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Lealtades y traiciones bajo la lupa: los cortes de boleta de los intendentes que impactaron sobre Patricia Bullrich y Sergio Massa

El corte de boleta que sufrió Patricia Bullrich, incluso de parte de algunos de sus intendentes más cercanos, más una lealtad de los caciques peronistas hacia Sergio Massa que parece haberse ren...

El corte de boleta que sufrió Patricia Bullrich, incluso de parte de algunos de sus intendentes más cercanos, más una lealtad de los caciques peronistas hacia Sergio Massa que parece haberse renovado -y en algunos casos, renacido-, aparecen como los datos más significativos cuando se analiza cómo operó en las elecciones de este domingo el corte de boleta en el conurbano y algunos distritos clave del interior bonaerense.

Asociados con la “traición” luego de cada comicio, la lectura de los cortes de boleta nunca es lineal. Además del reparto efectivo de papeletas con combinaciones hechas a la medida de cada vecino, que realizan los intendentes de todos los partidos, en cada elección se juegan también la valoración real de las gestiones locales, provinciales y nacionales, más el acierto de las campañas que, en el caso de Massa, puede medirse en puntos del PBI con reducciones impositivas, bonos y aumentos varios. Así y todo, el domingo dejó varios casos de cortes de boleta por demás significativos.

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El corte a Bullrich

En la tercera sección electoral, Bullrich sufrió cortes en los tres distritos propios de Juntos por el Cambio. En Lanús, la tijera no le alcanzó a Diego Kravetz para defender el bastión de Néstor Grindetti, candidato a gobernador. Kravetz obtuvo ocho puntos más que Bullrich (26,4%), pero aun así perdió el municipio frente al camporista Julián Álvarez.

En otro distrito amarillo, Lobos, Jorge Etcheverry sumó nueve puntos (43,4%) más que Bullrich (34%) y cuatro más que Grindetti (39,2%). Algo similar a la cosecha en Magdalena de Lisandro Hourcade, que ganó la elección para Juntos por el Cambio con el 42% de los votos, nueve más que Bullrich y cuatro más que Grindetti.

En la primera sección, el corte en intendencias de Juntos por el Cambio fue notorio. Tres de Febrero y San Miguel fueron dos ejemplos de esa dinámica. En ambos distritos, los intendentes Diego Valenzuela y Jaime Méndez lograron la reelección, pero Bullrich y Néstor Grindetti quedaron en segundo lugar.

En Tres de Febrero, Valenzuela consiguió el 46,8% de los votos, más de 15 puntos más que Grindetti (31,5%) y casi 20 frente a Bullrich (27,7%). Algo similar a lo ocurrido en las PASO, cuando hubo 30.000 votos de diferencia entre la boleta de Valenzuela y la de Horacio Rodríguez Larreta, con quien se alineó en la interna.

En San Miguel, Méndez llegó al 47,9%, 30.294 votos más que los que logró Grindetti (30,9%) y 35.718 más que Bullrich (26,5%). En las PASO el corte había sido de unos 28.000 votos.

En Campana, el intendente Sebastián Abella, logró la reelección con un 57% (35.744 votos): fueron 20 puntos (13.461 votos más) de diferencia sobre Grindetti (37,2%) y 11.864 más que Bullrich, que quedó segunda en ese distrito.

En San Isidro y Vicente López hubo un corte de boleta que rondó los 10.000 votos entre la boleta de intendente y la presidencial, pero en ambos municipios Bullrich y Grindetti terminaron primeros.

Bullrich también padeció el corte en otros distritos emblemáticos de la provincia. En La Plata, el intendente de Pro, Julio Garro, apeló a la tijera para reelegirse: con 38,13% de los votos, superó en ocho puntos a Bullrich y en seis a Grindetti. Su rival, Julio Alak, consiguió dos décimas más (38,33%), pese a sacar menos votos que Massa (39,9%) y Kicillof (42,2%). La pelea se definirá voto a voto, en la Justicia electoral.

