen presentes en las calles del país. Llegaba a esta cita para ser una de las grandes estrellas junto a su socio en la pareja de medios también en Toulouse, el increíble Dupont, capaz de hacer todo en una misma acción. Pero el conjunto azul tambié sufren las ausencias, por lesiones, del segunda línea Paul Willemse y el pilar Cyril Baille.

“Nunca estuvimos mejor preparados”, dijo Dupont. “Ganamos 80 por ciento de los partidos y el Seis Naciones de 2022 y tenemos una generación de jugadores talentosos que ganaron experiencia y continuidad en la columna vertebral del equipo”, completó el capitán. Un registro confirma esto: Francia hilvanó por primera vez en su historia 14 victorias como local.

En este último tiempo, Francia ha disputado el liderazgo europeo con Irlanda. Ambos son la gran esperanza del hemisferio Norte para quebrar la abrumadora hegemonía del Sur en cantidad de trofeos: 8 a 1.

Toda Francia espera festejar lo que ocurra el sábado 28 de octubre en el Stade de France. El camino empieza este viernes allí mismo. Dupont, el nuevo Napoleón, dirige la tropa en pos del gran anhelo. Y de ser el segundo país en tener las copas del mundo de rugby y fútbol, igualando a su eterno rival del otro lado del Canal de la Mancha: Inglaterra.