Todo comenzó en mayo de 2020, en plena pandemia de Covid-19, cuando la madre de niño de 12 años, estudiante de una escuela de Villa Devoto, hizo una grave denuncia contra el profesor de Lenguas de su hijo. En la presentación aportó chats con archivos con fotos obscenas que el docente le enviaba a su alumno. El sospechoso fue detenido. En el momento en que los investigadores irrumpieron en la casa, el docente estaba en la cama con uno de sus estudiantes, un adolescente de 14 años. Tres años después, el Ministerio Público Fiscal porteño pidió una pena de 40 años de prisión. Mañana se conocerá la sentencia.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. El debate oral donde fue juzgado Adrián Rowek estuvo a cargo de los jueces penales, contravencionales y de faltas Natalia Ohman, Gabriela Zangaro y Ricardo Baldomar. La acusación fue realizada por la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas de la Ciudad (Ufedyci).

“La investigación comenzó cuando la denunciante descubrió en el teléfono celular de su hijo mensajes de índole sexual que el docente le enviaba. El imputado le mandaba a su alumno fotos de sus genitales”, explicaron fuentes judiciales.

Tras la presentación y las pruebas aportadas por la denunciante, la Ufedyci solicitó una orden de allanamiento y la detención del docente.

“Durante el procedimiento en el inmueble del imputado, en el barrio de Villa Real, el personal del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal, a cargo del allanamiento, encontró al sospechoso en la cama con un alumno. El docente quedó imputado por abuso sexual con acceso carnal”, dijeron los voceros judiciales. Poco después, tras una presentación de la Ufedyci, la jueza en lo penal, contravencional y de faltas porteña Cristina Lara dictó la prisión preventiva.

En el transcurso de la investigación fueron identificadas más víctimas del docente. “Día a día se acercan víctimas de años atrás. Obviamente van a declarar con el resguardo a su identidad y la confidencialidad que requiere el caso. Se están presentando personas que dicen haber sido víctimas de este hombre en 1993. Las víctimas fueron alumnos en cada uno de los establecimientos educativos donde el imputado trabajó como docente″, habían dicho en su momento a LA NACION investigadores del caso.

Si bien hubo casi 20 víctimas que se acercaron a la Ufedyci, el juicio se centró en ocho.”La fiscalía había incluido a todas las víctimas en el requerimiento de elevación a juicio, pero la defensa planteó que una decena de hechos estaban prescriptos por el tiempo que había transcurrido. A pesar de que durante la instrucción de la causa, la jueza Lara había resuelto en favor al Ministerio Público Fiscal, la Sala I de la Cámara en lo Penal, Contravencional y de Faltas declaró la prescripción de esos hechos, decisión que luego fue confirmada por el Tribunal Superior de Justicia porteño. En base al derecho de las víctimas en ser escuchadas, como así también por los llamados Juicios de la Verdad, se admitió la declaración en el debate de todas las víctimas”, sostuvieron fueron de la Fiscalía General de la Ciudad.

El Ministerio Público Fiscal pidió la pena de 40 años de cárcel por entender que el docente es culpable de los delitos de Grooming (acoso de parte de un adulto a niños, niñas y adolescentes a través de Internet), corrupción de menores y abuso sexual agravado por el vínculo.

“Genera mucha indignación la manera en que esta persona se aprovechaba de la vulnerabilidad propia de los menores de edad. Donde debían tener un maestro o referente, había un delincuente abusando de su integridad física y mental”, sostuvo Juan Bautista Mahiques, fiscal general de la Ciudad.