En Mar del Plata, el intendente Guillermo Montenegro logró la reelección con el 41,2%, once puntos y 37.511 votos por encima de Bullrich y siete sobre Grindetti.

En Capitán Sarmiento, Fernanda Astorino, delfín del intendente Javier Iguacel, cosechó el 53%, 21 puntos más que Bullrich, que de hecho fue superada por Milei en ese distrito. Grindetti logró el 40,1%, con lo cual el mayor corte se dio en contra de Bullrich, que supo tener en Iguacel a uno de sus postulantes a la gobernación.

El clan Passaglia también caminó la provincia junto a Bullrich, pero en su bastión, San Nicolás, Santiago Passaglia sucederá a su hermano -Manuel- tras lograr el 42% de los votos, 15 puntos más que Bullrich, que quedó tercera en el distrito más importante de la segunda sección electoral, detrás de Massa y Milei.

La renovada lealtad con Massa

Massa, en cambio, volvió a contar con el apoyo de los intendentes en los distritos más poblados de la tercera sección electoral. En La Matanza, con 1,16 millones de electores, Fernando Espinoza repitió la conducta de las PASO: elevó su caudal propio (53,6%) sin afectar a Massa y Kicillof. Muy similar al segundo distrito más poblado, Lomas de Zamora, donde más allá de los escándalos de yate de Martín Insaurralde y las tarjetas del puntero Julio “Chocolate” Rigau, Federico Otermín elevó su caudal de votos hasta el 49,8%, sin perjudicar a Massa y Kicillof, que sumaron más que él. A este grupo se sumó Quilmes, donde la camporista Mayra Mendoza cosechó el 50,8%, con casi los mismos votos que el gobernador y apenas un punto más que Massa. En otro distrito muy relevante por su población, Almirante Brown, Mariano Cascallares sacó cuatro puntos más que Massa (54 a 50,5%) y aventajó por solo dos puntos a Kicillof. Con la misma ventaja, de cuatro y dos puntos, triunfó en Cañuelas la intendenta Marisa Fassi (47,3%).

¿Dónde hubo menos corte que en las PASO? En Avellaneda, Jorge Ferraresi obtuvo el 56,6% de los votos, siete más que Massa y casi seis más que Kicillof. En las primarias, la distancia con Massa y Juan Grabois había sido de 10 puntos. Una proporción similar a la de Berazategui, donde Juan José Mussi consiguió el 55,6%, siete más que Massa y cinco más que Kicillof. El 13 de agosto, el histórico cacique de Berazategui había sido beneficiado con el corte en una magnitud mayor: 12 puntos sobre los presidenciables de UP y siete sobre el gobernador.

El ultrakirchnerista Mario Secco, en Ensenada, había cosechado el 58,6% de los votos en las PASO, casi 16 puntos más que el 42,8% que sumaron Massa y Juan Grabois (5000 votos menos) y siete más que Kicillof (51,3%). Pero este domingo se separó menos de la suerte de sus aliados: con el 62,94% de los votos, la distancia fue de casi cinco puntos con el gobernador y menos de ocho puntos sobre Massa.

Fernando Gray, en Esteban Echeverría, cosechó el 48,4% y fue otro de los que le quitaron filo a la tijera. En las primarias, el intendente había logrado siete puntos de distancia frente a Massa-Grabois, que cayeron a tres puntos este domingo, donde sumó casi lo mismo que Kicillof.

En Ezeiza, Gastón Granados, hijo del cacique histórico del distrito, achicó la tijera, pero no mucho: con el 52% de los votos, en las PASO había obtenido 18 puntos más que Massa-Grabois y diez más que Kicillof. Este domingo, Granados creció hasta llegar a los 60 puntos, pero achicó la brecha con Massa y Kicillof a 13 y 10 puntos, respectivamente.

En Florencio Varela, el intendente Andrés Watson repitió la particularidad de las PASO: obtuvo menos votos -en términos absolutos- y casi los mismos porcentajes que Kicillof y Massa. Igual que en Presidente Perón, donde la massista Blanca Cantero fue reelecta con el 51%, dos puntos menos que Massa y a cuatro del gobernador.

