Una familia inglesa experimentó uno de los momentos más difíciles de su vida a partir de una salida por Halloween. Lo que comenzó como otra noche amena para respetar la tradición, se convirtió en una película de terror para ellos, pero en especial, para el niño de 4 años, quien recibió un diagnóstico devastador de parte de los médicos.

Recibió un diagnóstico devastador y tomó una decisión que cambió su vida: “Nadie sabía qué era”

Vicky y Zack, una pareja que vive en el West Derby, Liverpool, decidió salir por las calles del barrio disfrazados junto a su pequeño hijo Harry. Todo transcurrió con normalidad. La familia se acercaba a golpear la casa de cada vecino y recitando el ‘dulce o truco’ para llenar sus bolsas de golosinas.

Sin embargo, en un momento le levantaron la máscara al pequeño y se encontraron con sus mejillas muy hinchadas. En ese instante pensaron que solo se trataba de una reacción alérgica al material del disfraz, pero todo se puso peor cuando fueron de inmediato al centro ambulatorio más cercano.

En diálogo con un medio local, la madre de Harry explicó cómo vivieron esas frenéticas horas. “Fuimos a pedir dulces y levantamos la máscara de Harry y vimos que sus mejillas estaban muy hinchadas. Nos entró el pánico y pensamos que estaba teniendo una reacción alérgica por algo que había comido”, indicó. Pero desde el centro ambulatorio le sugirieron que lo lleven al hospital de inmediato porque no se trataba de una reacción alérgica.

Recibió un diagnóstico devastador y tomó la decisión de su vida: “Lo cambió todo”

Los diagnósticos iniciales daban como resultado paperas, pero en el transcurso de dos semanas la salud de Harry empeoró. Finalmente, al pequeño Harry de cuatro años lo diagnosticaron con leucemia linfoblástica aguda (LLA), que es un tipo de cáncer en la sangre que se origina a partir de glóbulos blancos llamados linfocitos en la médula ósea.

Además, a todo este problema se le sumó que Vicky y Zack estaban esperando un nuevo bebé, por lo que el esfuerzo de la familia entre el embarazo y los tratamientos de Harry fue doble. “Para nosotros, como familia fue aterrador, pensábamos ‘no podemos hacer esto’ y no veíamos cómo íbamos a afrontarlo como familia con un recién nacido. Pero Oscar llegó a finales de enero y encajó perfectamente y lo hicimos funcionar”, señaló Vicky.

Luego de someterse un mes completo a quimioterapia de inducción en el Hospital Infantil Alder Hey, el pequeño enfermó de un shock séptico y tuvo que pasar tres semanas internado nuevamente. Sin embargo, nunca bajó los brazos contra esta enfermedad y continuó con su vida normalmente. Harry comenzó el colegio, lo cual generó orgullo entre sus padres tras haber los momentos más inquietantes de su vida.

Tenía un fuerte dolor de espalda, recibió un devastador diagnóstico y murió a los dos meses

Cabe señalar que el niño de cuatro años está en remisión de esta enfermedad con los tratamientos respectivos, pero seguirá recibiendo quimioterapia hasta diciembre de 2024. Asimismo, Harry no necesita un trasplante de médula ósea en este momento; sin embargo, si sufre alguna recaída en el futuro, probablemente lo necesite.

Su madre, en tanto, cambió su vida para siempre. Vicky se asoció a una organización benéfica contra el cáncer de sangre para concientizar a los vecinos de Liverpool sobre esta enfermedad e invitarlos a registrarse como donantes de células madres, que podrían salvar vidas.