Este martes, por la mañana, la Justicia secuestró US$569.911 a Sofía Clerici en su casa de Nordelta, en el marco de un allanamiento. A pocas cuadras, en el mismo country, detuvieron a Ivo Rojnica (apodado “El Croata”), apuntado por ser el jefe de la mayor financiera de la City porteña y vinculado en una causa que investiga desde hace cinco años una megaoperación internacional de lavado de activos asociados al narcotráfico.

¿Qué tiene que ver con Clerici? Al mismo tiempo que estos dos operativos se llevaban a cabo, detenían a dos socios de Rojnica: Agustín Estrada Palomeque y Federico Pulenta. Este último comparte una financiera con un exempleador de Clerici, Maximiliano Llamazares.

Llamazares y Pulenta son socios en Kalksten SA, fundada en 2017 con objeto social constituido para la compra, venta, distribución, comercialización, importación, exportación y depósito de materias primas, mercaderías, productos elaborados o no y bienes y asesoramiento económico y financiero, rubros que son objeto de investigación por parte de las autoridades en la causa que lleva el juez federal Federico Villena. Llamazares, a su vez, registró como empleada a Clerici bajo otra de sus sociedades, Maximiliano Llamazares y Eva Graciela Cerruti Sh, fundada en conjunto con su mujer, para la venta de artículos de vestir.

De acuerdo a diferentes fuentes, el vínculo Llamazares y Clerici surge de la noche. El nombre del financista resuena por vincular a mujeres con sus inversores en acompañamientos de distinta índole. Entre los investigadores existe la sospecha de que ese dinero se haya dejado ahí a propósito, para justificar los bienes de lujo que mostró en Marbella como ingresos propios que no son punibles. LA NACION intentó comunicarse a tres teléfonos con Llamazares, pero no recibió respuesta.

Clerici está inscripta como monotributista categoría A y no tiene relaciones de dependencia laborales en la actualidad, con lo que frente a la AFIP no puede justificar sus pertenencias suntuosas Fuentes judiciales y empresarias aseguraron que, junto a otro grupo de chicas, Clerici frecuentaba restaurantes en los que sus managers coordinaban cenas con figuras del empresariado y la política.

A Clerici la representó Jorge Zonzini formalmente y por un breve tiempo (según él mismo firmaron un contrato que fue rescindido siete meses después en 2013) y Leandro Santos, informalmente. Este último fue denunciado por montar una supuesta red de prostitución VIP.

Zonzini y Santos enfrentaron otra acusación, de la que el primero fue sobreseído por Sebastián Casanello. La denuncia fue hecha por Florencia Cocucci (que, a su vez, fue testigo en la causa por la muerte del fiscal Alberto Nisman). Cocucci aseguró haber recibido amenazas, extorsiones y acosos constantes por parte de ambos, “antes y después de presentarse a una declaración testimonial en el marco de la causa que investiga el fallecimiento de Nisman, para evitar que pusiera en conocimiento de los medios de comunicación y de la Justicia el negocio que los nombrados llevarían adelante”, según consta en el expediente judicial.

A su vez, Zorzini dijo públicamente haber tenido relación con Camus Hacker, el usuario que se hizo famoso entre 2013 y 2014 por publicar fotos íntimas de famosos como Fátima Florez y Ricardo Fort. Natacha Jaitt, a quien Zorzini había representado también, fue quien reveló la supuesta identidad del hacker. El propio Zonzini entrevistó a Camus Hacker en el programa “70.20.HOY”. “Si caigo, caen varios políticos”, dijo en ese entonces.

Clerici fue contratada, en distintos momentos, por Kuarzo, Non Stop Digital y Jxa SRL. También tuvo relación de dependencia con Mery Zen SA, una clínica estética, y Maximiliano Llamazares y Eva Graciela Cerruti Sh. De acuerdo a los registros de AFIP, por lo menos en los últimos 12 meses no registra aportes como empleada en blanco. El reconocimiento público que le valió la tapa de Playboy en agosto de 2012 le permitió abrir un local de lencería sobre la Avenida Libertador junto a su hermana, con el que hoy dice justificar su patrimonio.

Con la colaboración de Ricardo Brom