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Mateo Salvatto: “Veo muy vacíos a los candidatos en propuestas para los jóvenes”

MENDOZA.- En una Argentina que definirá en breve su futuro político y económico, aparece en escena, quizás más que en otras elecciones, qué piensan y harán los jóvenes en las urnas.P...

MENDOZA.- En una Argentina que definirá en breve su futuro político y económico, aparece en escena, quizás más que en otras elecciones, qué piensan y harán los jóvenes en las urnas.

Por eso, hay quienes, bajo un contexto argentino tan complejo e incierto, incluso en lo electoral, ven oportunidades y no bajan los brazos, a pesar de las dificultades, siempre recurrentes en un país que no logra salir a flote. Allí están los emprendedores y sus experiencias de “caerse y levantarse”.

En su paso por Mendoza para participar de la Experiencia Endeavor Cuyo 2023, el mayor y más influyente encuentro regional de emprendedores, Mateo Salvatto (24), el joven líder en proyectos innovadores como la app Háblalo, cofundador y CEO de Asteroid Technologies y reciente ganador en Irlanda del premio “Davos joven”, al emprendedor mundial del año, otorgado por la organización británica One Young World, dialogó con LA NACIÓN e invitó animarse a dar el paso con las ideas y proyectos para construir un negocio y hacerlo crecer, a pesar de todos los obstáculos que surgen en el camino.

Asimismo, dio su visión de la realidad económica, social y educativa nacional, analizó las posibilidades para desarrollarse en medio de crisis recurrentes y cuáles son sus perspectivas para los argentinos tras los comicios presidenciales, con candidatos que no logran “seducir” por la falta de propuestas concretas y realizables.

-¿Cómo se puede ser un agente de cambio en un país donde se cambian las condiciones todo el tiempo?

-Connotamos al agente de cambio en otro sentido. Es verdad que los cambios argentinos a veces no son los mejores. Pero, en general, trato de ver siempre el vaso medio lleno, de ser un poco de esa manera. Creo que es una ventaja estratégica sobre otros países estar acostumbrados a las fluctuaciones. Fijate lo que pasa en países europeos que con 5% de inflación anual salen todos corriendo por el aire; les cuesta mucho encontrar de vuelta el carril frente a esos problemas. Obviamente, son personas muy formadas y capaces en muchos aspectos. En ese sentido, creo que en Argentina hacés el MBA más profundo del mundo, no te lo enseñan ni en Harvard. No es bueno, porque no atrae inversores, complica la vida de los emprendedores, pero hay que ver los increíbles logros que tiene la Argentina a pesar de los problemas macroeconómicos, de inversión, de capital. Es lo que lleva a cuestionarte que acá hay algún gen diferente. No es fácil emprender, pero es una gran prueba de que cuando les va bien en Argentina les estaría yendo bien en cualquier lado. Es una base de mínima importante, con un filtro muy grande.

-¿Cómo ves a los jóvenes argentinos? ¿Qué te preocupa de las futuras generaciones?

-Es una situación muy complicada para los jóvenes por múltiples factores. Uno de los principales es la macroeconomía, pero preocupa que no puedan acceder, por ejemplo, a una vivienda propia o incluso a un alquiler. Está clarísimo que es un gran driver para que la gente se quiera ir o para que el joven no quiera intentar quedarse, pero hay una discusión de base sociocultural que no tenemos generalmente: la cuestión de la narrativa. Hay una constante en la dialéctica argentina en describirnos a nosotros como una porquería. Hoy no existe, como nuestros padres, con la recuperación de la democracia, tenían un horizonte para aportarle al país, había un gen por lo que luchar, intentar y laburar. Hoy eso no existe, por las graves condiciones; pero más que nada, porque la mayoría de los jóvenes de mi edad crecimos con el 90% de los adultos que nos rodeaban diciéndonos que el país es una mierda. Si a un pibe desde los dos años hasta los veinte le decís lo mismo, no hay manera de que lo convenzas de lo contrario. Es un factor sociocultural interesante; cambiemos cómo nos hablamos entre nosotros mismos. No es verdad que somos el último orejón del tarro, ni un país perdido; eso es totalmente falso. Se puede justificar con un montón de variables, y el emprendedurismo es una de ellas.

-¿Están preparados para emprender?

-Hay una dualidad: el argentino promedio está preparado para emprender, pero no es algo fácil. No hay que banalizar ni dramatizar, porque tampoco somos superhéroes, somos empresarios pyme. Genéticamente, las cualidades existen, pero hay un gran atraso en el sistema educativo para esa construcción. De todas maneras, no todo el mundo tiene que ser emprendedor: primero, porque no es útil, segundo, porque no es lógico y tercero porque no es sano. Es cierto que para este tipo de laburo en tecnología, creación o desarrollos necesitás una cantidad de conocimientos que el sistema educativo tradicional hoy ignora.

