MARSELLA (Francia).– Los periodistas de la BBC se sorprenden cuando uno les da crédito a los Pumas. 51% a 49% para Gales, se arriesga. Les parece poca diferencia. La solidez que ha alcanzado el equipo de Warren Gatland se contrapone con la inconsistencia de los argentinos, eso es cierto. Pero los Pumas todavía no alcanzaron su potencial, se advierte. Los británicos asienten, no del todo convencidos. Michael Cheika acaba de brindar su conferencia de prensa de anuncio de equipo y las preguntas en inglés pasaron por el lado de la condición de favoritos de los galeses.

Un mes y algunos días más tarde, los Pumas vuelven a encontrarse frente a un escenario similar al que vivieron en el debut en Francia 2023. Mismo escenario, el fabuloso Stade Vélodrome de esta ciudad. Allí, los Pumas volverán a ser visitantes ante la gran afluencia que se espera, por avión, por tren o en crucero, de los galeses, como viene ocurriendo durante todo este certamen. Un rival similar, también, ya que Inglaterra tiene un estilo de juego muy parecido al de Gales. Hay una diferencia esencial, no obstante: esta vez los Pumas van de punto. En los jardines del Hilton Garden Inn en las afueras de Marsella, los periodistas de la BBC desconocen que esa situación a los argentinos les sienta mucho más cómodos.

Aquella derrota ante los ingleses signó el recorrido de los Pumas por Francia 2023. Llegar como favoritos les jugó en contra, nunca se sacaron los nervios y terminaron jugando uno de sus peores partidos de los últimos tiempos. El recorrido por el grupo, pese a que los rivales eran inferiores, se hizo cuesta arriba. Al partido de cuartos de final llegan por debajo de los galeses en la consideración de los especialistas. Pero en esa cuesta, como si fueran las escalinatas de Notre Dame de la Garde, los Pumas también fueron ascendiendo, fortaleciéndose y ganando confianza.

“No se trata tanto de la confianza, sino de comprender todo el trabajo que se ha estado realizando durante un año y medio desde que estoy con el equipo. Todas esas cosas en las que hemos estado trabajando durante ese tiempo son las que hacen que sienta que estemos listos para este partido”, dijo un risueño Michael Cheika en la conferencia de prensa en la que anunció el equipo titular para el sábado. “Sabemos que Gales es favorito y eso es bastante obvio. Sabemos que vamos a tener que hacer algo diferente, algo especial en torno al partido para que podamos ser competitivos, pero creo firmemente en el equipo, en nuestro equipo. Amo a los muchachos, siempre están juntos, son un equipo muy comprometido y sé que realmente van a disfrutar esta ocasión”.

Después de la derrota ante Inglaterra fue como volver a empezar para los Pumas. Partido a partido, fueron sumando atributos. Hasta aquí no han alcanzado su potencial, pero la esperanza, la apuesta, está en que el equipo aparezca el sábado. Haberse sacado la mochila de tener que clasificarse a cuartos de final, algo que estuvo en vilo desde el estreno, sin la presión de ser candidatos, es un aliciente más.

“Todo eso no cuenta”, advirtió Cheika. “Cuando suena el silbato, todas las especulaciones quedan atrás. Todo lo que puede haber ocurrido antes deja de tener sentido. El equipo está cómodo en esta situación. Luego del primer partido, nos pusimos en una situación de jugar todas finales. Vi comentarios en la prensa británica que dicen que Gales llega mejor que nosotros. Lo que cuenta es cómo juguemos el sábado. El tema del favoritismo puede ser interesante para los hinchas o para el periodismo, pero a nosotros no nos cambia nada”.

Cheika sorprendió incluyendo a Tomás Cubelli en la alineación, el único cambio además del ingreso obligado de Facundo Isa por el lesionado Pablo Matera. Bajo su órbita, entre una sucesión lesiones y una recuperación larga que le impidió estar al 100%, Cubelli sólo había jugado como titular ante España y Chile, dos rivales menores. Ahora tiene la gran oportunidad en el partido más importante del ciclo.

“Ha superado muchas dificultades personales con las lesiones durante este último período, se ha mantenido sólido, ha tenido momentos en los que ha sido difícil para él y realmente ha regresado con una actitud fuerte y, como siempre, como todos estos chicos, totalmente comprometido con el equipo para llegar lo más lejos posible”, destacó el australiano. “Si se le presenta la oportunidad el sábado, demostrará el tipo de jugador que es. Es duro, está comprometido y le encanta jugar para Argentina. Creo que eso lo resume. Otro tema importante es que, al faltar Matera, la presencia de Cubelli ayuda porque tiene mucha experiencia y es uno de los líderes del grupo”.

Así como los Pumas llegaron como favoritos y se derrumbaron en el primer partido y debieron rearmarse, Gales desembarcó en Francia siendo una incógnita y sólo con un grupo endeble como justificación para estar entre los ocho mejores. Pero arrancó con una victoria exigida pero vigorosa ante Fiji y luego alcanzó su techo con una contundente demostración de rugby eficiente ante Australia. El Dragón, como Inglaterra, tiene un juego conservador. Utiliza mucho el pie para jugar en territorio rival, tiene una de las mejores defensas del mundo, es fuerte en las formaciones fijas, tiene pateadores certeros (en este caso estará el veterano Dan Biggar), capitaliza errores rivales, muchos de los cuales ellos mismos fuerzan; con espacio, los tres del fondo son temibles (Louis Rees-Zammit, Josh Adams y Liam Williams). Si los Pumas no logran consistencia y claridad con el juego que se propongan hacer, el partido se les va a tornar complicado.

“Jugué muchas veces contra Gales y contra Warren Gatland, dirigiendo a Australia y ahora a los Pumas”, confió Cheika. “Para nosotros es importante saber cómo atacamos, porque ellos son un equipo al que les gusta defender. Tenemos que ser inteligentes, dinámicos, tener claro cada uno su rol y tener continuidad en nuestro ataque. En este tipo de partidos es muy importante cómo volvemos de situaciones difíciles y de errores. Porque va a haber errores, propios y por mérito del rival”.

El camino de los Pumas en Francia empezó en Marsella. Todo lo que habían construido en dos años pareció derrumbarse con la estrepitosa caída ante Inglaterra. En cinco semanas, se fueron reconstruyendo. Ahora vuelven a esta sugestiva ciudad con otro semblante. Ya no son favoritos. Cheika siente que están listos para el momento cumbre.