Esta fue una semana importante para las monarquías del mundo, que se reunieron para celebrar una nueva boda real. El jueves, Hussein, el hijo mayor del rey Abdalá II, heredero de Jordania, se casó con su novia saudita, Rajwa Al Saif. Al evento asistieron varias personalidades destacadas, como los Príncipes de Gales, William y Kate Middleton y la primera dama de los Estados Unidos, Jill Biden. Quienes también dijeron presente fueron los reyes de los Países Bajos, Guillermo y Máxima junto a la princesa Amalia. Madre e hija sorprendieron con sus increíbles looks y se llevaron todas las miradas.

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Los eventos protagonizados por la realeza suelen ser importantes no solo en lo que a la política internacional respecta, sino también a la moda. Tal como sucedió en la coronación de Carlos III y Camilla Parker Bowles, las personalidades que asistieron a la boda del heredero de Jordania también dieron que hablar con sus looks. Precisamente, Máxima Zorreguieta y su hija mayor -y futura reina- Amalia, se robaron toda la atención: una por su vestido color plata y la otra, en bordo, ambas con brillantes tiaras.

Para la boda, la princesa de los Países Bajos lució un vestido de mangas cortas color bordó bordado con piedras, escote corazón y tul en la parte superior. Se trató de un diseño de Jan Taminiau. Los accesorios fueron grandes protagonistas de su outfit: anillo, pulsera y aros colgantes, todos brillantes y a juego con el vestido. Lo complementó con un clutch plateado y, para no dejar ningún detalle descuidado, eligió el mismo color de la prenda principal para las uñas.

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Sin embargo, hubo un objeto particular que recibió mucha atención. Amalia adornó su cabellera rubia, que estaba prolijamente recogida, con una corona, algo que hasta el momento no había utilizado. Se trató de una que también usó su madre: la tiara cola de pavo. Un modelo en color plateado con piedras bordo que combinaban a la perfección con su vestido. La princesa participa cada vez más de los actos oficiales y acompaña a sus padres mientras se prepara para ocupar, a futuro, el trono.

En esta ocasión, los reyes y la princesa posaron con ella en la foto que subieron la cuenta oficial de Instagram de los reyes de los Países Bajos. Mientras Guillermo lució un traje negro con chaleco, moño y camisa blanca, con sus correspondientes insignias, Máxima resplandeció con un vestido manga larga bordado en color plata con delicados detalles en dorado. A lo largo de los años, la argentina se convirtió en una referente de la moda, con un estilo propio, sofisticado y elegante pero siempre muy moderno.

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En este sentido, el look que eligió para el evento oficial contó con una imponente joyería: un collar de piedras, una pulsera y aros. Además llevó -al igual que su heredera- una llamativa e imponente tiara, una de las más destacadas de su colección. Lució la Stuart, una pieza de piedras preciosas que se adapta según la ocasión: puede convertirse en una enorme corona o usarse en una versión más discreta que fue la que eligió para la boda.