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Malena Villa: el llamado fallido de Hollywood para interpretar a una superheroína, su amistad con Toto Ferro y la música como terapia

De repente, la cara de Malena Villa se convirtió en un rostro muy conocido cuando apareció en las pantallas de los cines interpretando a las gemelas Marisol y Magdalena de El Ángel, película y ...

De repente, la cara de Malena Villa se convirtió en un rostro muy conocido cuando apareció en las pantallas de los cines interpretando a las gemelas Marisol y Magdalena de El Ángel, película y rodaje que le dejó una relación de amistad con Toto Ferro, con quien comparte la pasión por la actuación y por la música. Hoy, Malena combina las dos facetas: alterna la filmación de varias películas con nuevos lanzamientos musicales y se entusiasma con su presentación en el Teatro Vorterix del próximo 31 de mayo. A pocos días de telonear a Alicia Keys en el Movistar Arena y con un disco nuevo entre manos que planea lanzar a mitad de año, Malena recibe a LA NACION para charlar sobre su carrera artística.

–Estás trabajando en un nuevo disco, ¿cuál es su concepto?

–Quise volver a las raíces de mi primer disco, La negación. Para este disco trabajé en ocho canciones muy eclécticas: hay desde un bolero hasta un hip hop. También hay mucho folklore, sonidos españoles y guitarras. Desde la producción buscamos algo orquestal con muchas cuerdas y violines. Si bien se encuadra dentro del pop, trato de mixear sonidos. Quise probarme en distintos géneros. Creo que representa una madurez mía en la música, en la composición y en los estilos. La idea es lanzarlo en unos meses.

–¿Qué es lo que buscás transmitir?

-Nunca lo tengo tan claro. Para mí hacer canciones se ha vuelto una forma de terapia. Cuando siento una emoción muy fuerte o algo que me atraviesa lo vuelco en canción. Tenía canciones escritas, la mayoría inspiradas en enamoramientos o en rupturas y todo sale de ahí. Creo que el disco tiene que ver con estar medio encerrada. Este último tiempo me sentí más expuesta. Me separé, empezaron a circular rumores falsos y cosas que me dieron mucha fobia. En vez de abrirme, me encerré y no me dieron ganas de compartir mi intimidad con nadie, empecé a notar que había gente que se acercaba por interés. Me encontré con una imposibilidad de conectar con otras personas a niveles íntimos.

–¿No te pasaba eso desde antes?

-No, porque como actriz es distinto el engagement con el público. La gente te reconoce si te vio en la tele o si justo salió tu película y estás ahí, pero después pasa y la gente se olvida de vos. La música genera otro tipo de conexión. Me crucé con personas que me decían: “Tu música me salvó la vida en la cuarentena”. A mi me pasa lo mismo con la música de otros artistas: me sanan el corazón. Siento que el vínculo con la gente que te escucha se vuelve algo fuerte. Mientras cuentes algo que sea honesto y real, que no se sienta fake, que no parezca falso: ni impuesto, ni puesto va conectar con la gente.

–¿Cómo hacés para producir algo que se sienta honesto sabiendo que hay tantas cantantes y actrices con ofertas similares en la industria?

-Ahora hay muchos artistas y mucha música que está hecha para el entretenimiento concreto de la noche, para bailar: entretenimiento puro y duro. A mí no me sale. Hay mucha gente que lo hace bárbaro y muy bien, la música urbana tiene eso, pero a mi simplemente no me sale. Quizás por eso mi música no se escucha en los boliches y la escucha la gente para llorar, para limpiar la casa o para conectar con otros sentimientos y está bien. Es oferta y demanda y hay público para todos.

–¿Qué es lo particular de tu música a la hora de conectar con el público?

-La letra. Si yo vivo una emoción y luego logro volcarla en canción, la música se transforma en un catalizador de esa emoción. Las películas son de otro: es más un proyecto del director y vos ponés el cuerpo, pero el que firma la película es otra persona. En la música yo soy la dueña de mi propio proyecto y soy la que me expongo también.

