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Los Nocheros cerraron un capítulo: Kike Teruel se despidió del grupo en una noche emotiva y con muchos invitados

Artista: Los Nocheros. Recital: Gracias Nocheros. Vaya donde vaya. Músicos: Álvaro Teruel (voz), Kike Teruel (voz, charango, guitarra), Mario Teruel (voz, guitarra, bombo), Rubén Ehizaguirre (vo...

Artista: Los Nocheros. Recital: Gracias Nocheros. Vaya donde vaya. Músicos: Álvaro Teruel (voz), Kike Teruel (voz, charango, guitarra), Mario Teruel (voz, guitarra, bombo), Rubén Ehizaguirre (voz), Ramón Vivas (bajo eléctrico), Pablo Fabián Sosa (batería), Germán José Mercado (teclados) y Juan Manuel “Chino” Décima (guitarra). Lugar: Movistar Arena. Nuestra calificación: bueno.

Arrancaron, siendo aún muy jóvenes, a mediados de la década del 80 con el Pala Aguilera en lugar de Jorge Rojas, que tomaría ese lugar poco después de las primeras grabaciones. Aquellos primeros registros los ponían en un estilo más ligado al folklore salteño tradicional, en una herencia que recibieron de grupos clásicos de la provincia como Los Chalchaleros o Los Fronterizos. En los 90, con el segundo boom del folklore -ya bien diferente al de los 60-, explotaron a nivel nacional después del gran éxito en Cosquín. Y aunque esa variante del folklore romántico también tenía ilustres antecedentes en figuras como Hernán Figueroa Reyes o Daniel Toro, entre tantos, Los Nocheros llevaron ese aspecto al máximo, con baladas folklorizadas y a veces muy eróticas que hacían transpirar las pieles de quienes las escuchaban. Llenaron teatros y estadios en cantidad, vendieron discos por decenas de miles, ocuparon espacios destacados en cuanto festival hubiera en el país y acumularon una enorme fila de fanáticos que los defendieron a capa y espada frente a los que los cuestionaban, que también fueron unos cuantos.

La salida de Rojas en 2005 para hacer su carrera solista fue sin dudas un golpe duro en términos artísticos; pero siguieron adelante con Álvaro Teruel -hijo de Mario- como una de las voces solistas. A mediados de la década pasada, Kike decidió hacerse a un lado por un tiempo y hasta llegaron a grabar y a tocar en trío. Y las más recientes cuestiones ligadas a hechos que pertenecen a otras secciones del diario, tampoco fueron gratuitas y sacudieron a la familia Teruel y a todo el grupo.

En ese contexto, al que debería agregarse cierto estancamiento en lo creativo y en relación a la fuerte sorpresa sonora, visual y estética que significaron en algún momento, es que debe pensarse este concierto del Movistar Arena. Con el condimento de la despedida definitiva de Kike, que decidió dar un paso al costado y dejar de ser un Nochero para avanzar sobre un destino personal que aún no fue anunciado.

Este show en el estadio de Villa Crespo fue pensado entonces como una fiesta para despedir al hermano, ya maduro, que sale de la casa para hacer su propio camino. Así, se convocó a una abundante selección de amigos/invitados: cercanos a Kike y al grupo, excamaradas de grabaciones y conciertos, cantantes de generaciones y estilos diversos. Y en buena medida pasó aquello que puede ocurrir cuando alguien invita amigos y parientes muy diversos a una fiesta con la idea de no dejar a nadie afuera. No siempre poner más cosas mejora el resultado final y, de hecho, por muchos momentos el concierto se desdibujó.

La despedida tuvo a Los Nocheros al frente con su última formación, con Kike tocando charango y Mario la guitarra en algunas canciones y con un cuarteto folk/pop respaldándolos desde el fondo del escenario. La escenografía fue un sencillo pero bien trabajado material audiovisual para una puesta de Ana Sans. El repertorio, extensísimo con más de 30 títulos, repasó muchos de los muy exitosos momentos del cuarteto. Por supuesto, no faltaron “Cosa peligrosa”, “Materia pendiente”, “Señal de amor”, “Algo sobrenatural”, “Vaya donde vaya”, “Mamá, mamá” o “Entre la tierra y el cielo”. Hubo folklore un poco más tradicional en el arranque con el huayno “Otra noche de festival”, la chacarera “La guitarreada” o con los bises del final. Pero la marca terminaron poniéndola los invitados, porque fueron muchos y porque casi todos compitieron absurdamente en el protagonismo con la intención de seducir a un público -frío en muchos tramos, dicho sea de paso- que era de Los Nocheros y, especialmente, de Kike.

Pasaron “Puerto Tirol” y “Kilómetro 11″ con Los Alonsitos. Los salteños de Ahyre se sumaron para “La luna” y “La noche sin ti”. Los Tekis, con una sorprendente exhibición de vestuario, fueron parte con “Soy como soy” y “Cómo has hecho”. La dupla de Gaby Morales y Daniel Cuevas –”amigos de la vida con los que jugamos al fútbol y comemos asados”, informó el Nochero homenajeado- compartieron un par de zambas más clásicas. El ex Ráfaga Rodrigo Tapari -con un exceso de figuración- puso su voz estridente para “Procuro olvidarte” (o cómo destruir una canción tan bella) y “Una cerveza voy a tomar”. Angela Leyva -otra que no terminó de entender que era invitada y no figura convocante- puso su cuerpo y su voz para “Sol nocturno” y “Amiga traidora”. Marcela Morelo -premio a la invitada más ubicada de la noche- hizo “Jamás te olvidaré” y su súper hit, “La fuerza del engaño”. Soledad Pastorutti fue una figura destacada con “Me enamoré de la zamba” y “Tren del cielo”, aunque su perorata emotiva se excediera un par de escalones. Abel Pintos puso su sobreabundancia de elogios y emoción desde un video. Y en el cierre, el Chaqueño Palavecino arrolló a todos con sus versiones de “La yapa” y “Amor salvaje”.

En resumen: zambas, chacareras, huaynos, cumbias, balada acaramelada, música pop y demasiados invitados para una despedida que, por cierto, se merecía este Nochero que ha sido más que un cuarto en una historia de casi 40 años.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/musica/los-nocheros-cerraron-un-capitulo-kike-teruel-se-despidio-del-grupo-en-una-noche-emotiva-y-con-nid02072023/

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