ROSARIO.-Un menor de seis años, que asiste a primer grado, resultó herido de bala esta tarde frente a la puerta de la escuela José Ortolani, ubicada en el barrio Empalme Graneros, en el noroeste de esta ciudad, donde se produjeron ataques narco durante los últimos días contra establecimientos educativos y una parroquia. Esa escuela ya había sufrido ataques a balazos y había cerrado sus puertas en los últimos meses.

El menor de edad recibió un balazo en una pierna, y tras el ataque fue trasladada por la policía hasta el hospital de Niños Zona Norte, donde se encontraba estable, según los médicos. Los disparos los habría realizado un hombre en moto, que tras realizar las detonaciones intentó huir. En ese momento la puerta de la escuela estaba repleta de gente, ya que había muchos padres que habían ido a buscar a sus hijos.

La policía santafesina persiguió al supuesto atacante, al que finalmente logró interceptar en el barrio La Cerámica, que está ubicado en la zona norte de Rosario. Quedó detenido y será imputado en las próximas 48 horas.

Los ataques a establecimientos educativos se repiten en forma cada vez más constante. El lunes pasado fue baleada otra escuela en la zona noroeste de Rosario, en el barrio 7 de Septiembre. Los escenarios de estas balaceras son lugares que están en disputa entre los dos principales grupos narco de Rosario, como son Los Monos y la organización que dirige desde el penal de Ezeiza Esteban Lindor Alvarado.

La balacera en el colegio de ese barrio se produjo en la tarde del lunes pasado, minutos después de que los padres y familiares retiraran a los estudiantes.

Un balazo rompió una de las ventanas de la escuela, que está situada a pocas cuadras de una comisaría.

Los directivos de la Primaria Nº 1346 “Francisco Netri” y del Jardín Nº 79 “Pedacito de Patria decidieron suspender las clases para garantizar la seguridad de los alumnos.

Una decisión similar se tomó en el colegio José Ortolani, donde hoy resultó herido el chico de seis años.

En marzo pasado las clases habían estado suspendidas allí, luego que se encontrase en la puerta un texto con una amenaza y una bala.

En el barrio Empalme Graneros, donde esta ubicado ese establecimiento educativo, el jueves pasado desde una moto dispararon contra la parroquia Santa Rita, donde la comunidad religiosa salesiana realiza tareas sociales, con el foco puesto en tratar de sacar a los chicos de las adicciones.

El ataque a esa iglesia conmocionó al barrio. Porque allí no sólo funciona un espacio de oración, sino que además es un comedor comunitario. En la Iglesia lo llaman “centro de vida”, un espacio de contención donde buscan que los chicos con problemas de adicciones tengan un lugar que les abra una salida.

La capilla Santa Rita cerró sus puertas el viernes pasado, porque las autoridades religiosas consideraron que sería un peligro si se repitiese un ataque cuando las familias van a buscar su comida y realizar tareas con los chicos.

“Es muy preocupante la situación, porque el ataque a la capilla es atentar contra un lugar de resistencia a esta situación. Es un lugar donde se busca darle una oportunidad a los chicos que quieren salir del problema de las adicciones”, explicó el padre Daniel Siñeriz.

Durante las últimas tres semanas una decena de colegios dejaron de dictar clases por amenazas y ataques a balazos. Algunas, como las tres que están ubicadas en Paraguay al 1200, en pleno centro de Rosario, reabrieron la semana pasada.

Los ataques a balazos ahora también se suman atentados con bombas molotov. Como ocurrió durante la madrugada del viernes pasado en una casa ubicada en Centeno 2583, en barrio Itatí, en la zona sur de Rosario. La vivienda que fue arrasada por el fuego era la casa de la cuñada de Ariel Lisandro Leguizamón, de 25 años, militante del Movimiento Evita, que fue asesinado el domingo 28 de mayo, justamente en Centeno y Rodríguez. Otro lugar que fue atacado en los últimos días con estos explosivos incendiarios fue una agencia de loterías de Jujuy al 2300, en pleno barrio de Pichincha, en el centro de la ciudad.

Ante esta situación, con 136 crímenes en Rosario en lo que va del año, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, reclamó el “total despliegue de las fuerzas federales” en Rosario para combatir la violencia. “Es un momento difícil, pero lo reconocemos y avanzamos para resolverlo”, admitió el mandatario.

“Necesitamos el total despliegue de las fuerzas federales. No hay ningún problema de este tipo que se haya enfrentado en el mundo sin la presencia de fuerzas federales y de la Justicia Federal actuando en conjunto”, apuntó el mandatario provincial. ß