–¿Cómo hacés para conjugar la actuación con la música?

-Desde que terminó la pandemia logré conjugar las dos cosas. En 2021 me fui cuatro meses a filmar dos películas afuera y tuve que dejar el disco a un lado. Una fue la película española Matadero, que se estrenó en diciembre, y la otra El tema del verano, del director uruguayo Pablo Stoll, que todavía no se estrenó. También participé de un proyecto español que se llama El llanto, con Ester Expósito y Mathilde Ollivier. Ahora que terminó ese rodaje pude volver de lleno a la música. Voy sectorizando mi año de acuerdo con los proyectos.

–Empezaste de muy chica. ¿Cómo fue tu camino hasta acá?

-Mi mamá es analista de sistemas pero mi papá es actor. Empecé a tomar clases de teatro, me entusiasmé, vi un casting, pedí que me lleven y quedé. Como mi papá es actor siempre tuvo reticencia a que yo también me dedicara a la actuación, quería que tuviera un plan B. Pero por alguna razón yo seguía quedando en los casting. A los 12 quedé en mi primera película. Me acuerdo que con lo que me pagaron me compré una PlayStation. A los 15, un director que se llama Eduardo Milewicz me dio mi primer protagónico y yo estaba muy entusiasmada porque era una película muy grande. En la historia yo era una especie de Lolita y el coprotagonista era Gonzalo Valenzuela, pero al final no se estrenó comercialmente. Como yo tenía 15 años y la trama contaba una historia romántica con un mayor de edad, en el set esperaron a que yo cumpla 16 por cuestiones legales. Mis papás me acompañaban pero yo prefería que no estuvieran en el set. Me acuerdo que en ese momento me agarró una locura de que tenía que ir al gimnasio para estar linda y ahí mis papás me frenaron el carro. Pero la verdad es que no hubo “plan b”, yo determiné que iba a vivir de la actuación y a los 19 estaba viviendo sola gracias a mis trabajos de actriz. A los 21 me convocaron para una posible participación en una película de superhéroes de Warner para grabar en Estados Unidos, pero al final no sucedió y eso fue una gran decepción. El director estaba muy entusiasmado conmigo pero yo creo que no se dio por una cuestión de mercado: no represento el estereotipo de latina que era lo que buscaban.

–¿Cómo es tu vínculo con Lorenzo “Toto” Ferro?

-Lo de Toto fue una locura. Con su primer protagónico en El Ángel alcanzó éxito mundial. Compartir esa película con él fue muy lindo, y yo lo acompañé mucho en ese proceso. El rodaje fue intenso y terminamos siendo familia. Es que compartís 16 horas por día durante meses. Nos volvimos muy amigos y cuando me pasó esta decepción hollywoodense, él estaba empezando a hacer música y me invitó a cantar una canción de su primer disco. Lo vi a él haciéndolo y dije: “Yo puedo hacer esto también”. Verlo a él cantar me inspiró a escribir mis propias canciones. Si bien cada uno compone a su manera, verlo a él hacerlo me lo presentó como algo tangible.

–¿Te imaginás haciendo esto toda la vida?

-No (ríe). No creo que pueda mantener siempre este ritmo. No tengo vacaciones ni fines de semana porque si estoy filmando o haciendo una obra de teatro estoy ocupada durante la semana y el fin de semana están los shows. Ahora por suerte tengo un equipo más grande de gente que trabaja conmigo y me ayuda en un montón de cosas. Pero hay muchas decisiones que siguen pasando por mi.

–¿Tenés alguna colaboración soñada?

-Me encantaría hacer una colaboración con Chano. Ya me invitó a cantar un par de veces y sería muy lindo armar algo juntos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/malena-villa-el-llamado-fallido-de-hollywood-para-interpretar-a-una-superheroina-su-amistad-con-toto-nid25052023/

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