A contracorriente se movió otro alfil de Insaurralde, Nicolás Mantegazza. No solo repitió el corte de las PASO, sino que lo profundizó: consiguió la reelección en San Vicente con un impresionante 67,1% de los votos, 16 puntos más que Massa y doce más que Kicillof.

La primera mantuvo el corte

Distinta fue la realidad en la primera sección electoral, donde algunos intendentes peronistas moderaron la tijera, pero el grueso mantuvo la estrategia. La movida no puso en riesgo a Massa y Kicillof, que igualmente se impusieron en esos municipios.

En el distrito de Tigre, donde el intendente Julio Zamora había apelado al corte como apuesta central en agosto para ganarle la interna a Malena Galmarini, esa mecánica siguió presente, aunque en una versión más leve. Zamora ganó con el 50,2% (118.967 votos), 18.172 más que Kicillof y 14.511 más que Massa. En las PASO, el intendente no había estado en la boleta con Massa por el enfrentamiento que sostienen por el control del distrito, y había sacado 14.072 votos más que el ministro de Economía.

Pilar volvió a exhibir una diferencia en la cantidad de votos entre el intendente y los candidatos a gobernador y presidente. Federico de Achával cosechó el 57,4% (117.955). Fueron 22.002 votos más que Kicillof, que llegó al 46,9%, y 27.418 más que Massa, que alcanzó un 43,2%. El corte se había mostrado ya en este distrito en las PASO, cuando De Achával sacó 31.299 votos más que la suma de Massa y Grabois.

San Fernando, donde gobierna el massista Juan Andreotti, el corte de boleta también se redujo. Andreotti se impuso con el 57,2% (56.316 votos), 12.301 votos más que los obtenidos por Kicillof (44,8%) y 11.316 más que Massa (43,6%).

En Escobar, Ariel Sujarchuk mantuvo la tónica de las PASO para lograr la reelección. El jefe comunal logró 52,2% (73.659 votos). Esa cosecha le significó a la boleta local 10.099 votos más que el tramo provincial y 10.351 más que el nacional. En las PASO, Sujarchuk había obtenido 11.259 votos más que Massa y Grabois sumados.

La dinámica se repitió en Mercedes, gobernada por el camporista Juan Ignacio Ustarroz, hermano de crianza del ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro. En las PASO, la boleta del intendente traccionó 6723 votos más que la boleta presidencial; en las generales del domingo Ustarroz sacó un 52,7% y la diferencia con Massa, que llegó al 34,9% fue casi igual: 6666 votos más para el intendente. Ustarroz consiguió también 6290 votos más que Kicillof, que obtuvo 37,8 en Mercedes.

Luján fue otro caso de corte fuerte en tierra peronista de la primera sección electoral. El intendente Leonardo Boto consiguió un 58,6% (38.925 votos). El desempeño del intendente fue de 13.156 votos más que Kicillof (39,6%) y 12.390 más que Massa (37,3%). En la victoria de Boto en las PASO, el corte había sido fuerte, e incluso Massa y Kicillof habían terminado segundos.

También en Malvinas Argentinas se mantuvo el corte de boleta de las PASO. Leonardo Nardini -que está de licencia para ser ministro de Infraestructura bonaerense- fue reelecto con el 59,9% (121.196 votos). Obtuvo 12.767 sufragios más que Kicillof, que llegó al 52,9%, y 12.246 más que Massa (50,5%). En las primarias, había sumado 13.054 votos más que Massa y Grabois.

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En el resto de los distritos de la primera sección que gobierna el peronismo, las diferencias no fueron significativas entre los tramos de boleta. Son casos como los de General Rodríguez, San Martín, Morón o Moreno. Incluso, en algunos partidos los intendentes obtuvieron menos votos que Massa y Kicillof, como en Marcos Paz, Ituzaingó, Hurlingham, José C. Paz, Marcos Paz o Merlo.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/politica/lealtades-y-traiciones-bajo-la-lupa-los-cortes-de-boleta-de-los-intendentes-que-impactaron-sobre-nid23102023/

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