-¿Qué le falta entonces al sistema educativo argentino pensando en los desafíos tecnológicos que se vienen?

-Es algo que merece debate siempre. No veo una razón válida y lógica por la cual todas las escuelas argentinas no tendrían que tener programación. Estadística es otra materia pendiente, al igual que educación financiera, en un mundo donde hacés dos clicks para estar en un fondo de inversión. En inglés, latinoamericanamente hablando, estamos un poco mejor, más elevados en bilingüismo. Necesitamos todo eso, y no se pone como prioridad. Sigue siendo muy bajo el porcentaje en el PBI.

-¿Estás de acuerdo con alguna propuesta de los candidatos a presidente? ¿Qué les pedirías?

-Para ser honesto y no desviar la respuesta, tengo que decir que no me seduce ninguna propuesta. No estoy seguro a quién voy a votar o si voy a hacerlo en blanco. Es un escenario muy interesante para analizar, desde afuera. Creo que puede salir para cualquier lado. Está clarísimo que es muy diferente lo que yo puedo pedir a lo que la sociedad demanda por resultados electorales. El foco tiene que estar en la economía, que es lo que más aflige a los ciudadanos. Por eso, es lógico y racional el resultado que ha tenido Milei, donde gran parte de su plataforma se basa en eso, en arreglar ese problema. Pero, veo muy vacíos a todos en propuestas concretas en educación, ciencia y tecnología y en atracción de inversiones.

-¿Por qué creés que los jóvenes varones siguen más a Milei que al resto de los candidatos? ¿Cómo imaginás una eventual presidencia para el desarrollo de empresas y de oportunidades para los jóvenes?

-Quien no se imagina a Milei como presidente no está viendo algo posible. Pero no sé cómo sería ese eventual gobierno. Hay una realidad que, en ámbitos de la macroeconomía, él da en la tecla de lo que la gente quiere escuchar. Hoy, un joven que ve al mundo cómo funciona, viene acá y ve que todo se hace al revés, considera que Milei habla manzanas con manzanas. En un montón de aspectos es lógico; de hecho, en la macro, en no discutir la inflación, el discurso tiene sentido. Lo que él propone son cosas buenas o suenan bien, pero en otras no coincido. El tema es que lo que dice en lo macro sea factible de realizar. Lo que pienso es que no sé quién va a ganar y espero que todo repunte, que se haga lo necesario para que Argentina crezca y que se aproveche la oportunidad que tiene. No tengo fanatismo por nadie.

-¿Cuánto cuesta para un emprendedor hacer negocios y monetizar los proyectos? ¿Cuál es la clave y cuánto tiempo hay que esperar?

-Hay millones de cosas en términos técnicos y de formación, de cursos y de aprender. Hay tres variables importantes: nunca dejar de aprender cosas; es decir, estar aggiornado e instruido todo el tiempo, en lo último. Por el otro lado, escuchar mucho, ya que emprender es una tarea multitasking, ya que tenés que hacer muchas cosas que no sabés, por eso la humildad es clave, hay que tomar lo que nos dicen los que saben o que ya lo hicieron. Y por último, hay que tener una cuota de huevo, corazón, paciencia e ingenuidad. De hecho, mi empresa perdió plata cinco años, pero hay que persistir y estar convencido lo que uno quiere hacer, ir para adelante, y escuchar lo suficiente para instruirme, pero no escuchar al que me dice que lo deje de hacer.

-Desde chico hablás de la necesidad de cambiar el mundo... ¿Es posible? ¿Qué es para vos esa premisa?

Para mí cambiar el mundo, es que una persona con discapacidad pueda hacer algo que antes no hacía. Si eso se pudo y lo veo, para mí el mundo ya es otra cosa. Esa persona de mínima ya va a vivir una vida diferente, es lo más grande que hay. Eso no significa que tenga que ser el cambiar el mundo del resto. Eso sí, cambiar el mundo para otros nunca fue tan fácil en la historia de la humanidad, ya que nunca tuviste tantas herramientas y tantos conocimientos en la mano para hacer algo para los demás. Es algo para aprovechar, de mínima.

-¿Cuál es “la batalla del futuro” en la Argentina?

Hay varias, pero obviamente está la batalla del ordenamiento y el emprolijamiento de la macroeconomía, pero también la de la narrativa; dejar de convencernos de que somos una mierda, porque no es verdad. Si no arrancás por ahí, el resto va a andar un rato o mejorar un poco, pero nunca vas a lograr posicionarte como nación, en un camino de futuro real.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/mateo-salvatto-veo-muy-vacios-a-los-candidatos-en-propuestas-para-los-jovenes-nid16102023/

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